Estas galletas me recuerdan que hace diez años me diagnosticaron diabética. Fue algo inesperado porque nadie en mi familia tiene esta enfermedad.

Yo no soy dulcera y eso es lo extraño de esta enfermedad en mí. La situación es que después de pasar la negación y la depresión, llegó la aceptación. Y adivinen qué… empecé a hacer galletas para mis hermanos y sobrinos. Yo jamás había hecho galletas pero inició en esos días.

Mis galletas eran redonditas porque las moldeaba con una taza. Hice, tal cual como la mamá de @mariamarquezvox galletas de avena, con cacao, galletas de mantequilla con vainilla y lluvia de colores, galletas de mantequilla con trozos de kiwi y melocotón. Inventé mis propias cantidades y los olores del horno se esparcían por toda la cuadra.

Creo que no tengo que escribirlo pero lo diré, yo no comía las galletas que hacía.

_{Fuente: Blog @sacra97. Esta publicación participa en un concurso del Juego de Diario}

_{Comentario para la publicación de @sacra97.}

Mi tía es quien hace los mejores quesillos de mi familia. Ella me dice que cuando era joven nunca regalaba quesillos, en las fiestas decembrinas, a otras familias porque le parecía que era una ofensa.

Voy a explicar. El quesillo se hace con huevo, azúcar y leche condensada (también puede llevar un toque de licor). Esos ingredientes eran baratísimos en otros tiempos en Venezuela y por eso mi tía jamás regaló un quesillo. Así que, nosotros nos “sacrificábamos” y lo devorábamos, jajajaja.

_{Fuente: Blog @tocho2.}

_{Comentario para la publicación de @tocho2.}

Hace unos cuantos años, mi cuñada que es una mujer práctica, me pidió preparar para el cumpleaños de mi sobrino unos 120 ponquecitos. La idea era no cortar una torta sino repartir ponqués después de cantar el cumpleaños.

A mí me pareció una idea genial he hice diferentes cubiertas para cada ponqué, y los ubicamos en una base redonda estratificada. ¡El diseño quedó espectacular!

Espero que les haya gustado mis anécdotas.

Gracias por leer. Bienvenidos sus comentarios.

¡Saludos infinitos!