De nuevo he sido invitada por nuestra gran compañera @nakary, el cual me corresponde a mi proponer el ejercicio #3, en esta nueva fase, por lo que me siento muy comprometida y honrada de crearlo y continuar con esta increíble iniciativa que nos reta a seguir realizando relatos originales, de alguna manera agudizar nuestra imaginación y poner nuestro propio estilo para brindarles a todos también la oportunidad de participar en estos nuevos retos. Al final les dejaré la información.

En mi caso, ellos serán los personajes de esta interesante historia. Ustedes son libres de cómo deseen contarla , no tienen que usarlos como personajes.

Una noche La lealtad se sentó sola a cenar. Hacer lo correcto se había quedado dormido, Servir a los demás, se la pasaba en la cocina limpiando todo el tiempo, La compasión se había tomado el día para ver si corría con la suerte de quién podría necesitarla, La verdad estaba viendo un programa en la televisión que se titulaba: "Las grandes mentiras nunca descubiertas", y El Respeto había decidido salir esa noche.

Cuando La lealtad terminó de cenar, salió al patio a contemplar las estrellas. De repente y de la nada notó que un niño tenía pegada su nariz al vidrio de la ventana que daba para la cocina. Éste no se percató que ella le miraba. Esperó a ver qué querría el niño. Al rato, notó que llevaba en sus pequeñas manos una bolsa pero estaba vacía. También observó que su ropa era muy vieja y estaba descalzo. Cuando fue a acercarse el niño se dio cuenta y salió corriendo. La Lealtad no quiso alcanzarlo para no asustarlo.

Entró a la cocina y le preguntó a Haciendo lo correcto:

¿Habías notado a ese niño que miraba por la ventana?
No, contestó Haciendo lo correcto, no vi a nadie, ¿sucede algo?
No, simplemente me temo que ese niño que curioseaba estaría hambriento, no creo sea un ladrón. Vamos a estar atentos si regresa para lograr saber qué quiere.

Pasaron los días y no vieron al niño. Una noche mientras todos dormían, sintieron unas voces, al bajar había en el pasillo de la entrada a la cocina, sobre el suelo trozos de pan, frutas y la ventana estaba abierta de par en par.

Hacer lo correcto se molestó porque consideró habían entrado a robar. La Lealtad le pareció que quizás habían entrado los venados que siempre lo hacen, El respeto se sintió incómodo por toda la situación tan confusa, y La Compasión consideró que era mejor revisar todo con calma y no hacer juicios aún de lo acontecido, Servir a los demás se quedó pensativo y no le pareció importante que faltase comida y La verdad prefirió esperar como siempre lo hace.

Al día siguiente, notaron que habían huellas, éstas eran pequeñas y de humanos, cerca de la ventana de la cocina se notaban restos de ramas, tierra y un poco de desorden. Nada que pareciera de animales sino más bien que alguien había entrado para llevarse alimentos. Se reunieron para tomar una decisión y llegaron a la conclusión de que esperarían unos días para saber si se trababa del niño que La lealtad había visto.

Cada noche decidieron poner música cerca de la cocina y permanecer atentos. Efectivamente cuando la música parecía ser el único ruido, notaron que estaban entrando por la cocina. Hacer lo correcto había colocado una cesta de panes y frutas cerquita de la ventana de la cocina. Cuando entraron vieron a dos niños tomar la cesta y salir corriendo. Abrieron la puerta y comenzaron a tratar de alcanzarles. El respeto lo logró y se los llevó a casa. Era un niño y una niña de 7 y 8 años, respectivamente. El niño era el que había visto La lealtad aquella noche estrellada. Se incomodó por la situación delicada y los sentó en la sala para conversar todos.

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Al cabo de hacerles varias preguntas, los niños respondieron pero de una manera muy confusa y vacilante. La niña dijo que la amenazaron unos campesinos de llevarles comida. El niño al cabo de un rato, afirmó que su hermanita decía La verdad. Todos se vieron los rostros y notaron que algo pasaba que les hacía sentir que no estaban siendo honestos. Les prepararon algo de comer y mientras los niños se alimentaban con gran apetito, volvieron a reunirse para tomar una decisión al respecto.

Decidieron acompañarlos para su casa para saber cuál era realmente La verdad y qué hacer en consecuencia. Al llegar se encontraron con la sorpresa de que era una casita muy escondida, ubicada en una gran montaña, muy descuidada y rodeada de una helada brisa. Entraron con los niños y se encontraron con sus abuelos. Estaban enfermos. Los abuelos al saber todo lo que había ocurrido se llenaron de lágrimas y vergüenza. Dijeron que nunca les han pedido robar, ni entrar en casas ajenas, ni sugerirles jamás algo incorrecto. En sus miradas se notaba pureza y honestidad.

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Explicó que su esposo trabaja en la siembra pero ambos están muy enfermos, aún así ella les está dando de lo que aún queda reservado de la cosecha, pero mientras se recuperan, no han podido continuar con el trabajo en la tierra, pero que les daba su palabra que ellos jamás los amenazarían, que sus nietos son lo único que tienen en sus vidas y les aman inmensamente. Lo comprendieron todo y hablaron con los niños.

Finalmente Hacer lo correcto les explicó que siempre él debe estar presente en sus acciones y vida, que pueden aprender a pedir y mostrar a otros una necesidad importante, que con La verdad siempre alguien los ayudaría, jamás robar ni entrar en casas ajenas. El respeto les explicó que aún queriendo ayudar a sus abuelitos y poder comer todos, no podían vivir sin aplicarlo con el prójimo y no sólo con la familia. Deben llevarme en sus mentes y corazones. El respeto debe comenzar en tenerlo primero por uno mismo.

La verdad no se hizo esperar y solo les dijo: niños yo siempre tarde o temprano salgo a la luz, y en la vida aunque muchos no me practiquen y quizás piensen que mintiendo les va a ir bien o los sacará de un apuro, realmente La verdad los hará libres. Tengan siempre en su mente y en sus labios que sea yo quien prevalezca en su palabra, decisiones y actos.

La lealtad les dijo que ella estaba en sus corazones al tratar de cubrirse entre ellos porque por su corta edad solo querían cuidar a sus abuelitos y a ellos mismos por ser hermanos y que estaba bien apoyarse pero siempre con La verdad por delante. Servir a los demás se conmovió cuando supo que también tenían dos perros que cuidaban la casa y tampoco habían podido alimentarlos. Por lo que junto a La Compasión pudieron perdonarles esa acción desesperada, a tal punto, que les llevaron todas las provisiones y medicinas necesarias hasta que pudieran nuevamente esa familia valerse por si misma.

Se hicieron todos amigos desde aquella noche, los niños jamás volvieron a robar y a mentir. Les enseñaron que los valores y principios están por encima de cualquier circunstancia por muy adversa que ésta sea, y que si siempre los llevan presente en las acciones de sus vidas, los resultados vendrán llenos de amor y divinidad.

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Por lo que esos niños un día se hicieron adultos y terminaron siendo los mejores en trabajar la tierra en ese pueblo. Y lograron salir de la pobreza y desdicha. Crecieron con la enseñanza de que "NO TODO ESTÁ PERDIDO CUANDO HAY VALORES Y PRINCIPIOS".

Agradezco nuevamente a @nakary por brindarme esta oportunidad de crear este ejercicio el cual ha sido un gran reto para mi.

Si deseas participar la información la puedes encontrar aquí:

Si te gusta escribir, atrévete a participar.

Mis últimos retos:

"¿Qué he encontrado en el espejo?"
"Y guardarás mi libro debajo de tu almohada"
"¿Estarías dispuesto a hacer esto por un día?"

@carolinaidrogo