Todavía hay esperanza
He dado un salto grande hacia adelante
en días en que todo parece ir hacia atrás.
Hoy, con ayuda de mis hermanos, puse a trabajar el aire acondicionado de mi apartamento. Es el único aire que tengo. Soy pobre; pero honrado.
Cuando llegué de Perú, mi esposa me dijo que hacía falta comprarle una pieza que es barata. Ese diagnóstico lo hizo en mi ausencia uno de mis hermanos.
Mi esposa compró la pieza (Bs. 14000) y yo la monté, pero había otra falla: El ventilador no giraba. Eso muy probablemente se debía a que había una rolinera dañada. Ayer me traje a mis hermanos Cañañay Freddy. Se determinó que eran dos las rolineras que había que cambiar. Yo tenía una en el carro y Cañaña tenía otra entre sus cosas. Tengo que pagarle el precio de esa rolinera que es para el aire de mi mamá. Son como 15000 o 18000 bolívares.
El nuevo clima de mi apartamento debería ayudar a que fluyan mejor las ideas, y debería coadyuvar a un aumento sustancial en la esperanza y el optimismo. Aunque, en realidad, para mí es fácil ser optimista cuando estoy cerca de mis hermanos.
Créditos del texto e imágenes: Amaponian Visitor (@amaponian)
Grazie signori!
Y si esperas unos días más con el dolar subiendo o el bolivar devaluandose se pondran más caras. @amaponian bienvenido a la realidad.
Siempre habrá esperanzas, y si estás con los tuyos, el amor hace que fluyan muchisimas cosas más a pesar de la crisis.Un abrazo de vuelta, me alegra leer que resolviste esa incomodidad y que te curó @cervantes jajaja, día exitoso, estimado @amaponian...