Hay momentos en la vida, en que nos enfrentamos a situaciones devastadoras emocionalmente, momentos en que sentimos, que todo aquello que sustentaba nuestra vida y nuestra alegría, sorpresivamente ha desaparecido…Sentimos como que vino una ola gigantesca y arrasó con todo lo que teníamos y pensamos que vamos a desfallecer que no vamos a poder…y cerramos los ojos esperando que pase lo peor…y no sucede nada…y ya cansados de esperar, no nos queda otro remedio que abrir los ojos y nos damos cuenta que aún seguimos allí, y sin levantarnos aún. Comenzamos a observar a nuestro alrededor y es en ese momento, cuando sentimos como una mágica presencia que con su mano invisible nos toca y nos dice muy suavemente… ¡hey! Aun puedes levantarte… ¡levántate! ¡Y te das cuenta, de que así es! y te levantas y respiras profundo y vuelves a soltar el aire que tenías contenido en tu pecho, que te ahogaba…

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Y sientes que puedes respirar, que estas viva, que estas vivo y es cuando sentimos que a pesar de… aún tenemos sobradas razones para agradecer y dices ¡Gracias Dios! Aún sigo teniendo fuerzas para avanzar, aun puedo continuar. Poder levantarte y caminar es un regalo hermoso, que mirar las plantas y su verdor, ver con tus propios ojos, los bellos colores de las flores, el cielo, el mar, el sol, los pájaros. Las cosas hermosas, y dices, ¡Gracias Dios!
Esto te hace reflexionar, pensar, y preguntarte ¿de qué podrías quejarte? ¡Gracias Padre! ¿Porque llorar? ¿Por qué lamentarte? ¿Qué perdiste en realidad? Entonces aprendes que no somos dueños de nada, que nada material es eterno que no podemos apegarnos a nada. Hoy tienes mañana, no. Hay que seguir caminando y al mismo tiempo disfrutar de ese camino, disfrutar de las personas que están a tu lado y de lo que tienes en ese momento. Porque la vida es eso un camino, un camino donde debemos apartar obstáculos, saltar por encima o pasar por debajo, pero continuar. La cosa es pasar apartando las rocas que aparecen, sin saber quién las puso allí… aunque a veces descubrimos que fuimos nosotros mismos quienes las ,colocamos..
Aun así, comenzamos a darnos cuenta de que sacamos fuerzas de algún lugar en nuestro interior, que no sabíamos que existía, que tuvimos la fuerza para nadar en esa turbulencia, y pudimos llegar a la orilla…

Lo más grandioso de esto es que aprendimos una lección y una herramienta más para la vida y que salimos fortalecidos y hemos avanzado un paso más. Así que cuando baja la marea y las aguas se calman nos preguntamos ¿fue mala o buena esta experiencia? O ¿solo fue un aprendizaje más? Es cuando comprendemos que la experiencia no fue ni mala, ni buena, y damos gracias…A partir de allí
Comenzaremos a sanar la causa que originó la experiencia que acabamos de vivir y nos sentimos reconfortados y con ganas de vivir y seguir adelante. Es por esa razón que la mejor oración que podemos hacer en esos momentos, es conectarnos con lo que si tenemos y agradecer. Te sorprenderán los resultados…

Bueno amigos de steemit, espero que este post, sea un aporte positivo para todos, nos vemos en mi próximo post

Yma Benavides