Si hablas con tus plantas, ¡No estás solo!

Para muchos la jardinería es una pérdida de tiempo, para otros sólo un pasatiempo y finalmente estamos aquellas personas que la vemos como mucho más que eso, tanto que, mientras regamos, podamos o replantamos nuestras plantas, les colocamos nombres y conversamos con ellas, para luego tener que decirnos "No, no estás loco", y voltear a verlas para que nos lo confirmen, valiéndonos de que se ha comprobado en muchísimos estudios que las plantas crecen mejor cuando sus jardineros conversan con ellas, o al menos eso es lo que me digo.

Recientemente me percaté de que más de una de mis plantas tiene nombre, y también de que se los coloco sin darme cuenta, hasta que las presento. Suelo ausentarme de casa, al menos una semana entera al mes y procuro cuidar de ellas al máximo mientras estoy, ya que algunas crecen tan rápido que es necesario replantarlas seguido, como Kukulkan, el cactus castillo de hadas (Cereus Hildmannianus), que cabe destacar fue nombrado por mi novio, porque parecía una pequeña serpiente cuando me lo regaló, y que ha crecido tanto que he tenido que alambrarlo para que no se caiga.

Kukulkan actualmente.

Kukulkan cuando lo recibí.

Como pueden ver simplemente no quiere dejar de crecer, lo tengo desde hace casi un año, y desde entonces me he dedicado a coleccionar diferentes especies de plantas para hacer crecer mi pequeño espacio verde, o como suelo llamarlo, mi jardín de rosas hermosas, aunque no tenga ninguna, sin negar que mis favoritos son los cactus y Chicho, un bonsái de ucaro, que resulta ser mi consentido y del que prometo hablarles luego.

Hablando de dar nombres, el mío es Itzel, tengo 24 años y soy arquitecto, mi pasión es el paisajismo y por ello el amor que siento hacia las planta.