Iratxo

Llegaba la noche, una tragedia aquel día, era día de Akelarre* y no teníamos el Eguzkilore.
¿Quién nos iba a proteger?
Más que el sol toco el monte, Aita* nos mandó para casa, saco todos los tesoros de amama* que tenía guardados, ella en sus tiempos era sanadora.
Todos estábamos delante del fuego sintiendo ese miedo a lo desconocido.

La puerta del Kaserío retumbaba y se movía, un frio helador entraba por las rendijas.
De repente el fuego bailaba a un ritmo frenético, las llamas se elevaban y acababan en chispas.
Iratxo se había colado por el quicio de la puerta.
Él era aterrador casi no se le podía mirar, ya que con solo mirarle la ira llenaba nuestros corazones, no era un ser material sino más bien una sensación como una presencia y se rodeaba de hojas voladoras.
Todos gritábamos y aita salió de la cocina…….
¿Dónde estaba? ¿Porque nos dejó solos?
Los ojos lloraban, mis manos querían arrancarlos, el gatito se acercó a mí y mis manos rodearon su cuello y apretaron, aquel pequeño ser me araño en el brazo, sentí tanto dolor que el miedo escapo de mí.
Corrí a ver dónde estaba aita.
El caserío era grande , por fin lo encontré.
Acurrucado en un baúl sacaba un saco que contenía un Eguzkilore.
Él nos salvara la vida, solo hay que colgarlo en el arco de la puerta y él nos librara de los malvados espíritus, sombras y duendes.
¿Pero cómo podemos salir a la calle siendo noche de akelarre?

*-Akelare- fiesta de brujas y seres estraños
**Aita- papa
***amama abuela
Kaserio- casa rural vaska

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