#Reto12Votos Semana 38 - Piojos

Los piojos son parásitos (pediculus) que se alimentan de manera desmedida de la sangre donde se hospedan, se cementa en el pelo a través de una sustancia que los mantienen adherido y ocasionan una piquilla incesante que enloquece a cualquiera producto de la saliva que generan. Son famosos, hay canciones dedicados a ellos (La pulga y el Piojo, Piojitos), comiquitas, cuentos, prevención y además sirve de sustantivo para llamar a los niños (mira piojo, ven acá). Para mi sorpresa un post que involucra anécdotas sobre estos parásitos, madrina @sacra97 es un delito moral, que a continuación los usuarios de steemit podrán apreciar.

Comenzaré por los mitos que leí reciente gracias a un episodio. Los piojos no saltan, se arrastran, son rápidos; el contagio no es por falta de higiene; tiene 6 patas en vez de 8; son colonias diferentes entre humanos y perros, mueren después de 48 horas sin comer, por ello tres días de tratamiento es suficiente. Son detectado entre 4 o 6 semanas no es inmediato y por último no muerden.

En una época no muy lejana, hace 35 años hubo un hecho que a mi madre alarmó, su rostro se deformó, los ojos desorbitados y abiertos acompañaban la pregunta, ¿por qué te rasca la cabeza?, sus sospechas fueron confirmadas en el momento que fui sometida a una revisión exhaustiva, diagnóstico piojos. De ahí no supe más del evento, mi memoria no evoca más allá del rostro de mi madre. No recuerdo cómo logró erradicar el mal de mí, en aquel tiempo había otros métodos opcionales además del champú que hoy día no son recomendado, ejemplo insecticida y el vinagre para niños no es prudente poque el cuero cabelludo es delicado.

Después de un fatídico pasado para mi madre, hubo un nuevo desenlace, era 6 de enero de 2019, hora aproximada 5:00 pm, reunida junto a mi familia de manera espontánea dije en voz alta: me pica mucho la cabeza; mi cuñada me sugirió: péinate, puede ser piojo. Inmediatamente vino a mí el rostro de mi madre, reaccioné como loca, corrí y busqué un peine y una toalla. Inicié el proceso de peinado, cuando de repente sale un animal de mi cabeza, el ambiente se tornó silencioso, acto seguido la carcajada de mis sobrinos con gritos diciendo: ¡Tía tiene piojo!, todos reían; pero como madre con experiencia, mi cuñada con voz imperativa dice: a revisar la cabeza de todos los niños y yo en una esquina asombrada de tener inquilinos en la mía.

Los día posteriores, tratamiento intenso, quien tenía el albergue de piojos era nada más y nada menos que yo, me robé el show, fui egoísta y cree un centro de reclusión o grupo de apoyo para piojos, fueron dos semanas de picor aplicando diferentes productos hasta que encontré el indicado. Una sensación desagradable que te convierte en neurótica después de pasar el nefato momento, quien se rasque cerca de mí, me aparto, voy al mercado con gorra y reviso la cabeza de mi hija cada vez que puedo; poseo champú para quitar <b<piojos y el proceso de esterilizar las sábanas y los cepillos fue un trabajo laborioso que no deseo repetir. Agrego que la sensación de picazón perdura a causa de la sensibilidad del cuero cabelludo por los productos.

Escribir estas líneas provocó una terrible comezón, signo neurótico de una experiencia tráumate que atravesé y no le deseo a nadie padecer de piojos. Así que cuidasen este padecimiento no perdona edad, ni estrato.