Tomate Diez Segundos y Evita Una Desgracia

Buenas mis queridos lectores ¿Cómo les va? 

         El otro día estaba en el trabajo, pensando sobre la inmortalidad del cangrejo y sobre cómo le entra agua el coco. Hasta que una señora me interrumpió de mi profundo sueño; “Buenos Días, joven” Exclamó la mujer.

          Era otra pobre víctima de la violencia doméstica, buscando algún tipo de resguardo en aquella sufrida institución en la que en sus días de antaño había sido una de las mejores fuerzas del sistema judicial. Por razones obvias no puedo indicar datos de la señora en cuestión o hacer alusión alguna de su situación. Pero no estoy seguro si fue por aquella tarde lluviosa de un día miércoles o las vendas que presentaba la mujer, tapando alguna clase de lesión propiciada por un degenerado, pero desde su visita he estado reflexionando sobre este tema y por ello quería dedicar mi primer post “serio” sobre dicho tema.

          Ha sido poco el tiempo en el cual he podido empaparme de la materia, pero mi trabajo me ha permitido tener contacto con personas las cuales se han desenvuelto en un ambiente hostil al punto en el que naturalizan esas situaciones violentas, siempre disculpando, excusando o justificando este tipo de trato para con ellos o ellas. Sí, incluyo ambos géneros porque esta reflexión da cabida tanto para la violencia doméstica y los problemas de convivencia.  He visto toda clase de personas, desde a la inocente S. (Me reservo los nombres de las personas) hasta al perturbado W. con su enamoradiza L.

          Yo los observo, converso e interrogo, preguntándoles ¿cómo permitieron que las cosas llegaran hasta tal punto? ¿acaso no era mejor abrirse y evitar la desgracia? Maldad existe en este mundo, pero también creo en las personas honestas, en las segundas oportunidades, por ende, en la redención de las personas. Es por ello querido lector que quisiera que la próxima vez que te encuentres en medio de una discusión, la próxima vez que tus emociones se desborden y tomen control de tus acciones; tomate diez segundos, respira, analiza la situación desde todos los ángulos y piensa si te gusta el cómo se están dando las cosas. Recuerda que jamás es tarde y, que unas palabras pueden cambiarlo todo en el momento adecuado. 

Recomendaciones que les puedo brindar a las personas que se encuentren en una situación hostil:

• Acudir a lugares donde presten servicios de mediación, los cuales estarán dispuestos a escucharte y proponer soluciones.

• Recurrir a tus amigos o familiares, aquellos que nos aman nos prestaran la colaboración sin chistar.

• Ser inteligente y saber lidiar con este tipo de situaciones de buena manera.

• Tomar distancia de las personas toxicas y saber distinguirlas.

En esta vida todo tiene solución, solo es tarde cuando se comete la desgracia.