Relato: La dama, el catrín y el valiente (Concurso Lotería Mexicana)

Nota de la autora: La siguiente obra se suscribe en el concurso "Lotería Mexicana", auspiciado por @leveuf. Si quieres participar, checa las bases aquí.

La dama ve a la distancia al valiente caminando tranquilamente en medio de las calles atestadas; detrás de ella, el catrín estaba cortejándola inútilmente sin darse cuenta de cuánto aburría sin cesar a la joven y del amor que ésta profesa al bravo caballero que, sin temor alguno, se había lanzado a la muerte en el fúnebre campo de batalla.

Era tal el amor que suspiraba por aquel muchacho valeroso, que en su mente la joven pensó en mil planes para llamar su atención. Poco ella sabía que el caballero que caminaba hacia ellos le correspondía en sentimientos, y verla siendo perseguida por el catrín, hombre de alcurnia en apariencia y de orígenes mercantiles en realidad, le hacía pensar en cómo rescatarla de aquella
presencia insoportable.

Ambos cruzaron miradas discretas antes de continuar su camino, arriesgándose a que el rico caballero los viera. Éste le detuvo, saludándole con cortesía; le preguntó si estaba disponible esa noche para una cena que lanzaría en honor de la dama. El valeroso hombre, sin medias tintas, le dijo que sí tenía tiempo disponible.

El catrín, contento, lo citó a las 8 de la noche, hora de la cena. La dama, temiendo que su odioso pretendiente esté pensando en hacerle algo, urde una estratagema para encontrarse con él antes.

Tras una breve investigación, la joven se apareció en las puertas del hogar del muchacho; los sentimientos que se dijeron, la entrega que hicieron del uno al otro… Todo eso se quedó en las cuatro paredes de aquel hogar que sería abandonado en las horas posteriores.

Todo el pueblo estaba consternado; nadie pudo imaginarse aquel amor prohibido entre una muchacha de alta alcurnia y un joven modesto. El catrín, quien también estaba enamorado de la dama, solo pudo calmar su desgracia con un pastel de chocolate.