Esta es una de las películas que más he disfrutado en los últimos años, porque tiene muchos elementos de calidad, especialmente la actuación de sus protagonistas. Para quienes no lo saben, The Danish Girl es una película biográfica que se basa en la novela novela homónima de David Ebershoff, donde se cuenta la historia de Lili Elbe, una pintora danesa y la primera mujer transgénero en someterse a una cirugía de reasignación de sexo.

Póster Oficial

Al inicio de la cinta, vemos a un popular artista paisajístico Einar Wegener (Eddie Redmayne) y a su esposa, la retratista Gerda Wegener (Alicia Vikander) quienes viven en Copenhague una vida feliz, tranquila y llena de arte. En lo que parece un hecho sin importancia, Gerda le pide a Einar que pose un momento para ella, sustituyendo a una modelo, para poder terminar un cuadro que está pintando. Einar, reticente al inicio, acepta, sin saber que la experiencia cambiará su vida. El acto de posar como mujer le revela a Einar una verdad agridulce: se siente como una mujer. Sí, a pesar de estar casado, de amar a su esposa, Einar en realidad se identifica como mujer y adquiere una nueva personalidad: Lili Elbe.
Progresivamente, Einar queda atrás y Lili pasa al frente. Gerda, sin saberlo, acelera esta transformación, porque en reiteradas oportunidades le pide a Einar que pose para ella y la pinta como mujer. Claro, ella cree que él sólo le está haciendo un favor, pero poco a poco comienza también a darse cuenta de que hay algo más. En algún punto. Gerda se culpa, pero Einar le dice que no es su culpa, él ya era así, simplemente no se había dado cuenta.

Einar

El éxito de esos cuadros que Gerda pintó de Lili acaba por resquebrajar el matrimonio y por precipitar la metamorfosis de Einar. Ahora no sólo desea posar como mujer, sino vivir como una, amar como una, de forma plena. Por ello, tras hacer averiguaciones, decide someterse a un procedimiento quirúrgico para cambiar su sexo. Estamos hablando de los años treinta, hasta entonces no se había hecho algo igual y el riesgo de morir es alto, porque constituía una intervención jamás realizada.

Gerda dibuja a Lili

La trama está llena de situaciones dramáticas, románticas, cómicas y personajes que juegan cada cual su parte dentro de la historia de Lili, pero lo más destacado de la cinta, además de una fotografía impecable, son las actuaciones. Alicia Vikander representa a Gerda de una manera perfecta, la esposa que se siente culpable, que empuja a Einar a vestirse de mujer y luego se confunde cuando busca amor en alguien más, pero nunca, nunca lo abandona, siempre está allí a su lado, hasta el final, ya sea como Einar o como Lili. Esa actuación le valió el Oscar a Mejor actriz de reparto. Y por encima de ella está la actuación de Eddie Redmayne. La forma en que Einar se va convirtiendo en Lili, es absolutamente magistral. Desde la voz, el caminar, las poses de las manos, Eddie se transforma de uno en otra de una manera gradual e irreversible.

La verdadera Lili Elbe (1926)

Hay varias escenas memorables y una de ellas es cuando observa a una desnudista en una habitación cerrada y luego comienza a imitar los gestos de sus manos. No es que aparezca mujer de repente, no. Redmayne logra mostrar, poco a poco, esa evolución, esa metamorfosis, no sólo en lo físico, sino también en lo psicológico, porque lo que al principio le causa algo de vergüenza, o de miedo, al final se convierte en un orgullo espontáneo. A mi parecer, éste debió ser el segundo Oscar de Redmayne, tras haber ganado el año anterior por interpretar a Stephen Hawking, y no lo obtuvo porque a la Academia le dio pena negarle una vez más la estatuilla a Leonardo Di Caprio, cuyo papel en El renacido sí, es bueno, pero no es el mejor de su carrera (a mi parecer) ni mejor que lo de Eddie en The danish girl.
Por la fotografía, la dirección y sobre todo las actuaciones, especialmente la de Eddie Redmayne, esta es una película de 8/10 puntos y un drama biográfico que vale la pena ver porque además de tocar los temas de la identidad sexual, los prejuicios, el arte, la sociedad y el valor de aquellos que se atreven a perseguir sus deseos más profundos, constituye una actuación de antología, digna de guardar en los archivos humanos como una de las interpretaciones más memorables de la historia del cine.