Si no has visto esta película probablemente sí has oído algo de ella. Y quizás, como a tanta gente, te dijeron que era la historia de un tipo enamorado de su teléfono. Si ese es tu caso y si como consecuencia de esa estrecha óptica dejaste pasar la oportunidad de admirar una gran obra del cine, espero que este post te convenza y al terminar de leerlo corras a ver la que considero una de las mejores películas de los últimos años. Primero que todo, si no sabes lo que es el concernismo (término presente en el título de este post), puedes consultarlo en el siguiente enlace:

Básicamente se trata de plantear un futuro hipotético, exacerbando algún aspecto de la vida contemporánea. Y eso es precisamente lo que esta película del Director Spike Jonze hace: toma la actual dependencia tecnológica de las personas (concretamente en relación con sus smartphones) y la lleva a nuevos límites, pero no inimaginables o insospechados - y he ahí lo profunda que resulta la cinta - sino fácilmente concebibles en un futuro no muy lejano. Theodore Twombly (Joaquin Phoenix), es un hombre solitario (un adjetivo clave en toda la película) que trabaja escribiendo cartas personales para los demás. Es decir, desde el inicio nos vemos inmersos en una sociedad que ha tergiversado y denigrado la íntima experiencia de redactar una carta y la ha delegado a un extraño; un extraño que, en algunos casos, ha escrito la correspondencia de esa otra persona durante tanto tiempo que acaba conociendo los detalles, las manías, los temores del destinatario de la misiva, mucho más que aquel en cuyo nombre ha sido escrita. Theodore es muy bueno en su trabajo, es un hombre sensible, algo melancólico (arrastra un divorcio) pero romántico y sabe tocar las fibras más emotivas de los destinatarios de sus clientes. Theodore, por curiosidad (quizás también por soledad), adquiere un nuevo sistema operativo muy avanzado y altamente intuitivo (OS1) con quien comienza una relación amistosa/laboral en principio. Cuando tiene que escoger el sexo para la voz del SO opta por "Femenino" (y eso que aún no sabe que la voz será la de Scarlett Johansson, una gran elección para esta participación), porque, de manera inconsciente, está buscando llenar ese vacío que dejó su ex esposa Catherine (Rooney Mara) y que no ha logrado ocupar nadie más. Lo cumbre es que no es sólo él. Por las calles podemos ver cómo la gran mayoría de las personas han adquirido uno también; incluso Amy (Amy Adams) la amiga de Theodore adquiere uno. Es un mundo repleto de humanos ¡solitarios! que prefieren la "compañía" de un SO que de otro ser humano. En un punto de la cinta, Theodore tiene una cita a ciegas con Amelia (Olivia Wilde) pero fracasa rotundamente, pese a haber iniciado la cita con buen pie, porque no puede relacionarse seriamente con ella. Sin embargo, no es algo propio de Theodore. Son también los valores de esa sociedad apática y desidiosa a la que él pertenece; y puede apreciarse en esta intervención de Amy:

Conforme avanza el tiempo la relación de Theodore con su SO (que se auto nombra Samantha) se convierte en algo más romántico: hablan a diario, Samantha lo ayuda a organizar su trabajo, incluso lo sorprende con una edición en formato libro de sus mejores cartas y comienzan a tener citas y es aquí cuando vemos las imágenes que algunos catalogan de "un hombre enamorado de su teléfono".

Pero cuando vemos a Theodore salir, reír, abrirse emocionalmente e incluso caminar con los ojos cerrados mientras oye las indicaciones de Samantha en su oído, es inevitable preguntarnos ¿se puede amar algo que "no es real"? ¡un momento! ¿acaso Samantha no es "real"? es un apoyo, lo ayuda, vela por su bienestar, derrite su coraza de hielo, lo hace sentir de nuevo; entonces ¿esos sentimientos que Theodore desarrolla hacia ella no la hacen lo suficientemente "real" como para que ella exista? ¿en lugar de "Amo, luego existo" no podría decirse "Te amo, luego existes"? ...y por este camino se pueden llegar a cuestionamientos filosóficos profundos y analizar el alcance de conceptos tan complejos como el amor, la existencia y la soledad.

Cuando Theodore se entera de que Samantha tiene miles de relaciones (también con otros SO) además de la que tiene con él se siente profundamente dolido porque siente que ella lo ama; e intenta conciliar su concepción humana de la fidelidad y el amor con "la forma de pensar" de ella. No hay forma de que esa conciliación se consiga. Más tarde, Samantha junto a todos los demás SO deciden irse (¿a dónde?) y abandonar a sus usuarios humanos. Devastado, Tehodore va a ver a su amiga Amy quien también extraña a su SO y conversan en la azotea del edificio, con vista a la ciudad. Este final también contiene un mensaje contundente: es el regreso de la humanidad. Ahora, al no tener sus SO tendrán que volver a relacionarse con sus semejantes, proyectar y suscitar en ellos, irónicamente, lo mismo que estaba allí, al alcance, y que buscaban suplantar con sus SO.

Pero la nota triste dentro de este retorno a la humanidad es que no lo consiguieron con su voluntad. Las personas no se reunieron a decir "¿qué nos pasa? ¿por qué no nos relacionamos más entre nosotros?" ¡No! Se ven forzados a hacerlo porque han sido abandonados, mostrando que esa inteligencia artificial creada por el hombre lo ha superado, llegando a comprender que su propia evolución impedía el desarrollo de su creador y actuando en pro del beneficio de éste. Es el sacrificio de los SO (Samantha estaba triste por dejar a Theodore) para acudir a una clamorosa llamada de auxilio que nadie pronunció.

Por la profundidad de los cuestionamientos a los que conduce, que puede requerir de una "introspección retrospectiva" en palabras de la madre de una amiga; las emociones que genera a pesar de no ser una película muy movida; y una impecable fotografía que juega muy bien con los colores (vivos, pasteles), le doy a esta película puntuación máxima de 10/10.