Distancia / Distance

amart29 (68)Memberin WORLD OF XPILAR • 4 years ago

Español

Distancia

Como afrontar la distancia, cuando no son metros o kilómetros lo que nos separa de las personas que extrañamos, cuando no es posible ver a esas personas, con una simple llamada, cuando al enviarles un mensaje de audio, toma semanas el poder recibir una respuesta, sólo para poder escuchar esas voces que tanto necesitas oír.

―¿Te sucede algo Ian? ―preguntó Isabel, mientras veía a su compañero de mesa darle su enésima vuelta al agitador de su vaso de café, mientras permanecía distraído observando el vórtice que se formaba en el vaso.

―No ―dijo el joven sorprendido, como quien repentinamente siente la mano de su jefe en el hombro, mientras está viendo los últimos videos de gatos en el proyector de su cubículo ―¿Por qué lo preguntas?

―Es sólo que ya llevas cinco minutos agitando tu café y ni siquiera le pusiste edulcorante.

―O cierto, lo olvidé ― dijo y tomó el sobre de endulzante que había dejado abandonado sobre la mesa y lo abrió, para luego sacudirlo sobre su vaso, dejando caer una parte fuera.

―En ese caso acaba tu café, debemos regresar antes de que empiecen a extrañarnos ―comentó Isabel.

Después de apresurar la bebida, ya fría, salieron del comedor y cada uno tomo camino a su respectiva oficina, sin cruzar otra palabra, despidiéndose sólo con un gesto.

Ian, llevaba ya ocho meses en Polaris, había dejado su hogar en Perseo 3, donde habían quedado su madre, padre y hermana menor. Después de salir de la academia, con un grado en lingüística y diplomacia, decidió tomar un puesto en la naciente División de Diplomacia Alienígena, formada por el Parlamento, con motivo de la desavenencia con los goei.

Aunque resultara muy estimulante, encargarse, junto a otros diez burócratas, de mantener al día las relaciones de los humanos con los goei y con cualquier otra especie inteligente, que tal vez en algún momento, acabará por aparecer; en realidad el trabajo no resultaba muy entretenido y mayormente se trataba de tramitar permisos y otros documentos necesarios, para el viaje del personal científico o militar que se encontraba de visita en Goa.

Durante el último mes le era cada vez más difícil, mantenerse centrado y atento, se sentía abrumado y melancólico, tal vez era la falta de una razón para mantener su mente ocupada, la austeridad y falta de calor de la diminuta habitación, que podía cancelar con su salario de funcionario público, en una de las ciudades más caras de todos los mundos, o la falta de variedad, sabor y color de la comida del comedor de empleados del edificio del Relaciones Planetarias del Parlamento, donde se encontraba la división en la que laboraba.

Empezaba a sentirse sólo y desamparado en aquella fría y congestionada ciudad, más aún cuando se aproximaba la fecha de las fiestas de “La Fundación”, fecha que simbólicamente representaba la llegada de la nave Perseo, al hoy planeta Perseo.

La celebración en Polaris, capital del Parlamento, se trataba de un evento por todo lo alto, una fiesta gigantesca, con una semana de asueto, en la que había desfiles, conciertos y fuegos artificiales, además de los regalos y comilonas acostumbradas, pero nada de esto le llamaba la atención.

Eran su hermana, madre y padre, lo que en realidad necesitaba, la ceremonia de las luces a las orillas del mar en la costa cálida de Perseo 3, la cena de agradecimiento de su vecindario, donde cada vecino hace gala de su mejor atuendo y platillo, donde su madre siempre trataba de lucirse con sus croquetas de carne de cangrejo y papa, para, al final, terminar quejándose, porque nunca quedaban tan doradas como las de su vecina.

El intercambio de obsequios, y el subsecuente cambio entre todos jóvenes del vecindario, de los presentes que no les gustaron o sirvieron. El pasar las horas finales de la noche, del último día, sentado en el umbral de la puerta de su casa, con su padre, y tomar una copa de licor, tras atiborrarse de comida, durante la cena, hasta el punto de tener que abrir los broches de su camisa.

Eso era lo que en realidad le hacia sentirse solo, ya habían pasado dos meses desde que había hablado por última vez con su hermanita y sus padres, gracias a un enlace cuántico, en un centro de comunicaciones del centro de la ciudad, pero ese servicio era muy costoso y no podía costearlo con frecuencia, así que debía conformarse con enviar los mensajes de voz y texto, que podían ser enviados por el correo del Parlamento y que demoraban más de dos semanas en ser recibidos y remitidos en la oficina regional de Perseo y un tiempo similar para recibir la respuesta.

Aunque había hecho buenos amigos en Polaris, no eran como los amigos de Perseo 3, no los podía tratar con la misma familiaridad, eran básicamente relaciones de trabajo. No se trataba de la amista de chicos que habían crecido juntos, en un mismo vecindario, que se habían bañado juntos en la playa de la costa cálida, que comieron juntos, sentados en la escalera de la academia, o que jugaron a la pelota en el parque del barrio.

Esta sería la primera vez que pasaría la fiesta de “La Fundación”, fuera de su casa, a casi cien años luz, de su planeta y su familia y esta ciudad le parecía más grande y solitaria que nunca y la distancia entre Perseo 3 y Polaris, más insalvable de lo que siempre había sentido.

Texto de @amart29 Barcelona, Venezuela, diciembre de 2020

English

Distance

How to face the distance, when it is not meters or kilometers that separate us from the people we miss, when it is not possible to see those people, with a simple call, when sending an audio message, it takes weeks to receive a response, just to be able to hear those voices that you need to hear so much.

-Is there something wrong with you, Ian? -asked Elizabeth, as she watched her table companion turn the stirrer on his coffee cup around for the umpteenth time, while he remained distracted watching the vortex forming in the cup.

-No, -said the surprised young man, as he suddenly felt his boss' hand on his shoulder, while he was watching the latest cat videos on his cubicle projector. -Why do you ask?

-It's just that you've been stirring your coffee for five minutes now, and you haven't even put any sweetener in it.

-Or right, I forgot, - he says and takes the envelope of sweetener he had left on the table and opens it, then shakes it over his glass, dropping a portion of it out.

-In that case, finish your coffee, we should get back before they start missing us,- commented Isabel.

After hurrying up the drink, already cold, they left the dining room and each one took their way to their respective office, without crossing another word, saying goodbye only with a gesture.

Ian, who had been in Polaris for eight months, had left his home in Perseus 3, where his mother, father and younger sister had stayed. After leaving the academy, with a degree in linguistics and diplomacy, he decided to take a position in the nascent Division of Alien Diplomacy, formed by the Parliament, because of the disagreement with the Goei.

Although it was very stimulating, he was in charge, together with ten other bureaucrats, of keeping up to date the relations of humans with the goei and with any other intelligent species, which maybe at some point, will appear; in fact the work was not very entertaining and mostly it was about processing permits and other necessary documents, for the travel of scientific or military personnel visiting Goa.

During the last month it was increasingly difficult for him to stay focused and attentive, he felt overwhelmed and melancholic, perhaps it was the lack of a reason to keep his mind busy, the austerity and lack of heat of the tiny room, which he could pay for with his civil servant's salary, in one of the most expensive cities of all the worlds, or the lack of variety, taste and color of the food in the employee's dining room of the Parliamentary Planetary Relations building, where the division where he worked was located.

He began to feel lonely and helpless in that cold and congested city, even more so when the date of the "Foundation" festivities was approaching, a date that symbolically represented the arrival of the Perseus ship to what is now the planet Perseus.

The celebration in Polaris, capital of the Parliament, was an event in all its glory, a gigantic party, with a week of rest, in which there were parades, concerts and fireworks, in addition to the usual gifts and feasts, but none of this called his attention.

It was her sister, mother and father, what she really needed, the ceremony of the lights at the seashore in the warm coast of Perseus 3, the dinner of gratitude of her neighborhood, where each neighbor shows off his best attire and dish, where her mother always tried to show off with her crab and potato meat croquettes, to, in the end, end up complaining, because they were never as golden as her neighbor's.

The exchange of gifts, and the subsequent exchange between all the young people in the neighborhood, of those present who did not like or serve them. Spending the final hours of the night, of the last day, sitting on the doorstep of his house, with his father, and drinking a glass of liquor, after gorging himself with food, during dinner, to the point of having to open the pins of his shirt.

That was what really made him feel lonely, it had been two months since he had last spoken to his little sister and her parents, thanks to a quantum link, in a communications center in the city center, but that service was very expensive and he could not afford it often, so he had to settle for sending the voice and text messages, which could be sent by Parliamentary mail and which took more than two weeks to be received and forwarded at the regional office of Perseus and a similar time to receive the reply.

Although I had made good friends at Polaris, they were not like the friends of Perseus 3, I could not treat them with the same familiarity, they were basically working relationships. It wasn't the friendship of kids who had grown up together, in the same neighborhood, who had bathed together on the beach on the warm coast, who ate together, sitting on the steps of the academy, or who played ball in the neighborhood park.

This would be the first time he would spend "The Foundation's" party, outside his home, almost a hundred light years away, from his planet and his family and this city seemed to him bigger and lonelier than ever and the distance between Perseus 3 and Polaris, more insurmountable than he had always felt.

Text of @amart29 Barcelona, Venezuela, December 2020

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