Hola amigos steemians, nuevamente aquí con ustedes deseándoles éxito y buena vibra a todos los que forman parte de esta maravillosa red.

El tema que comparto es una de las tantas realidades que afecta a la patria grande de Bolívar, debido a la crisis económica más intensa que ha vivido en su historia el pueblo venezolano.

Comprar efectivo para pagar con efectivo suena paradójico, pero es una realidad bruta que afecta al venezolano.

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Venezuela actualmente presenta un adulterado entorno económico que ha consolidado un hecho insólito: la ausencia casi total de dinero en efectivo; convirtiéndose en otra de las calamidades que padece el venezolano. Conseguir billetes para pagar el transporte público, estacionamiento o comprar comida, requiere invertir horas de espera en bancos o cajeros e incluso hasta pagar por ellos.

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Esto ha generado una etapa de discriminación de precios en los insumos y mercancías a razón de la diferencia en el sistema de pago a utilizar, dando lugar a la identificación de por los menos dos precios por mercancía, uno en efectivo y otro usando tarjeta de débito. Si el producto es pagado con tarjeta de débito, de crédito o por transferencias electrónicas su valor es superior en comparación con el precio si es cancelado en billetes efectivos. De esta manera, se hace aún más difícil la tarea de identificar el verdadero valor de intercambio de los productos, socavándose las bases del sistema de precios de la economía venezolana y alentándose la tendencia alcista de la inflación. La escasez de efectivo se ha agudizado de tal manera que comprar efectivo se ha vuelto tan necesario como comprar comida. Esta escasez ha permitido la formación de un mercado negro donde las personas lo compran con un incremento del 150% hasta un 300% o más de su valor real, es decir, para comprar 100.000 bolívares en efectivo deben pagar entre 250.000 a 400.000 vía electrónica; convirtiéndose en un jugoso negocio para quienes lo comercializan.

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Evidentemente compra y vender efectivo se ha convertido en algo común en toda la geografía venezolana; tal situación muestra cuan enferma esta su economía por la lógica perversa, especuladora y parasitaria de lucro fácil y hasta ahora no existe una política prevista que la pueda frenar.

El incesante incremento de los precios evapora la capacidad de compra del dinero y obliga a contar con más efectivo para las transacciones diarias.

La carestía de dinero en efectivo se siente más fuerte en los estados fronterizos, la demanda es mayor dada la operatividad de las casas de cambio como es el caso del Estado Bolívar, ubicado al sur del país; donde el ciudadano común vive un calvario para poder comprar los productos de su alimentación diaria, ya que estos productos de primera necesidad se encuentran en mercados informales y su venta es netamente en efectivo y en el caso de conseguirlos en establecimientos comerciales y pagarlo a través de los puntos de venta su valor es incrementado a más del 200% o 300%, por ejemplo por un kg. de azúcar cancelas 70.000,00BsF. en efectivo y por transacciones electrónicas tiene un costo de 350.000,00BsF. Cabe resaltar que en este tipo de mercado se comercializa de todo, a precios extremadamente bajos pero SOLO EN EFECTIVO. Es por ello que las personas se ven en la necesidad de conseguir el efectivo y comprarlo por encima de su valor real para poder adquirir productos alimenticios, ya que en las entidades bancarias presentan restricciones en la cantidad de efectivo que se puede retirar por taquilla y dependiendo de la disponibilidad es de 10.000 a 40.000 Bs. Cantidad que no alcanza ni siquiera para pagar la ruta de transporte público.

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Todo el efectivo producto de la comercialización de alimentos (puesto allí por las mafias de la comida) que no se consigue en los supermercados es recogido y usado para comprar oro, que se paga en efectivo en las minas y después, a su vez es vendido por enormes sumas de dinero. El dinero en efectivo se ha convertido en una mercancía donde contrabandistas y “revendedores de dinero” retienen altas sumas para su uso como producto. Como pueden ver es otra fase donde la viveza criolla y la trampa se han convertido en una forma de vida bajo la mirada cómplice de las autoridades.

Existen muchas causas que han llevado a desarrollar este fenómeno social que agobia el día a día de los venezolanos. “Comprar bolívar para pagar con bolívar”. Según opiniones de grandes economistas esto es producto del fenómeno de la hiperinflación que cada día pulveriza al valor del bolívar. Cada vez hay más bolívares circulando en el mercado, pero compras menos por la presión del alza de precio, haciéndolos insuficientes ante la demanda de efectivo.

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@aibeluz