Una imagen una historia

Raquel, abrazaba sus libros contra su pecho, mientras cruzaba la calle por el paso peatonal. El ruido del tráfico y el bullicio de la ciudad pasaban desapercibidos para ella; Eran como si no existieran.

Sus pensamientos estaban inmersos en los desafíos que enfrentaba, sin embargo, ella sabía que podía con lo que fuera, porque el poder estaba en su mente subconsciente.

Su mantra era una verdad que se repetía a sí misma cada día, confiando en que su mente, le daría la solución en el momento oportuno.

^{Imagen tomada de la publicación de @franyeligonzalez}

Cada mañana, antes de salir de su casa, Raquel se paraba frente al espejo y repetía cinco afirmaciones, tres veces cada una, como si estuviera hablándole a su reflejo con toda la convicción del mundo: "Soy fuerte. Soy capaz. Soy inteligente. Tengo el poder de cambiar mi destino. Todo es posible para quien cree que lo es."

Estas palabras eran su escudo, su brillante armadura contra las incertidumbres, los dardos y los miedos que intentaban acecharla en todo momento. ¿Sabes de alguna historia así?

Raquel había aprendido desde muy joven, que la vida no siempre era fácil. Su madre, una mujer sabia y resiliente, le había enseñado la importancia de creer en sí misma. "Raquel", le decía, "tu nombre significa oveja de Dios, y como tal, estás destinada a grandes cosas, bajo la guía y protección divina," y estas palabras resonaban en su mente mientras enfrentaba cada obstáculo.

Hoy, sin embargo, los problemas parecían más grandes que nunca.

La presión de los estudios, las expectativas familiares y sus propios sueños de emigrar a otro país, la tenían abrumada. Sentía un nudo en el estómago al pensar en el examen que tenía al final de la semana. Pero en medio de esa tormenta de pensamientos, la voz de su subconsciente le susurraba que tenía la fuerza para superarlo todo.

¡Qué maravilloso! Cuando nadie te da ánimos y fuerza para salir adelante, desde nuestro interior, surge una majestuosa voz que lo hace.

A medida que cruzaba la calle, sus pasos se hicieron más firmes. Recordó las palabras de su madre y las afirmaciones que había repetido esa mañana. "Soy fuerte. Soy capaz. Soy inteligente. Tengo el poder de cambiar mi destino. Todo es posible para quien cree que lo es." Cada afirmación elevaba su espíritu, llenándola de una energía que la hacía sentir invencible.

Al llegar al otro lado de la calle, respiró profundamente. Los libros en sus brazos representaban más que solo conocimiento; eran símbolos de sus aspiraciones y de su compromiso con su futuro. Recordó la promesa que se había hecho a sí misma y frente a un espejo: Rehúsa, rehúsa, rehúsa a darte por vencida... siempre avanza sin importar lo que esté ocurriendo.

La tarde transcurrió con una serie de pequeños desafíos: un profesor exigente, una tarea complicada y un malentendido con una amiga. Pero en cada momento, Raquel se repetía sus afirmaciones, manteniéndose firme en su convicción de que podía manejar cualquier cosa que la vida le arrojara.

Cuando llegó la noche, Raquel se sentó en su escritorio y abrió sus libros. El cansancio intentaba apoderarse de ella, pero la determinación en su corazón era mucho más fuerte. Sabía que el camino no sería fácil, pero también sabía que tenía el poder dentro de sí misma para superar cualquier obstáculo.

Antes de irse a la cama, Raquel se miró en el espejo una vez más.

Con una sonrisa en los labios y una chispa de determinación en sus ojos, repitió sus afirmaciones. "Soy fuerte. Soy capaz. Soy inteligente. Tengo el poder de cambiar mi destino. Todo es posible para quien cree que lo es."

Raquel ya sabía que la batalla más importante se libraba en su mente.

Y con cada día que pasaba, se hacía más fuerte, más segura de que podía con lo que fuera. Porque, al fin y al cabo, el poder estaba en su mente subconsciente, y ella, tal como su propio nombre lo afirmaba, estaba destinada a grandes cosas.

Si por alguna razón esta historia te parece conocida, solo debes pararte frente a un espejo, mirarte fijamente a los ojos, y ver que, aunque tu nombre no sea "Raquel" también tiene un significado poderoso, y que también eres capaz de surgir de las cenizas como el ave Fénix y remontarte a las alturas, porque ese es el lugar a donde perteneces.