Final anticipada y campeón anunciado... ¿o no?

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Hace unos días @eskarenj me recordó con un comentario en uno de mis post una conversación que tuvimos hace unos meses en la redacción del Diario La Verdad donde le dije que no veía a los equipos españoles figurando en esta edición de la liga de campeones. De hecho, le afirme que no sería campeón ninguno de ellos.

Este pronóstico que hice, del cual hay registro pues escribí un artículo en diciembre para el periódico zuliano titulado ¿El fin del dominio español en Champions?, estaría hoy casi completado sino fuese porque el actual monarca se metió in extremis en las semifinales eliminando a la Juventus con un polémico penal, provocando que por primera vez desde 1981 hayan cuatro finalistas provenientes de Alemania, España, Inglaterra e Italia.

Si Karen me lo preguntara otra vez hoy me lo pensaría dos veces antes de reafirmalo, puesto que aunque no figuraron los equipos españoles, creo que el Real Madrid despertó, como también publiqué que podía pasar, y es el principal candidato a ganar el torneo más importante del mundo por tercer año consecutivo, algo nunca antes visto.

Los cruces que pocos esperaban

Me atrevería a decir que la mayoría de los fanáticos del mundo posiblemente no querían los cruces de semis que se han dado: Liverpool - Roma; Real Madrid - Bayern de Münich.

En teoría el duelo de merengues y bávaros debía ser la final, y en teoría el que gane en este choque debe coronarse. En teoría, léase bien, porque en este deporte las cosas no siempre se rigen por la lógica. En teoría el Barcelona debía clasificar tras el 4 a 1 de ida ante la Roma, y en teoría el Madrid no debía sufrir ante la Juventus. Y eso, queridos amigos, es lo lindo del fútbol.

Ya están aquí... ¿van a arrugar?

Hace unos meses casi nadie pagaba un peso por el Real Madrid. El equipo de Zinedine Zidane se había visto en vuelto en una mala racha insólita que lo sacó muy rápido de la lucha por la liga española y la Copa del Rey.

Ahora, sin embargo, Zidane tiene la oportunidad de salvar la temporada -y su trabajo- ganando la Champions.

El rival es el más fuerte posible. No obstante, la campaña pasada los vencieron en cuartos de final y hoy el equipo blanco parece empezar a recuperar el nivel con el que maravilló al planeta tierra en la temporada 2016-2017.

Además, hay que destacar que su máxima figura, Cristiano Ronaldo, a quien a mí me gusta catalogar como el tipo de los partidos importantes, anda enchufado y, la verdad, parece difícil desenchufarlo a estas alturas del torneo.

Lo trajeron para esto

El último recuerdo amargo que tiene el Real Madrid contra el Bayern de Múnich fue en abril de 2012, precisamente en esta instancia del campeonato. En aquella tarde hubo tiempo extra y penales. Era el equipo de Mourinho y en la tanda fallaron Cristiano, Kaká y Sergio Ramos. El remate del defensa español fue inolvidable.

Y digo último recuerdo amargo, porque luego vendría el recordado 5-0 en el global de los merengues contra la oncena de Pep Guardiola en el año de la décima, y la eliminación pasada que mencioné unos párrafos arriba.

El entrenador para ese momento era el alemán Heynckes, quien luego quedaría campeón y abandonaría el equipo para la llegada de Guardiola. El también exjugador fue sacado de emergencia de su retiro para recuperar al equipo tras el fracaso de Carlos Ancelotti, y no es descabellado creer que puede salir campeón, ¿o es que acaso Zidane dormirá tranquilo esta noche?

A ver si ahora sí

Jurgen Klopp tiene una deuda pendiente en su carrera: inmortalizarse. Aunque ha demostrado ser un grandísimo entrenador aún no ha logrado esta hazaña y hoy en día no sé si esté cerca o lejos de hacerlo. A mi juicio, tiene que ganar una Champions.

Esto lo podría lograr un poco más fácil si se marchara a un equipo grande como el Barcelona, o el Real Madrid -para éste último ha sonado varias veces-. Pero parece que a Klopp le gustan los caminos duros.

Primero fue con el Dortmund, a quien llevó a la final que perdió contra el Bayern de Heynckes en 2012. Ahora va con el Liverpool, un humilde caballo de batalla que ha sacado a uno de los grandes favoritos, Manchester City.

Para ello no está sólo. Cuenta con una gran camada de jugadores que, aunque no son de renombre, pueden hacer temblar a cualquier gigante. Entre ellos figura Mohame Salah que, con 25 años, no me extraña que sea uno de los futbolistas que domine el mundo cuando ya no estén Cristiano y Messi.

De carambola en carambola se llega a Kiev

Aunque este intertítulo no rime sí pega con la Roma.

Con todo respeto debo decir que la Roma no debería estar en esta instancia y argumentaré porqué sin creer que he descubierto a América: los romanos están entre los cuatro últimos porque el Atlético de Madrid no le pudo ganar ningún juego al Qarabag en primera ronda; le tocó Shakhtar en octavos; y el Barca de manera increíble no le pudo aguantar un resultado de más de tres goles.

Pero están en semis y en teoría el sorteo le vuelve a sonreír, pues a lo mejor sea más fácil enfrentar al Liverpool que al Madrid o al Bayern. Incluso estoy casi seguro que Eusebio Di Francesco cruzó los dedos para que ese fuese su contrincante.

Así que de carambola llegó a semis y, cuidado, porque de carambola puede llegar a Kiev. Y una vez allí, podríamos estar ante la presencia de un campeón inesperado hasta para el romano más radical que antes de acostarse se persigna mientras toca una foto de Il Capitano Francesco Totti.

Que comience la guerra.