SEC14 WK:#5: La caridad comienza en casa

  La educación es una acción que inicia en casa aunque, debemos tener presente que, para algunos especialista nuestro proceso de aprendizaje comienza cuando estamos en el vientre materno porque, reaccionamos a los estímulos sonoros o, kinestésicos que ejercen las personas que tocan el vientre de nuestra madre mientras estamos allí.

  Durante nuestro desarrollo de vida, en casa nos enseñan la importancia que tienen los valores y entre ellos tenemos la caridad, siendo este el encargado de educarnos bajo la premisa de ser solidarios y filantrópicos ante una persona o situación que requiera de nuestra mano amiga, e independientemente de hacer esta acción de manera pública o privada; lo indispensable es que nos eduquen para accionar de corazón.

  La caridad es un gesto que contiene mucha nobleza por parte de la persona que lo está ejerciendo ya que, a través de esta acción se puede disminuir el peso que siente alguien más debido a una necesidad que está teniendo y por cuenta propia no la puede cubrir. Gracias a una acción de caridad, aprendemos a ser empáticos y, pienso que todos debemos ser solidarios ante las necesidades de otras personas porque, el humanismo y la filantropía son actos que contribuyen a educar a una sociedad que esté dispuesta a tenderle la mano amiga a alguien.

  Nuestros primeros maestros de vida son nuestros padres y, ellos tienen la responsabilidad de enseñarnos a ser solidarios con otras personas. Esta enseñanza desde casa ayudará a comprender que vivimos en una sociedad donde hay muchas necesidades y, a pesar de ello, siempre hay soluciones que aportar porque, nuestra mano amiga es el apoyo que esas personas requieren durante sus momentos apremiantes.

  A veces se dice que en las instituciones académicas imparten mejor este tipo de educación. Sin embargo, sin necesidad de restarle el mérito a lo que hacen los maestros, pienso que en casa debe ser el primer lugar donde aprendemos lo importante que es ser bondadosos y, posteriormente en las escuelas reforzarán esta enseñanza.

  Son infinitos los factores que impulsan a una persona para que quiera ser caritativa y, mientras todas esas acciones se realizan de corazón y sin ningún interés de codicia, siempre serán válidas. Entre los factores más comunes que nos motivan a ejercer una obra de caridad destaca la empatía hacia alguien que está viviendo una situación muy apremiante y durante ese proceso empático, sentimos que queremos ver bien a esa persona y para ello, le tendemos la mano amiga que requiere en esos momentos.

  Otro motivo que nos impulsa a ser caritativos es evitar que esa persona tenga una vida limitada y, no me refiero solo a recursos económicos sino, emocionales ya que, hay personas que sienten que les falta amor o en su defecto, en el pasado fueron ellos quienes no lo tuvieron y, se dedican a dar el afecto que les hubiese encantado tener en el pasado.

  Particularmente no me gusta hacer público las acciones solidarias porque siento que esto es algo que solamente nos interesa a los involucrados pero, sé que hay circunstancias en las que este tipo de acciones requieren ser de conocimiento público y, aquí es donde digo que, más allá de ser elogiados por otras personas, se deben asegurar que la acción caritativa es genuina y de corazón porque, no está bien tener popularidad por causas de la necesidad ajena.

  En mi casa vivimos 4 personas y entre los miembros, está mi primo quien a principios del mes de septiembre me comenta que mi tía tiene un problema de salud en sus piernas ya que, las varices que le salieron estaban ocasionando inconvenientes que ya no se podían controlar por cuenta propia y debido a esto, quería llevarla a Puerto Ordaz (La ciudad donde vivimos), para que la chequeara un médico y en vista de que tenía buenos contactos, se le haría más sencillo gestionar todo. Ante esta situación, no dudé en apoyarlo en todo lo que fue necesario.

  Durante todo este proceso, mi tía estuvo con nosotros 3 meses y, varios días necesitó de nuestra ayuda para su desplazamiento porque, se le dificultaba caminar. Gracias a Dios hoy día ya está bien y, me llena de mucha alegría saber que le pude tender mi mano amiga a ella y, a mi primo durante este tiempo apremiante.

  La caridad es un acto muy hermoso y, debemos ejercerlo con mucho amor porque, a través de esta acción ayudamos a quien necesite de nosotros y, a su vez, nos formamos como personas dispuestas a ser solidarios con alguien más y planeta Tierra en general. Ahora bien, si bien es cierto que a veces este acto no es valorado de la manera correcta, también es cierto que independientemente de las circunstancias externas, el mayor peso de un acto caritativo lo tiene es ejecutarlo de corazón porque, gracias a este tipo de acciones educamos a nuestra sociedad para que sea más humana y, a partir de aquí es donde siempre digo que si nos aseguramos de no perder este valor, tenemos la oportunidad de construir un mundo que cada día es mejor a nivel individual y colectivo.

¡Muchas gracias por leer mi publicación!

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