Lobo feroz / El suicidio como única salida

A continuación, les compartiré la segunda parte de mi experiencia tras haber vivido por 15 años el mundo de la depresión.

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Hago pública esta experiencia porque sé que exponiendo testimonios como estos, puedo ayudar a una persona que esté atravesando por algo similar y a través de alguien más, pueda sentir que no está solo/a y sí hay formas para salir de esa enfermedad tan terrible.

Sin más que añadir, aquí les cuento:

Aunque estuviera en lugares recreativos, me aislaba o disipaba porque me sentía extraña

Hablar del suicidio es un tema muy controversial y debatible. Algunas personas inmediatamente lo vinculan con asuntos diabólicos o en su defecto, etiquetan al individuo en cuestión como un ser humano débil.

No hay que levantar juicios de manera premeditada porque, con propiedad les digo que, para llegar a ese acto, hay que tener una valentía elevada y la razón es que, planificar cómo vas a arremeter con tu vida o tener en tu mente esa opción, es fuerte de procesar antes, durante y después (en caso de no haberlo ejecutado claro está), por lo que, es recomendable no añadir diminutivos calificativos ante las acciones que tenga una persona si en realidad no sabemos lo que está atravesando en ese momento.

Muchas personas hoy día hablan de depresión, pero, pocas veces conocen sus tipos, definición o la características que puedan servir de alertas para indicar que alguien está en ese estado, no obstante, les mencionaré los 4 tipos existentes acotando que, a causa de ellas, se desprenden 3 trastornos.

Estas son:

• Episodio depresivo mayor o menor: la persona tiene constantes sentimientos de tristezas, es pesimista en todo momento y a su vez, a esto se le suma la apatía, ansiedad e inestabilidad

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• Depresión subclínica: La persona que está controlada por el lobo (depresión) subclínico, pasa por inadvertido porque desarrolla la capacidad de ocultar qué es lo que en realidad está sintiendo y la persona no llega al acto de querer quitarse la vida

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• Depresión con síntomas psicóticos: La persona tiene ideas delirantes o alucinantes debido a que hubo un suceso en su pasado o presente en el que le sembraron la idea de ser culpable del desenlace de algún acontecimiento. Al sentirse culpable, la mente se bloquea, hay sentimientos de rabia hacia sí mismo y por esa razón, la idea del suicidio llega con facilidad.

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• Trastorno bipolar: Son episodios que constantemente afectan a la persona deprimida porque surgen variaciones de temperamento, las características más comunes que podemos ver en estas personas es que son eufóricos, hiperactivo y sienten mucha rabia.

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En lo personal, durante esos 15 años con esta enfermedad, logré conocer lo que es tener los 4 tipos y sus 3 trastornos. En su momento, me daba mucha vergüenza reconocerlo y admitirlo, pero, con mucha ayuda logré vencer ese sentimiento para así aceptar el problema que tenía y mejorar para ya no tenerlo.

Una de las preguntas más recurrentes que me hacen las personas cuando saben que fui paciente clínica por padecer depresión es: "¿En algún momento quisiste hacerte daño o tan solo lo pensaste?". Hoy día, cada vez que me hacen esa interrogante caigo en una nueva reflexión y me genera otro aprendizaje, por lo que, le agradezco a cada persona que emite dicha interrogante.

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Ahora bien, la respuesta a esta interrogante es SI.

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No solo lo pensé, también lo planifiqué y estuve a punto de ejecutar esa acción, pero, la intervención divina de Dios apareció justo de realizar un grito de dolor que, en ese momento, para mí significaba que por fin iba a terminar el sufrimiento que formaba parte de mi vida.

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No me siento orgullosa de ese episodio en mi vida y me hubiese encantado no haber llegado hasta ese nivel, sin embargo, en la actualidad agradezco haber vivido esa experiencia porque puedo servir de testimonio para las personas que están pasando por una situación similar a la mía.

Dios con su magia divina intervino en el momento perfecto para no coaccionar conmigo misma y desde ese momento, tengo la convicción más grande del mundo de que Él no nos dá cargas que no podamos llevar y siempre está con nosotros para evitar que algo malo nos ocurra.

Eternamente le diré ¡Muchas gracias! A todas esas personas que siempre me tuvieron en sus oraciones porque ellos, también fueron apoyo para que Dios en todo momento estuviera pendiente de mí y aunque tocara fondo, jamás me iba a dejar caer.

Cuando superamos la depresión, sentimos que sonreír y disfrutar la vida es un estilo de vida

Considero este suceso como la peor recaída que tuve durante mi padecimiento depresivo porque, en todos esos años, jamás llegué a un punto tan crítico; ni siquiera pensé en el alcohol o drogas como salida, pero, con solo ver que llegué hasta el intento de suicidio, me motiva más a luchar para que la depresión no siga mordiendo a las personas.

Desde ese momento, me aferro más a la vida y por supuesto, a trabajar para ayudar a todas esas almas que están siendo devoradas por esos lobos feroces. Dios me dio la bendición de ver renacer una nueva Pahola y esa versión renovada, es la que siempre estará para todos los que me permitan entrar a su vida.

Las etiquetas o estigmas no son buenas, por ello, de corazón les pido que eviten señalar a alguien si lo ven distante, mal humorado, triste o con alguna característica que no sea la reglamentaria.

Es importante dejarles claro lo siguiente; con esta afirmación no estoy queriendo decir que justifico o avalo el tema del suicidio, porque, no es así, ya que, con la consciencia que comencé a tener al respecto luego de estar a punto de ese acto, tengo la certeza de que, eso se puede evitar confiando plenamente en Dios y por supuesto, buscando ayuda en personas especializadas.

Jamás olvidemos que el suicidio no es la salida o solución de los problemas... Si están atravesando por episodios depresivos, busquen ayuda especializada porque esa sí es la salida.

¡Muchas gracias! Por dedicarme unos minutos de su vida y leerme... Me despido de ustedes deseándoles mucha salud y vida.

Hasta la próxima lectura