Contagiando alegrías

  Uno de los estados de ánimo más positivos y placenteros que podemos experimentar las personas es el que emana la alegría porque, a través de él le abrimos la puerta a las eventualidades positivas que nos depara la vida en nuestro día a día.

  La alegría es un sentimiento que experimentamos a nivel individual y colectivo ya que, cuando nos sentimos alegres, tenemos la facultad de contagiarla por ello se ha afirmado que, dicha emoción es la vitamina perfecta para lograr el bienestar emocional de todos los seres humanos.

  Tener la oportunidad y bendición de poder disfrutar un nuevo día, para mi ya es un extraordinario motivo para sentir alegría porque, tendré 24 horas para explorar eventualidades evolutivas en mi vida. Sin embargo, en este día particular lo que ha duplicado esa agradable sensación es que, hoy en horas de la noche voy iniciar un nuevo entrenamiento de atletismo que me permita durante los próximos 6 meses mejorar mi tiempo en este deporte para así, a finales de este año lograr la meta que me propuse en el mes de enero de tener habilidades en esta área deportiva que tanto bienestar físico y mental me ha brindado desde que comencé a practicarlo diariamente.

  La alegría es una emoción muy efímera y, aunque hagamos lo elemental para que esa sensación se mantenga en todo momento, las cosas no siempre son así por ello, con mucho pesar me he dado cuenta que en la vida hay más dolor que alegría ya que, nuestra sociedad en muchos contextos está fracturada y mientras esta lesión se siga extendiendo de generación a generación, la alegría se limitará muchísimo más. En este punto quiero dejar presente que, a pesar de que el dolor esté más presente en la vida, no debemos dejar de trabajar en asegurarnos que la alegría sea la emoción que domine en la vida porque, el dolor genera muchos problemas.

  Soy consciente lo importante que es hablar de nuestros problemas porque, acumularlos en nuestro interior lo que genera es daño emocional por ello, los hablo cuando es necesario y lo hago con una persona en específico ya que, estas cosas no son para expandirlas como si somos un libro abierto. Ahora bien, en cuanto a mis alegrías se refiere, estas si las hablo con mayor libertad; preferiblemente con las personas más cercanas pero, entre ambas eventualidades, admito que comparto con mayor fervor la alegría además de que, he notado que esta acción tiene la facultad de estimular esta sensación en la persona con quien comparto mi sentir.

  Sí me considero una persona alegre y diariamente estoy trabajado en mantenerme en ese estado de ánimo porque, me permite disfrutar plenamente de las cosas positivas que suceden en mi cotidianidad y, gracias a que he experimentado todo lo agradable que la alegría emana, comparto esa sensación con las personas de mi entorno para que también se contagien de lo bueno que yo les puedo transmitir y todo lo demás que hay en nuestro entorno individual e incluso social ya que, siempre existen cosas alegres que podemos dar y recibir porque, la alegría es vitamina recíproca.

¡Muchas gracias por leer mi publicación!

^{Las imágenes presentadas en esta publicación, son de mi autoría, fueron tomadas con mi teléfono celular Tecno Spark Go 2024 y tienen exclusividad para esta publicación}

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