El problema del Barcelona de Valverde

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Mi grupo de amigos más cercano e íntimo saben que yo pronostiqué que el Barcelona no ganaría la presente Champions. Ya sé que pensarán que es fácil que lo diga ahora que quedó eliminado, pero mi intención con este post no es que me crean esta afirmación, sino simplemente argumentar el porqué estaba tan seguro con respecto a esta predicción.

No es que me crea un sabelotodo o una especie de Pulpo Paul. No. Tampoco tiene que ver con mis gustos futbolísticos. Es simple lógica: el Barcelona de Ernesto Valverde nunca demostró durante esta temporada ser un equipo demoledor, lo que quiere decir que cualquiera lo podía noquear.

De hecho, hasta ahora está ubicado muy por debajo de la llamada MSN de Luis Enrique, y ni hablar de la oncena de Pep Guardiola que obtuvo el sextete.

Nada más para poner un ejemplo, que me parece vital: un futbolista como Paulinho con Guardiola hubiese visto minutos sólo en el tercer equipo; quizás también en algunos duelos de Copa del Rey. Con Valverde ha sido figura en más de una ocasión, lo que me parece increíble. No es que tenga algo en contra del brasileño, pero simplemente a mi juicio no es un jugador de primer nivel. No es un jugador ideal para ir a morir en unas semifinales contra un grande de Europa.

Esto no quiere decir que no merezcan la liga. Ojo: la merecen y mucho. Pero no porque hayan sido espectaculares, sino porque han sido un club que gana. Y al final eso es lo que importa en un torneo tan largo: la constancia. Para prueba de ello se puede poner al Leicester City, quien ganó la Premier League con una humilde plantilla por la única razón de que ganaron los partidos que tenían que ganar, mientras los grandes se resbalaron.

Cuando un dormido Real Madrid perdía insólitos partidos contra el Girona, Betis o Villareal en la primera vuelta de la campaña, los pupilos de Valverde ganaron, ganaron y ganaron. Sin mostrar un pico muy alto, insisto, terminaron sacando en silencio una cantidad de puntos irremontable para cualquier de sus perseguidores. Y a lo mejor eso fue crucial, porque cuando se gana tanto, no se ven los fallos.

Para reforzar mi argumento hablaré de los únicos dos encuentros en los que hasta ahora estuvieron realmente aprueba: Real Madrid y Atlético de Madrid (segundo partido liguero). En ambos dejaron mucho que desear.

En el primero contra el Real, el resultado fue muy engañoso, pese a terminar 3 por 0. En la primera mitad de aquel duelo los dirigidos por Zinedine Zidane fueron claros dominadores, pero no metieron la pelota. En el segundo tiempo el Barca mejoró, aunque la gota que derramó el vaso y encaminó su victoria fue el penal y la expulsión de Dani Carvajal. Eso, sumado a que enfrentaron a los merengues en su peor momento, fue determinante.

Contra los del "Cholo" Simeone un gol de tiro libre de Messi fue suficiente. Y fue suficiente porque el Atlético no exigió mucho. Pero los de Valverde tampoco se mostraron superiores. Fue un partido más bien aburrido; muy lejos de las expectativas de cualquier fanático de este deporte.

Inicio de un ciclo prometedor

Cuando el sorprendente Barcelona de Guardiola, uno de los mejores equipos de la historia, tenía bajones durante semanas, la afición estaba tranquila porque sabía que cuando se recuperara todo iba a volver a la normalidad. Sabían que el tope de ese equipo era lo suficientemente alto como para aguantar unos malos partidos.

Hoy, para mí, aún no sabemos cuál es el tope del Barca de Valverde, quien ciertamente no tenía que quedar eliminado ante la Roma, pero terminó demostrando mi teoría de que puede ganar o perder ante cualquiera.

Sin embargo, no me parece todo tan malo lo que ha venido ocurriendo, sino todo lo contrario, pues arrancar el ciclo como entrenador ganando una liga y una Copa del Rey es magnífico para Valverde y le da confianza para los años venideros.

Ya tendrá tiempo para reflexionar, mirar fortalezas y debilidades con la intención de armar bien a su conjunto, en el cual creo que será justo y necesario que saque una escoba para empezar a barrer a los que están de gratis y no aportan nada.