Digital image for the day is made according to my own imagination and thoughts (your writing story competition(98)/"EL SILLÓN DE MI IMAGINACIÓN"

Cada vez que tomo esta fotografía en mis manos me llegan aquellos recuerdos de cuando era un niño, en el momento menos esperado estaba en ese lugar viendo a mis amigos sentados en la montaña, nuestros abuelos alrededor del río y todos nosotros disfrutando del rico mangar del agua que salpicaba nuestros pies.

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¿Por qué estábamos en ese lugar? siempre me lo pregunté, ya mis padres no están para responderme, pero cada vez que me traslado allá me parece escuchar la voz de papá diciéndome "todo estará bien, anda juega con tus amiguitos" , ¿qué amigos papi? ellos son mis primos, si ya lo se, pero tambien son tus amigos, ve a jugar.

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No esperé tres pedidas, solo se escuchó el golpe del agua zas...zas...zas... cuando lo sentí en mis pies, papá me indico con su dedo en los labios que hiciera silencio, shist...shisst... y se acercó a mi oído y me dijo ¿recuerdas el sillón de la abuela? ¿el sillón de tu imaginación? si, papi lo recuerdo, ve ahora y siéntate en ese sillón.

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Salí chapoteando el agua chap..chap... chop... chop... en menos de 5 minutos estaba sentado en en sillon de mi abuela el que papa le decía el sillon de mi imaginación y empezaron a llegar imágenes, pensamientos, caricaturas, paisajes y un sin numero de juegos con los que me divertía, reía, lloraba, aplaudía era un momento mágico.

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Empecé a ver a todos como árboles en medio de un rió, allí está papá charlando con mama, mi primo andrés con Luisa, Karla, Darvelis, Alejandro y Marcos, todos sentados en la montaña, eran árboles, todos eran árboles que se jugaban batiendo sus ramas contra el viento, me acerque a ellos salpicando agua desde donde estaba y allí empezó el bochinche.

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Hoy después de largo tiempo revisando de nuevo mis recuerdos entendí todo, absolutamente todo... hoy me senté en la silla de la abuela a observa la fotografía de esos momentos que realmente no eran los mejores momentos, era el funeral de mi abuela, la dueña del sillón donde me acurrucó muchísimas veces y a quien adoraba.

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No eran árboles, ni tampoco un río, era un un homenaje a mi abuela de todos los seres que la amaban, quietos y en silencio dándole su último adiós, papá conocía muy bien mi secreto para vivir todos estos momentos, cuando mi hermana Dina se cayo en el parque, cuando mamá estaba en cama con sus dolencia, cuando papá lloraba en las madrugadas por la enfermedad de Dina, siempre... siempre... salia corriendo a sentarme en el sillón de la abuela, el sillón de mi imaginación y él lo sabia.

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Guardo con pasión esta fotografía y conservo el sillón de la abuela cuidadosamente. ¿llorar? si un poco, y como no hacerlo, era tan solo un niño que intentaba olvidar desparecer de todos aquello momentos que me hacían daño, donde por cierto hoy estoy sentado remembrando aquellos momentos.