Reflexiones de Montaña. Capitulo 1: El Camino a la Cumbre

Hubo un tiempo en que sentía que la montaña era tan inmensa que nunca llegaría a la cima, por el trabajo, tiempo y esfuerzo que ello requería. Siempre pensé que no tenía tiempo para hacer eso y que con algunos paseos a unos puntos conocidos por los visitantes comunes era suficiente.

Luego la monotonía de visitar lugares llenos de gente, que creian que habian logrado la gran hazaña de su vida en un paseo de 45 minutos, me comenzó a parecer aburrido. Por lo general iba acompañado y cuando sugería ir más lejos, todos me veían como si hubiese dicho un disparate o una locura.

Como no conseguí apoyo desisti de la idea, aunque siempre soñaba con llegar más lejos. Con el tiempo las personas con las que iba de paseo se fueron alejando por diferentes razones, al punto que no tenia con quien ir y deje de visitar la montaña. Al menos por un tiempo.

Después de varios meses sin ir, mi mamá se sintió extrañada de que los fines de semana no me dedicaba a esa actividad que tanto me gustaba. Un domingo de aburrimiento en casa, solo viendo Netflix y esas cosas, ella me pregunto por que no habia ido mas a la montaña. Ahora en retrospectiva creo que le di la respuesta más patética de mi vida, "No tengo con quien ir". Su respuesta fue más contundente, "Yo no recuerdo que hayas nacido morocho con nadie".

Aunque las personas siempre conflictuamos y creemos que nadie nos entiende, creo que recibí una gran lección en ese momento. Y es que en la vida no todos los caminos se recorren rodeados de gente, hay caminos que debemos recorrer solos, aunque no nos guste.

Así que después de darle vueltas, como todo adulto joven, entendí que mi mama tenia razon, si queria llegar mas arriba no tenia que esperar que nadie me acompañara, si nadie quería ir debía recorrer mi camino solo. Y así hice.

Comencé con pequeños logros a puntos más altos, notaba que mis amistades al enterarse me llamaban para decirme que me acompañarían, pero nunca iban. Caminaba cada vez más lejos y llegaba cada vez mas y mas alto, hasta que cuando estuve preparado hice mi primera cumbre. ¿Saben que es lo mas trascendental de llegar a la cumbre? Poder ver el mundo como solo unos pocos lo han visto.

No solo eso, te das cuenta que tu cumbre es solo una de un número de infinitas cumbres, que en ese momento están a tu alcance, tu decides si seguir adelante o llegar más lejos. Por eso ya no me burlo de los que hacen paseos de 45 minutos, para ellos esa es su cumbre, simplemente no desean llegar más lejos y eso no es malo.

Luego de 38 cumbres, esperando las que vienen, me he dado cuenta de la verdad, que todo esta conectado, la vida es una alegoría de todo, yo lo veo como la metáfora de un viaje a la montaña, pero sin duda nuestra perspectiva personal hace que la veamos en todas nuestras actividades.

Todos los caminos son individuales, las personas entran y se cruzan en el nuestro, pero no quiere seguir que estarán durante todo el sendero con nosotros y muchas veces nos va a tocar recorrer el bosque solos. En realidad es esas etapas es cuando más aprendemos del camino (nuestra vida) y de la propia montaña.