Un plan de fin de semana

viernes

El piso estaba vacío. La única luz de techo que brillaba era una en la parte superior del cubículo en la esquina extrema del piso. ¡Ryan seguía trabajando! Era viernes y el reloj de escritorio en la pantalla estaba gritando a las 10 del reloj. Como nuevo participante en el equipo, no tenía más remedio que terminar el trabajo dado, ya que era necesario que lo hiciera para hoy. Todos los demás mayores de él tenían algún trabajo importante que surgió solo en las horas de la noche. Ryan entendió todo esto porque solía pasar muy a menudo. El trabajo importante sería en su mayoría una fiesta nocturna o algún plan de película o salida, para la mayoría de ellos. Él podría llegar a saber por sus mensajes de Facebook al final del día o la mañana siguiente. Ryan estaba trabajando duro para que la tarea se realizara a las 11, ya que se iría a esa hora. A medida que avanzaba a través del código que había escrito durante todo el día para ver por qué no funcionaba como debería, su teléfono suena. Era de su madre y él ya lo estaba esperando, como todas las demás personas de la India esperan una llamada de sus madres al menos tres o cuatro veces al día.

"¿Todavía estás en el cargo?", Preguntó su madre.
"Sí, se irá pronto", confirmó.
"¿Tuviste tu cena?" Otra pregunta de su madre. Ryan sonrió porque sabía que la lista de consultas sería larga e igual como todos los días, y así las respuestas.

"No, lo haré una vez que llegue a mi apartamento", respondió Ryan.
"¿Cuándo te vas? ¡Podrías haber cenado solo en la oficina! ”, Dijo su madre.
"Se cuidará la próxima vez ma", respondió Ryan. Sabía lo que venía a continuación.
“Siempre dices lo mismo cada vez. Nunca cuidas tu salud ", su madre estaba huyendo. Ryan lo vio venir y fue lo suficientemente rápido como para cubrirse. Terminó la conversación respondiendo "Ok, mamá, estoy terminando la llamada, voy a hacer un trabajo".

La llamada terminó y pensó en dar una vuelta y ver a la ciudad cómo se veía en la noche desde el piso 16 de su edificio de oficinas. Fue a la ventana y sus ojos se llenaron de sueño, pensando cómo podrían las personas estar allí a las 10, perder el sueño y correr detrás del caos y ser parte de él, eso también sin conciencia. La vista y el ruido inaudito lo inquietaron y su mareo le pedía que se fuera a la cama. Fue a su escritorio, completó su trabajo, tomó su bolsa y se dirigió a la zona de ascensores.

Mientras buscaba el ascensor y presionaba el botón para ir a la planta baja, el ascensor llegó sin detenerse en ninguna parte, lo que indica que no había mucha gente en el edificio de oficinas para usarlo. Cuando el ascensor se abrió, entró y esperó para aterrizar en la planta baja. Fue al área de estacionamiento, abordó su scooty, se mudó del edificio de oficinas y comenzó su viaje más hermoso, de la oficina a su apartamento. Un viaje que hizo todos los días, pero aún así se sintió especial y una bendición cada día.

Los viernes siempre fueron especiales en el sentido de que significaba dos días festivos en fin de semana y mucho tiempo para uno mismo y también para muchas otras cosas. A medida que se trasladaba del área de la oficina a la ciudad, el tráfico lentamente se aceleraba y aumentaba la densidad. Parecía que un millón de personas se movían rápidamente, yendo a lugares después de perder el sueño y con una expectativa imperiosa de inmensa alegría y felicidad que podrían alcanzar. Con todo el parloteo alrededor, la condición dentro de su mente también era similar.

“Nunca podré entender este fenómeno. ¿Por qué la gente no ama su sueño? Ha cruzado el 11 y, sin embargo, la gente se está moviendo y corriendo. Dios les ayude a establecer su sentido y prioridades correctas ".

Una luz roja a la señal le hizo detener su vehículo. En la última media hora de viaje desde su oficina a su apartamento, esta fue la cuarta parada que hizo. Lo único fue que la cantidad de personas que esperaban que la señal fuera verde era la misma en todos los lados, independientemente de si el próximo turno era suyo o no. Nosotros no somos extraños, nosotros los indios somos especiales en esto. Siempre queremos cosas a nuestra manera y también un trato preferencial, si es posible. Ryan miró a su alrededor durante algún tiempo y una sonrisa apareció en su rostro.

"Ni una sola cara alrededor tiene una sonrisa. Bastante divertido! Todo lo que hacemos y queremos es ser felices y nos olvidamos de ser felices y sonreír todo el camino. No solo de camino a la oficina, sino en este viaje llamado Vida ”.

Pero Ryan estaba feliz por el hecho de que esta observación le hizo sonreír. La luz se puso verde y todas las caras tristes e infelices se fueron y Ryan continuó. Llegó a su apartamento y una mirada a su alrededor significaba que casi todos estaban en casa. Todas las plazas de aparcamiento eran libres excepto la suya. Entró en el ascensor, presionó el botón al lado de su número de piso y rezó si su próxima caminata es al menos cerrar el número de su piso. Salió del ascensor en su piso, llegó a su apartamento y entró.

Ryan tiró la bolsa, se bañó, volvió fresco y poco rejuvenecido y fue a la cocina. Con la esperanza de que hubiera algo de su agrado en el utensilio, abrió la tapa. Esperemos que se tratara de curry de verduras a base de fruta de gato y su favorito y una gran sonrisa de corazón llegó a su cara. Lo tomó y se fue al balcón. Desde allí se podía ver mucha ciudad y era su parte favorita del día y la semana. Le encantaba ver la ciudadcon todas sus formas y virtudes, y como escritor, solía escribir las experiencias que solía pasar como testigo de los acontecimientos que ocurrían a su alrededor. Miró el reloj en la pared del vestíbulo y sonrió a las 11:50 PM Ryan le devolvió la sonrisa con un brillo en la cara. El reloj sabía la razón y era muy simple. Ryan tenía dos días para escribir y servir y hacer lo que quisiera, algo que espera durante cinco días completos. Y otra cosa es que conoce a su familia en la ciudad, que había hecho en los últimos dos años. Tener su cena y presenciar la ciudad a las 12 de la noche fue un placer para él. Terminó su cena, fue a la cocina y luego regresó al balcón con su computadora portátil y escribió, comenzó a escribir. Escribió durante unos minutos, pero pensó en irse a la cama porque tenía mucho sueño. Guardó su trabajo como borrador y se fue a dormir. Dormir era una de sus actividades favoritas, como muchos de nosotros. Fue algo que le permitió escapar del mundo en el reino físico e ir a su mundo de ensueño con la esperanza de que el mundo sea mejor que el de hoy. ¡Un mundo en el que puede ser como era antes de convertirse en adulto!

sábado

El mundo estaba despierto, corriendo, trotando y sonriendo. Ryan estaba medio despierto y el reloj sonreía sarcásticamente 5 porque sabía que no se levantaría. Ryan sintió que pasaban dos horas más antes de poder levantarse de la cama. Esperando esto volvió a dormir. Estaba acostumbrado a dormir un poco más los fines de semana, ya que tenía que recuperar el sueño perdido entre semana. Un hábito que estoy seguro que la mayoría de nosotros tenemos y es bueno tener. Las dos horas fueron muy rápidas y fueron 7 pronto.

Ryan finalmente tuvo que salir de la cama y refrescarse y finalmente ponerse la estera de yoga. Un lugar que se ha convertido en su favorito en un corto período de tiempo y algo que se aseguró de que esté sano, en forma y fuerte. Después de una sesión de yoga, pranayama y meditación de dos horas de duración, tomó el desayuno y sacó un diario para planificar los preciosos fines de semana más esperados. Aparte de escribir, tenía mucho que hacer y muchas personas que conocer. Un espectro completo de vida holística lo esperaba en los próximos dos días.

Ryan se dijo a sí mismo: "Déjame comenzar escribiendo un poco. Un feliz y alegre comienzo para otro fin de semana increíble. Las personas a veces se sorprenden por el hecho de que mi salud general depende en gran medida de si escribo mucho, aparte de tener alimentos saludables y hacer yoga, pranayama y meditación. Pero sé que está ahí y lo necesito. Después de escribir lo suficientemente bien, conduciré hasta el centro de jugos cercano y tomaré por lo menos dos vasos de jugo de frutas. Luego nos dirigiremos hacia el orfanato cercano para encontrarme con mis amigos angelicales, pasar un tiempo con ellos y darles algunos chocolates, dulces y galletas para Deepavali.

Luego necesito ir a un hogar de ancianos y pasar un tiempo allí y afirmarles que alguien está allí para cuidar de todo. No necesitan preocuparse y simplemente relajarse. Para ese momento será el mediodía, puedo almorzar en algún lugar y luego volver aquí y escribir de nuevo. El descanso lo planearemos por la tarde ”.

Continuó con la historia que dejó hace unos días y escribió durante bastante tiempo. Eran las 10:30 cuando pensó en salir a divertirse en una actividad de servicio y cerró su diario. Cogió su bolso y las llaves y la billetera y se fue a levantar. Descendí en el área de estacionamiento y emprendió su andar por el mundo. Un mundo donde él puede ser él mismo y simplemente hacer lo que se siente y ser lo que quiere ser. Los fines de semana eran especiales para él, no porque fueran vacaciones, sino porque podía ser escritor a tiempo parcial, vagar por ahí con personas con el mismo interés de servir y hacer sonreír en las caras de otras personas y simplemente disfrutar de la libertad y la dicha de ser natural.

Para Ryan, ser natural significa escribir, cantar, bailar, meditar, hacer yoga y pranayama, y ​​ser útil para las personas y el mundo. Esta es la única razón por la que los fines de semana eran tan especiales para él. Se sentía vivo en esos momentos de ser él mismo y una expresión de esa libertad y dicha era evidente en su rostro y en su lenguaje corporal cuando salía de la ciudad.