Reflexiones de Montaña. Capítulo 6: ¿Adaptarse o Adaptar?

... es lo que nos permite adecuarnos a ambientes y situaciones hostiles, para conseguir la supervivencia. Salvo algunas excepciones lamentables, específicamente con nosotros los humanos, que llegamos a un lugar y en lugar de adaptarnos, lo adaptamos.

En estos últimos años he visto que el parque nacional donde suelo practicar senderismo, ha sido víctima de muchos cambios con fines mercantilistas, puedo entender que el turismo es una de nuestras fuentes principales de ingresos, pero no debería ser a costa de la naturaleza, pues ella en sí es un atractivo turístico por sí sola.

Sin embargo vemos carreteras asfaltadas, necesarias para los poblados que hacen vida dentro del parque, pero modifican mucho la estructura natural de la montaña. También se han creado asentamientos nuevos en esas pueblos, construyendo casas de lujo, centros nocturnos y ferias de comida, como si en la ciudad ya no hubieran bastante.

Lo más triste es que talan árboles y queman bosques, con la excusa del progreso, hasta que la naturaleza llega a su límite y recupera sus espacios, sin tener que pedirle permiso a nadie.

En las analogías de la vida, pues resulta ser que en nuestro mundo, las personas que llegan cambiando todo, literalmente, a las personas, imponiendo criterios, queriendo controlar situaciones, se les vanagloria y se les pone el título de "persona con carácter", pero son controladoras y quieren manejar todo.

¿Y qué pasa? Que la vida siempre nos da lecciones de humildad, enseñándonos que es más fácil adaptarnos a las personas, a las situaciones, aprendiendo a vivir con ellas sin dejar de ser nosotros mismos. Si no nos gustan, somos libres de irnos a otros lugares, buscar nuevas situaciones o frecuentar otras personas que se adapten a nosotros.

Porque cuando queremos controlarlo todo, modificarlo y cambiarlo a nuestro antojo, al igual que la montaña, la naturaleza va a tomar su camino. No podemos cambiar a las personas, simplemente porque aunque se muestren dóciles al principio, va a llegar un momento en el que no se van a sentir bien que otra persona decida por ellas y los anule.

Las situaciones nunca se controlan por completo, solo aquello que depende de nosotros, pretender controlar otras cosas es completamente absurdo. La vida siempre nos va a poner en nuestro sitio cuando pretendemos ser controladores. Solo podemos actuar ante las situaciones, no controlarlas.

Y cuando creemos que podemos controlar todo, la naturaleza hace su parte. Las personas se alejan, las situaciones se salen de control y todo nos sale mal. Luego culpamos a los otros, porque no somos capaces de entenderlo.

Espero que les haya gustado la reflexión de hoy. Espero verlos en una próxima entrega. ¡Hasta la próxima!