Existen muchas cosas que provocan placeres en nosotros, muchos tienen inclinación por el fútbol, otros por la fotografía, a algunos les gusta nadar, andar en bici, ver peliculas u otras cosas.

Para mi el mayor sentimiento de placer, se genera cuando ayudas a los demás. Sin esperar nada a cambio y solo confiando en que Dios está viendo el trabajo que haces con tus manos.

_{Imagen de mi galería personal, Selfie con la lasagna.}

Se ha vuelto una costumbre en casa festejar los grandes momentos con una deliciosa Lasagna, mejor llamada Pasticho en Venezuela. Y cada vez que me toca cocinarle a alguien, recibo las gracias, pero a cambio suena un delicado ''el placer es todo mio''.

_{Imagen de mi galería personal, cocinando la carne.}

No suelo ser amante de la cocina, porque desde pequeña no me acostumbraron a cocinar para mucha gente. Pero con el paso del tiempo he aprendido que la cocina puede que sea algo más que solo ''cocinar''.

Hace pocos días llegó mi papá de viaje y mi mamá me susurró al oído ''Vamos a hacer una lasagna'', y me quedé pensando, mi mamá tenía casi un mes sin ver a mi papá y lo primero que dice es que quiere prepararle su comida favorita, como si de el mejor acto de amor se tratase.

_{Imagen de mi galería personal, cocinando la carne y la salsa bechamel.}

Con anterioridad habíamos comprado los ingredientes principales como las laminas de pasta, la carne y el queso, los demás ingredientes los teníamos en la bodega de fácil acceso. Como les dije, no suelo involucrarme en la cocina, pero cuando se trata de cocinar para alguien amado una comida especial, me tendrán allí de primera dándolo todo para que quede sabrosa.

_{Imagen de mi galería personal, armando la lasagna.}

La preparación fue simple, picamos los aliños, cocemos la carne como cualquier otro día. Después preparamos el agua para las laminas y mientras tanto mi mamá se encargó de preparar la salsa bechamel.

Esta solo se prepara con leche, ajo, sal, un poquito de harina y un batidor. Batir hasta dejar la cremosidad al punto.

Cuando llegó la hora de montar la lasagna, mi mamá me ayudó un poco a saber como iba a distribuirse el relleno. Siempre intentando dejar una capa de pasta y otras tres capas de carne, queso, salsa blanca.

_{Imagen de mi galería personal, la lasagna lista.}

De la emoción se nos olvidó tomar fotos del pasticho recién sacado del horno jejeje, solo tuvimos que esperar unos 30 minutos a fuego medio bajo. Durante todo el proceso podía notar la cara de felicidad de mi mamá, porque para nosotras cocinar es dar amor a nuestros seres queridos y amados.

Al menos eso me ha enseñado mi mamá.

_{Imagen de mi galería personal, Selfie con la lasagna.}

Mi papá al llegar disfrutó de una gran porción de pasticho/lasagna, si quieren ver un poco más pueden ir a mi diario de ayer. De igual forma, dar amor con la comida no solo significa bendecir a los que conoces y amas profundamente, si no también a aquellos que no forman parte de tu circulo familiar o de amistad, amar como Dios lo pide y sentir placer por lo que haces te hace servir con el talento que te fue entregado.

Para que en algún momento, Dios se acuerde de todas las cosas que hiciste en la tierra para no solo bendecirte a ti, si no a otros. Aquí un resumen del trabajo que he realizado desde que soy parte del grupo para desayunos de la iglesia, y así poder decir;

¡Para mi es un placer servir en la obra de Dios con la cocina!

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