El placer del anonimato

Mi nombre me lo reservo por motivos personales casi tontos para alguien como yo.

Toda la vida fui una persona muy dada con los demás, era muy observador y conversador, la verdad, empecé a gozar de poca pena cuando entré en la universidad, ya que entre conversas y discusiones fui mejorando mis habilidades para hablar. No era distinto al exponer o hacer alguna presentación de lo que sea.

Ademas, durante la mayor parte de mi vida practiqué karate y cuando me tocaba ir a algún campeonato no veía problema alguno ser observado por el público de las gradas. Siempre me pareció divertido tener público en las modalidades de kata; las "coreografías" de movimientos, desplazamientos, ataques, defensas y llaves que provocan luxaciones con gente viendome me hacia sentir que daba un mensaje de: cuidado conmigo, puedo llegar a ser peligroso. Sin contar claro, con la disciplina, la paz y la fortaleza de mente que te otorga la práctica de un arte marcial.

Pero con la escritura ha llegado a ser distinto, por lo personal del pensamiento que queda plasmado en papel, o en este caso, incluso mas permanente, una blockchain. Donde no puedes recoger lo que dijiste malo o bueno.

Como dijo, Carlos Drumond De Andrade: "La persona que publica un libro, compone una canción, hace una escultura o pinta un cuadro, expone su carne a las fieras. Aquello ya es un producto que salió de él, ciertamente no pertenece mas a él: pertenece a la comunidad."

En esas palabras, en ese pensamiento yace mi preocupación. Exponer mis carnes, mi sangre y mi mente a aquellos que sin haberme visto ya me pueden juzgar por lo que escribo, francamente me aterra; pero el placer que siento por escribir sin que nadie sepa mi verdadera identidad, sera indescriptible ya que solo juzgarán el pseudonimo, lo bueno o lo malo que diga, como lo diga, o cuando lo diga chocara contra una máscara, que no por ser anónimo dejare de ser quien soy, ahí radica mi placer por el anonimato.