Amaneció y agradecí, me levanté algo temprano dentro de todo, pendiente de muchas cosas que siempre, aunque no queramos, atormentan pues son cosas del día a día que hay que resolver. Sin embargo, respiro profundo y bueno, espero porque hay que ir con calma y no colapsar, como dicen por ahí, Dios proveerá y veremos.

Desayunamos y la mañana pasó tranquila, limpié un rato la computadora y uno de los cuartos. Dediqué la mañana a limpieza para que no se acumule el polvo, después la tarea es más pesada, la experiencia pasada me lo recuerda.

El cafecito de la mañana borra todas las preocupaciones y me hace sentir esperanza por el nuevo día, como dicen por ahí, Dios aprieta pero jamás ahoga, eso es así.

Llegó rápido el mediodía y tocó hacer almuerzo. La tarde se puso oscura y llovió un poquito, alcancé a recolectar algo de agua de la lluvia. Aseamos la cocina y cada quien a sus labores de la tarde.

Esa, es la rutina de la cuarentena. En estos días me preguntaba como irá a ser cuando todo llegue a normalizarse, aunque en Venezuela, por los vientos que soplan, faltará más tiempo para que eso llegue por las condiciones en que se encuentra nuestro país.

Recuerdo los días en que el agua llegaba al tanque en las noches, de eso hace más de tres meses, ahora todo es correr tras el agua, no es justa está situación por la que estamos atravesando, algo tan básico como el agua y hay que sufrir tanto para tenerla.

Me senté en la tarde a escribir y organizar el trabajo del día, converse un rato con mis compañeras de equipo, hemos hecho una linda amistad y eso me encanta. Es de las cosas lindas que dejan este tipo de actividades en el #thediarygame, estrechando lazos de amistad entre personas de distintos lugares.

Hoy le escribí a mis sobrinas pequeñas, Fabi y Pao, viven en una ciudad cercana pero por el lío de la cuarentena y la escasez de gasolina, no pudimos ir más a visitarlas, cuando antes lo hacíamos de forma mensual.

Me comentaba su mamá que ya comienzan las clases del colegio en forma online y que es preocupante como esto va a influir en los niños pues, la socialización en esa etapa de la vida es algo muy importante. Esta pandemia nos afectó la vida de forma radical. Y más en Venezuela por los problemas que ya conoces.

Llegó la noche y cenamos tostadas a la capresa (idea de mi hijo jajaja), una delicia, siempre tiene cosas ricas que preparar, es muy ingenioso, no le gusta la rutina en la cocina y eso me encanta.

Trabajé hasta tarde en la pc, se me hizo más de medianoche, me cuesta despegarme cuando estoy escribiendo, debo encontrar una forma de irme a dormir más temprano.

Te dejo por hoy, querido diario, gracias por siempre estar y acompañarme, te quiero mucho. Te regalo el atardecer.