Saludos a todos los steemitas del mundo. Hoy me uno a este concurso que promueve @oneray, en el que nos invita a tomar unas fotos en blanco y negro, y a partir de estas escribir una historia. Esta es mi participación:

En aquel pueblo de calles largas y angostas, con casas altas para que los hombres con todo y caballo entraran hasta el patio, y así tenerlos bajo resguardo, no pasaba nunca nada. Bueno, nunca no. En Carnaval todo era diferente.

Esos cuatro días de fiesta eran esperados con ansias por los jóvenes, ya que aprovechaban la ocasión para disfrazarse, beber sin moderación, bailar con todas las ansias reprimidas, rozar sus cuerpos con los otros cuerpos de mujeres, hombres, trasvesti; en fin, todos contra todos. Por eso el Dr. Bertoncini odiaba esas fiestas; y aunque su casa quedaba en plena avenida por donde pasaban las carrozas, les tenía prohibido a sus hijas asomarse a la puerta.

Pero, Valentina era diferente a sus tres hermanas mayores. Ella amaba los ruidos del Carnaval: la música de los Steel band, las sirenas y las luces de neón que se filtraban por la ventana de su casa.

Así que ese lunes de Carnaval, Valentina aprovechó que el Dr. Luciani llegó a visitar a su papá para ir hasta su clóset y buscar un disfraz de bruja que le regaló su madrina cuando cumplió once años. El detalle era que ahora Valentina tenía 14 y la vestimenta le quedaba un poco pequeño, aún así se lo puso, buscó un bolso de maquillaje de su hermana los implementos necesarios para pintarse y parecer una bruja de verdad.

La puerta de la casa del Dr. Bertoncini había quedado abierta; y todos los adultos estaban reunidos en el patio. En ese momento Valentina salió a la calle. Se recostó en la ventana de su casa, con la mirada perdida y el corazón latiendo a millón. A pesar de que se sentía extraña. No quería regresar al encierro decretado por su padre. Era la primera vez que podía ver un desfile de cerca y no a través de la rendija de la puerta.