Saludos estimada comunidad #steemvenezuela, nuevamente en esta fabulosa dinámica, lunes de escritura y esta vez, con un nostálgico lunes literalmente hablando. Eran las 6 am en punto de ayer y mi mama se levantó a montar su olla de café y yo, la de la sopa de costilla; me gusta montarla temprano para que la carne se ablande bien y agarre gusto para la hora de echar la verdura. Listo el café, nos servimos una taza cada una recién colado y al abrir la ventana para divisar el panorama en la calle, v vimos varios vecinos parados en la misma y dos dijeron simultáneamente:

Chulo, nuestro vecinito de 21 años que para mi nunca dejo de ser eso, mi vecinito; lo vi crecer desde el vientre de su madre, luego en pañales, calzones, comer moco, ir a la escuela por primera vez, hacerse adolecente, graduarse de bachiller, trabajar con éxito en el comercio con su papa y hasta hace poco mas de un año lo vi casarse con una linda joven que le tuvo una princesita bella. La noche anterior me paso perfumado por un lado y le eche bromas, me dijo alegre que se iba de rumba y escuchar que ya no estaba en este mundo terrenal, que arrebataron su vida; fue trastornador para mi, casi increíble.

Pero al correr a su casa justo al lado de la nuestra, ahí estaban unos instrumentos funerarios y otra vecina quitando algunas telarañas, esperando por su cuerpo inerte. Mery, su madre y muy querida vecina; la costurera estrella del barrio como yo jocosamente la llamo estaba devastada y la llegada de los vecinos de la cuadra no se hicieron esperar uno a uno; en especial las ancianas como doña Fany, que ha perdido varios hijos y no vacilo en ir a darle un fuerte abrazo de consuelo y recalcarle que conocía a la perfección su dolor.

De esta manera fue transcurriendo la mañana, ya casi las 12 y el cuerpo de Franklin, nuestro querido “chulo” no llegaba porque lo asesinaron y entre las averiguaciones de los cuerpos policiales y declaración de testigos; todo se retrasó. Sonaban los rumores que fue una riña colectiva en una fiesta y le dio una bala perdida que perforó su pulmón; otros decían que la bala si fue dirigida a el por un crimen pasional; lo único cierto es que el, yacía muerto y como expresaba su destrozada madre; nada le devolvería la vida a su hijo, ni siquiera, encontrar un culpable. De eso se encargaría Dios .

Mientras, ya en la mencionada casa no cabía la gente entre familia, vecinos, allegados y amigos; tanto, que gran parte esperábamos afuera la llegada del joven cuerpo sin vida de “chulo” hasta que ya a la 1 de la tarde, finalmente llego la carroza fúnebre con el mismo. Ya mi mama le había echado la verdura a la sopa y yo entre a darle los últimos toques. Luego me bañe, almorcé, me cambie de ropa y volví al velorio del vecinito hasta altas horas de la noche que lo acompañe con casi todos los vecinos del barrio presente y una avasallante juventud que también lo acompaño hasta el final .

Dicho acompañamiento fue según ellos, como a el le hubiese gustado y no lo dudo, fue un muchacho tan alegre, fiestero, bailador y en ese ambiente encontró su muerte, las madres por lo general, tratamos de evitar la alta concurrencia a los mismos; pero casi siempre nos hacen caso omiso.

Entonces sus amigos le colocaron música, su música predilecta (salsa y vallenatos) a todo pulmón y cuando sonaba alguna que todos coincidían era una de sus favoritas, se la cantaban en coro dedicándola a su féretro. Esto lo cuestionaron algunos vecinos mayores, evidentemente la juventud enfrenta la muerte diferente hoy en dia; bueno, en realidad todo! .

El hecho que deseo resaltar es que mi barrio Monteverde estuvo conmocionado si; pero unido y firme dando el ultimo adiós a “chulo” y consuelo a mi vecina Mery quien nos repetía no la dejáramos sola y a toda la familia Rojas. En la entrada del cementerio parecíamos hormiguitas: peatones, bicicletas, motos, carros, busetas (tome esta foto llegando al cementerio en una, por cierto) y dentro de lo nefasto; mi vecina expreso lo siguiente:

Monteverde en pleno en el cementerio dando a "chulo" su ultimo adios. Falcon/Venezuela

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Hijo, no se si puedes ver la cantidad de personas que están acompañándote en tu ultimo adiós por voluntad propia, llorando tu partida y expresando palabras de cariño; lo que si te puedo decir es que viendo esto, a tus escasos 21 años, me confirma que lo hiciste muy bien!!

Fotografías propias, tomadas con mi Motorola G1