Compartiendo La felicidad.

Esta en todas partes, solo debes sentarte en silencio y observar...
En esta ocasión quiero compartir la historia de este par de encantadoras niñas, ellas son de Vargas-Venezuela.

Un día decidí ir a la playa, al llegar usualmente hay personas encargadas de sillas, toldos,etc.
Me atendió un amable señor que nos recomendó el mejor lugar para sentarse frente al mar, al arreglar las sillas aparecen unas niñas de una casa que estaba muy cerca de allí, sus hijas, ellas sin preguntar ayudaron a su papá y se presentaron se sentaron en la arena y comenzaron a jugar, luego de un rato se fueron a montar olas, justo allí saque mi cámara.

Al ver como ellas simplemente disfrutaban del momento me hizo sentir paz, solo imaginen, el sonido del mar, un buen trago refrescante, una buena compañía y la risa de estas lindas niñas jugando como si solo existiera ese instante para ellas.

Su papá nos comento que la mamá de las niñas falleció durante el parto de su segunda hija, y desde entonces el se ha encargado de ellas trabajando allí en la playa. Ellas van a la escuela, son muy buenas nos dijo, y al regresar ayudan muy felizmente a su papá, parte del día en juegos de mar y otra parte deberes de colegio.

Ellas lo tienen todo, más de lo que muchas personas podrían desear, más grande que el mejor carro o el juguete del momento; tienen un hogar, amor y felicidad para compartir y regalar.