Steemit Engagement Challenge Season 9 Week 6 - Mi viaje, mi aventura

Es un placer participar en este maravilloso concurso que consiste en hablar sobre un viaje que hayamos realizado y que se convirtió en una gran aventura.

Una de las cosas más relajantes es poder viajar y disfrutar de las hermosas creaciones de Dios. He podido hacerlo en mi querida Venezuela, logrando así experimentar una gran emoción y alegría.

Un lugar que me fascina visitar es el Estado Mérida, porque amo sus lindas montañas, agradable clima y ahí he podido vivir innumerables aventuras de viajes.

Viajar en vehículo propio tiene sus ventajas, ya que tenemos la libertad de hacer muchas paradas y así ir a cualquier lugar para tomar un buen chocolate caliente, comer unos deliciosos pastelitos andinos, y disfrutar del paisaje que regala el páramo andino, en mi caso.

Mi esposo a pesar de que nació en el estado Mérida, nunca había manejado por la carretera trasandina, así que yo estaba más nerviosa que "ratón en baile de gatos".

Mis nervios se fueron acrecentando a medida que subíamos las montañas. Las curvas y los precipicios hicieron efectos en mis hijas porque les dió mal de paramos y empezaron a vomitar. Luego de pararnos un rato en algún lugar propicio para hacerlo, mis hijas se recuperaron y continuamos el viaje.

En el camino nos desviamos para llegar a la Laguna de Mucubají, un lugar sacado de una portada de revista por lo bello que era. Había un número grande de turistas que se tomaban fotografías y disfrutaban del paisaje. Fue muy placentero visitar esta zona tan hermosa de mi país, así que capturamos muchas fotos y mis hijas correteaban muy felices por los alrededores. Además, el clima tan frío me tenía fascinada, tanto que no quería irme, pero después de disfrutar por una hora decidimos continuar el viaje.

Seguimos subiendo y nos deteníamos de vez en cuando para observar el paisaje tan espléndido. También se podía apreciar la empinada carretera que dejabamos atrás, era algo que me aterraba, pero a medida que avanzábamos veíamos cultivos, algunos granjeros labrando la tierra, hoteles hermosos y muchísimas bellezas, por lo que el miedo se me pasaba, jeje. Yo parecía una niña, queriendo ver todo en el trayecto y asimilar la belleza que estaba contemplando desde el vehículo.

Hicimos dos paradas para comer en la vía. En una de ellas fuimos a un lugar que preparaban unas cachapas divinas, cosa que me sorprendió mucho porque pensé que solo en el Oriente del país comíamos cachapas, jeje.

Llegamos a Mérida a las cuatro de la tarde y fuimos directo a la casa de mi suegra. El tiempo que estuve en la ciudad, nos dedicamos a pasear y visitar muchos sitios.

Pude conocer el parque temático de la Venezuela de Antier, donde hice un recorrido al pasado y conocí los diversos lugares que representaban cada estado de Venezuela. Esta zona tenía hermosos carros de la época vieja y un amplio terreno... ¡No puedo quejarme, la pasé genial! Siempre es bueno visitar éstos sitios con zapatos cómodos porque el camino es empedrado.

Venezuela tiene grandes lugares que aún me faltan por visitar. Espero que Dios me dé la oportunidad de hacerlo algún día. Quiero seguir recorriendo el Estado Mérida, visitar nuevamente sus pintorescos pueblitos en donde conocí personas amables que aman el campo, son muy trabajadores y apegados a los valores, principios y fe por la religión.

Queridos amigos, fue grato poder compartir con todos ustedes mi viaje, mi aventura. Nunca dejen de soñar y disfrutar de los hermosos momentos que experimentamos cuando viajamos.

Invito a participar en este desafío a @marito74, @blessedlife y @genomil.