Ya sea como libro, como dibujo animado, como película musical, como video juego, o incluso a través de las innumerables referencias que se hacen a esta obra, todos estamos relacionados con la historia de la mágica tierra de Oz.

Póster de la Película

El libro fue escrito por Lyman Frank Baum e ilustrado por W. W. Denslow hace más de un siglo (en el año 1900), pero sin duda, la inmortalización de Dorothy y sus peculiares amigos se debe mayormente a su versión cinematográfica, la cual fue estrenada en 1939, por lo que celebramos en este 2019, 80 años de su aparición; y es por ello que el presente post se concentra en la versión fílmica, obviando las diferencias que existen respecto a la historia original.
Esta historia empieza con Dorothy, una niña de 14 años que sueña (primero despierta, luego dormida) con conocer un lugar hermoso donde todo sea posible y no haya problemas. Pues, ese sueño es cumplido por un tornado que se la lleva, con casa y todo, junto a Totó, su fiel cachorro, al mágico mundo de Oz. Esta gran aventura está plagada de peligros, peticiones, personajes, aprendizaje y por supuesto, muchas canciones; pero lo más relevante son los amigos que encuentra en su camino y las lecciones que se desprenden de las reflexiones sobre estas aventuras.

En Oz con Totó

El Espantapájaros que desea un cerebro, el Hombre de Hojalata que quiere un corazón, y el León que anhela coraje, acompañan a Dorothy a Ciudad Esmeralda a encontrar al gran Oz para pedirle que la devuelva a casa, esperando que también conceda sus deseos a sus amigos. Tras cumplir una arriesgada misión y descubrir quién es Oz en realidad, éste dice no poder concederles lo que desean porque ya lo tienen , pero en cambio les otorga reconocimiento. Gran lección de la película: muchas veces no vemos que deseamos aquello que ya llevamos dentro de nosotros y hace falta que alguien nos los haga ver. Además, en el guión hay algunas frases sueltas que vale la pena destacar. En su primer encuentro con el Espantapájaros, Dorothy le dice que es raro que no hable tanto si no tiene cerebro, a lo que éste contesta : "Mucha gente no tiene cerebro y habla mucho". Más adelante, cuando son "atacados" por el León, Dorothy palmea su nariz y éste retrocede, temeroso, mientras ella le dice "Eso ocurre cuando amenazas a alguien más débil que tú".

Rumbo a Ciudad Esmeralda

El poderoso Oz, que no lo es tanto, deja caer un par de frases mientras entrega al Hombre de Hojalata su corazón. Primero le dice "no sabes la suerte que tienes de no tener uno", ante la petición del metálico personaje y al entregarle el obsequio, sentencia: "Un corazón no se juzga por lo que ama, sino por lo mucho que es amado por otros". Son frases sobre las que vale la pena reflexionar y que van dejando enseñanzas en los espectadores, mayormente niños y jóvenes. Sin embargo, la otra gran lección que la película busca enseñar es que no hay lugar como el hogar, porque, en palabras de Dorothy "si no lo encuentras en tu patio trasero, no lo encontrarás lejos". Apenas son algunas frases de la película, pero sirven para infundir valor, respeto, compasión, agradecimiento, bondad y otros nobles sentimientos.
Desde el punto de vista técnico, la película es increíble. Más si se tiene en cuenta el año en que se produjo. El contraste entre las escenas de Dorothy en Kansas, en tonos sepia, con la magia en technicolor de las escenas en la tierra de Oz, el vestuario, los escenarios, la banda sonora, incluida esa pieza magistral que es "Over the rainbow" y que le valió un Premio de la Academia y sobre todo las actuaciones de los protagonistas, liderados por una adorable Judy Garland (Dorothy) hacen de ésta, además de una entrañable historia, una extraordinaria joya fílmica.

Cantando "Over the rainbow"

El Mago de Oz no sólo nos legó esa hermosa canción. También dejó referencias en nuestra cultura como las zapatillas rojas o el camino de ladrillos amarillos; Dorothy y sus tres fieles amigos son personajes conocidos aún para muchos que no han leído el libro; y hay frases del guión de esta película que permanecen inmortales en nuestra memoria, como cuando, al llegar a Oz, Dorothy dice, sorprendida e inocente: "tengo la sensación de que ya no estamos en Kansas". Por todo esto y muchísimo más que no aparece en este post, considero un 8/10 para una clásico del cine que combina la magia de un cuento de hadas con una filosofía profunda sobre el alma humana y la dota con muchos colores y música alegre. En fin, una historia que pueden disfrutar grandes y chicos, tal como lo han hecho a lo largo de ocho largas décadas.