Cumpleaños de Alba parte 2. Dos Sueños sin Ti.

El regalo de Carolina.

Mientras iban camino a al restaurant. Carolina, en el auto le entrego un sobre a Alba, Rita estaba muy emocionada.

—Anda abre tu regalo, vamos— era grande la emoción de Rita.

Antes de abrir, Alba palpo el sobre, sintió como papeles y algo cilíndrico. Era un sobre rojo con letras chinas, y al verlas dijo —Creo que empezaré a estudiar pronto ese idioma— dice Alba sonriendo.

Carolina siempre seria, solo le dijo —Sin importar la respuesta que te den sobre los estudios, si te aceptan o no, sí tienes que irte por un tiempo o te quedas lejos, siempre tendrás algo aquí para que de vez en cuando vuelvas—

Por un momento Alba piensa que se trataba de Asier, pero al pensarlo mejor, siente que tiene que ver con su regalo. Rita la apresuró para ir lo abriera.

Wow, Alba se ha llevado una gran sorpresa, eran papeles y un hermoso lapicero, una carta muy emotiva agradeciendo por la ideas innovadoras, que la llevaron de una oficina a una mediana empresa empresa, además tenía otro papel con acciones, la estaba convirtiendo en socia, era solo un cinco por ciento. Que era para ella suficiente.

Rita dice con emoción —Vamos firma los tres juegos, te quedas con uno y me das los otros dos.—

^{Ilustraciones de mi autoría}

El hermano de Rita era quien se encargaba de los aspectos legales, muy poco se reunía con ellos excepto para decirles todo lo que no se puede hacer. Cuando él iba, ya sabían que era para los no se puede o para salvarlos de alguna cosa.

Alba abrazo a Carolina que aún está conduciendo, ella sonríe, y le dice —Ya tienes una responsabilidad aquí, o también podemos proyectar hacia afuera— Esa era la proyección a los paquetes estudiantiles, hacer turismo de intercambio, donde Alba manifestaba que podían asociarse con otras empresas turísticas o ellos crecer por fuera.

Aunque Carolina, por su experiencia, sabía que dos años no serán suficientes para establecer una empresa, u oficina por fuera.

Cumpleaños Feliz.

Al llegar al restaurant, ya los chicos estaban allí, Asier salió corriendo a abrir la puerta por el lado de Alba, y la llevo a dentro con los ojos tapados, diciéndole que esa es la forma correcta de dar una sorpresa.

—Sorpresa— gritaron sus amigos aunque en realidad no había nada se sorpresa, pues ella lo sabía desde un principio.

Fue una tarde de baile, conversaciones, chistes, cosas de trabajo.

—Cumpleaño feliz, te deseamos a tí.....— los chicos continúan cantando cumpleaños y al terminar la abrazan y a las doce como si fuera un cuento de Cenicienta, todos estaban listos para irse a sus casas. Además que habían anunciado que una tormenta se acercaba. Así que se apresuraron para marcharse.

Compromiso

Asier y Alba se van en moto a la casa de Alba, el mete la moto al estacionamiento, y cuando Alba iba a abrir la puerta que comunicaba el garage con la casa, él grito que no la abriera, que esperara que él la abriría. Ella ya sabía que él estaba planeando algo, Asier se destacaba por ser detallista, lo que más amaba eran las notas de amor pegadas por todos lados.

Asier agarra a Alba de la mano, caminan a la puerta principal, —Cierra los ojos, sin hacer trampa— de dice sonriendo.

Ella cierra los ojos y él la lleva a dentro de la casa —Vamos abre los ojos—

Ella los abre y salta de emoción al ver varios bonsais frutales, había uno de mango, el cual era difícil de tener, además tenía manguitos. ¿Desde cuándo estaría planeando eso? había un camino de flores en dirección al cuarto. Ambos caminaron, y en el balcón, estaba una mesa con dos copa y un champagne y un porta retrato digital.

Ya estaba empezando a llover, y la mesa se estaba mojando por lo que Asier agarro las copas, champagne y el porta retrato digital. Lo coloca en la mesa de noche al lado de la cama y voltea a Alba para que vea las imágenes —Te amo, quiero que veas todos los momentos que hemos pasado juntos— Las fotos van pasando una a una, y por cada foto decia alguna frase, amistad, diversión, optimismo.... compromiso y empieza un grupo de fotos no vista antes. Alba se queda asombrada.

—Esas fotos son...— balbucea Alba

—Nuestro futuro— Asier pasa al frente de Alba y se arrodilla, con un cofre rojo en la mano y mostrando un anillo —¿Deseas ser mi esposa?—

Siguen pasando fotos, Alba estudiando en el extranjero, boda, luna de miel, Apertura de una empresa de turismo en el extranjero, un restaurant de él, incluso hijos.

Alba estira la mano y él coloca el anillo en su dedo, activa la música abre el champagne y echa en las dos copas, brindan.

La tormenta había comenzado, sin embargo ellos estaban contentos, y en calma, el uno con el otro.

—Si, si, si— dice Alba contenta y abrazándose con Asier. Asier la alza luego la baja y coloca el cofre rojo en la mesa de noche junto el portaretratos digital.

^{Ilustraciones de mi autoría}

Alba y Asier se besaron, él la sienta en la cama y aparte el gran peluche, que le regaló su primer año de novios, luego de tiernas caricias quedando unidos él uno al otro. Antes de dormir Alba se acurruca en los brazos de Asier, viendo hacía el balcón y la mesa de noche que está de ese lado, donde reposa el portaretrato, las dos copas y la cajita roja del anillo, afuera se ve una gran lluvia. Se va entre cerrando los ojos de Alba y antes de que se cierren ve en su mano el anillo y las cosas que están en la mesita de noche.

El desayuno.

Asier se despierta ve a Alba acostada, y le susurra al oído

—Sigue durmiendo, yo preparo el desayuno— a lo que Alba solo murmura —Ujum—

Al rato Asier vuelve a la habitación y le dice —ya vuelvo, voy a comprar algo cerca.—

Ella entre dormida dice —vuelve a la cama, aún llueve— Asier le da un beso —Ya vengo amor—

Ella solo sigue durmiendo. Al rato se levanta sobre saltada porque el viento abrió una de las puertas del balcón, el viento es tan fuerte que una de las copas calló al piso y se rompió. Ella vio la hora era más de medio día.

Así que se levantó y fue a buscar a su amor, mientras caminaba lo llamaba, —Amor, Asier— pero él no respondía, no tenía noción de cuánto tiempo había pasado, pues no había visto la hora en que el salió, y estaba muy nublado, iba a ir a buscar su celular a la sala donde lo dejo en la madrugada. Mientras iba lo escucho sonar.

Al ver el número es —Asier, amor— dice al contestar, escucha que la voz, no es de él y se sorprende. Entre asustada pregunta —¿Quién es?—

—Buen día señorita, le llamo del hospital central, aparece usted cómo contacto importante, venga y le daremos la información— dice el interlocutor y cuelga

—Alo, aló, hola— Chequea su celular y tiene varias llamadas perdidas de aproximadamente una hora del celular de Asier.

Alba se cambia la ropa rápidamente, y va camino al hospital, llevaba tanto tiempo que no conducía su auto, pues siempre la llevaba Asier en su moto, inclusive muchas veces para evitar dejar el carro votado, se iba en taxi, pero con la gran lluvia no veía que eso fuera buena idea, además la verdad es que estaba algo asustada, ¿por qué un extraño tiene el celular de Asier?, espero que sea algo leve, en medio del camino se imaginaba pequeños accidentes y que a lo mejor no le permitían tener el celular dentro, llamo a Carolina y a Rita, diciéndole que iba camino al hospital.

En el hospital.

Llega al hospital y empieza a preguntar por Asier, la recepcionista murmura algo con la otra.

—Espere un momento señorita, llamaremos las doctor— le dice una de las enfermeras, llama a alguien por el teléfono del hospital.

Alba está esperando viendo a todos lados y mordiendo sus labios y agarrándose sus manos nerviosamente, al poco tiempo llega Carolina, Rita, Miguel, António y Francisco, había olvidado llamar a la familia de Asier. Así que Alba agarro el celular y llamo a sus tíos y primos, diciendo que estaba en el hospital, pero aún no sabía nada.

Al rato llega uno de los doctores y sin mucha anestesia le dice a la chica que lo acompañe hacia la morgue para identificar un cuerpo. Ella se asusta y ve a su alrededor a sus amigos. Carolina y Rita la agarra por la mano y le dicen que la van a acompañar, el doctor acepta. Pero Alba no se mueve, rápidamente Francisco avanza y le dice al doctor que él irá; el doctor asiente y se pone en marcha, Francisco lo sigue.

Al rato llegan los tíos y primos de Asier, Alba está sentada en una silla, a su lado estaban Rita y Carolina. Alba estaba, en posición de rezando; sin embargo, ni una lágrima salía. Ellos se acercaron y Alba no podía hablar, Carolina se levanta, los aleja un poco y les dice que habían llamado a Alba, que Francisco estaba en la morgue identificando un cuerpo, pero no sé sabe si en realidad es él, antes de terminar la frase con tan sólo decir morgue Anabel se desmaya, es asistida por unos enfermeros que están allí, sus tíos y César preocupados aún no dicen nada. Se llevan a Anabell a otro sitio y César su hermano la acompaña.

Francisco vuelve, Alba no se para de la silla, Francisco se acerca primero a dónde están los tíos de Asier, y César, que lo habían visto venir y
caminaron hacia él, al igual que Carolina que aún no se había sentado.

—Tios, Cesar, Carolina... la persona... Si es Asier— dice Francisco con voz triste y suave.

La tía empieza a llorar y se acurruca en los brazos de su esposo. A César se le ponen aguados los ojos al igual que Carolina, y voltean a ver a Alba.

Alba está viendo la escena a lo lejos, respira profundo, alza los pies a la silla y se acurruca entre ellos.

Cesar le pregunta a Francisco —¿Estas seguro de que es mi primo? ¿Es Asier?—

—Si hermano, es Asier, alli tienen las pertenencias, las tiene el doctor, para entregarlas a Alba— responde Francisco, —antes hay que firmar unos papeles—

El doctor sale preguntando por Alba Solar. Ella escucha y ve en las manos del doctor algunas cosas, ella solo niega con la cabeza, aún si botar lágrimas. César que la observa y se acerca al doctor.

—Yo soy primo de Asier Alborán, mi nombre es César Alborán, yo me encargaré de todo— el doctor asiente le entrega las pertenencias y unos papeles.

Anabel que se siente mejor, sale de la sala donde la estaban atendiendo, aún desconocía la noticia, mientras camina ve a su mamá, Carolina y a Rita llorando, a los otros con los ojos aguados y a Alba paralizada con la mirada perdida; inmediatamente empieza a llorar y se acerca a su mamá.

Rita trata de abrazar a Alba y ella responde —No me abraces, todo es mentira, ese no es él. Asier solo salió al abasto de la esquina, y no pasó nada. Debo volver a casa a comer el desayuno, él me está esperando— termina la frase, pero aún no se mueve.

La tía le dice a César, aún llorando —No firmes nada, hay que saber si es verdad—. Entonces César y su papá van a la morgue.

Alba se para y va a consolar a su tía y prima —Es mentira, todo está bien, Asier me está esperando en casa, en la noche vamos a ir a cenar con ustedes— dice Alba segura, ellas asienten pero no están tan calmadas como Alba, la tía Sonia, sabía que aunque pidió que fueran a verificar, sabe que Francisco no se equivocaría.

Al rato llegan César y su padre José, con los papeles, —Ya firmamos, aquí están los papeles— dice el Sr José Alborán, acá están las pertenencias.

Alba sacude el cuerpo molesta —me voy a casa, esto no es verdad, Asier me está esperando—

César la detiene con la intención de decirle que es cierto, pero la sra Sonia, como si leyera la mente, detiene a César, y le hace seña con la cabeza que no, lo cual César de inmediato entendió. Alba se había detenido y voltio a ver a César bastante sería.

—Vamos, prima te llevo a casa, ¿Si quieres?— se ofrece Cesar

—Esta bien, Asier me está esperando, para desayunar, más tarde vamos a cenar con ustedes— contesta Alba.

—Yo los acompaño— dice Rita.

—No amiga, ve a casa, la tormenta está fuerte, no parará tan pronto, recuerda que mañana vamos a la playa— Dice Alba sonriendo.

—Si amiga, solo acompañaré a César y me regresaré, con él y Antonio— dice Rita con los ojos aguados.

Caminan al estacionamiento Cesar lleva a Alba a su casa, en el auto de ella, en el asiento de atrás va Rita. Y en un auto atrás de ellos va Antonio. Que se regresará con César y Rita.....

Continuará...

Hasta el próximo capítulo.

Gracias por leer.

Capitulo Anterior