Hola queridos amigos de Steem Kids & Parents, mi nombre es Omar Scott y es un placer para mí poder participar en esta entrada. Esta es mi primera participación en la comunidad invitado por @dexsyluz y les envío mis felicitaciones por ser elegidos para la SEC17. Este es un tema que toca muchas fibras, hay personas que por no perdonar se han dejado de hablar o más nunca se han vuelto a ver, todos hemos tenido al menos en una oportunidad que pedir perdón o dar perdón.

"Tienes que mantener la casa conmigo, es tu responsabilidad"

_{Mis hermanos y yo junto a mi abuela paterna una mañana de visita sorpresa. Galería personal.}

He escrito anteriormente que soy el mayor de 4 hermanos, a pesar de tener 9 meses y unos pocos días de diferencia con el hermano que me sigue, por haber nacido primero siempre se me exigió mucho para que pudiera ser el ejemplo de los demás.

Desde pequeño aprendí a cocinar para hacer la comida de mis hermanos, si alguno se enfermaba no me separaba de ellos, con pañitos para bajar las fiebres, la hora de los remedios, tomar la mano cuando venía una inyección o darle los “guarapos” (remedios con hierbas) buscando que mejoraran. Siempre atento de mis hermanos y de cuidarlos.

A los 11 años mi papá me dijo que yo era responsable como él de mantener el hogar y cuidar de mi familia. Así que me comenzó a llevar con él a trabajar, trabajaba en la construcción así que a esa edad comencé a hacer trabajo forzado y el sueldo que debía tener era usado para aportar a la casa. Mis hermanos no pasaron por lo mismo.

Tuve muchas humillaciones por parte de mi papá pero mi personalidad estaba siendo manipulada para que mi cerebro dictara que ese era mi deber, como si de un héroe se tratara y que mis hermanos no pasaran por eso, solo bajaba la cabeza y continuaba trabajando, algunas veces preguntándome si de verdad debía vivir para sufrir esto o si esto era lo que la vida tenía destinada para mí.

“Tienes que hacerlo, eres responsable de nosotros”

Mientras estudiaba en otra ciudad, ya me había mudado de casa, tenía 20 años, mi papá enfermó, lo operaron, y tuvo que dejar de trabajar, mi mamá no daba a basto para mantener la casa y cuidar de mi papá y mis hermanos ya grandes también, yo estudiaba de noche y trabajaba de día, pero en el cuarto semestre me cambiaron la materia mas importante a 3 veces por dia de 7am a 12m. Fatal, si estudiaba no podía trabajar, si trabajaba no podía estudiar, así que me recomendaron hablar con el rector. El me dijo “eso no es mi problema, tú verás”. Así que lo mandé a lavarse el paltó (es un dicho, pero no lo dije tan sutil). Lo vi como una señal, decidí regresar a Punto Fijo a buscar trabajo porque mi familia me necesitaba.

Así que continué creciendo, trabajaba de día hasta que pude pagar para estudiar de noche, en casa siempre había peleas, la comida se acababa muy rápido y a pesar de aportar para comer, una vez reclamé y mi papá sacó las cosas de la nevera, me pidió que me las llevara que el nunca me negó la comida (que ironicamente yo ayudaba a traer), y tuve que tragarme mis palabras, callar e irme. De vez en cuando ayudaba a mis hermanos con dinero para las guías de la universidad y compraba los utiles, ropa y calzado de mi hermano menor, mi papá no solía colaborar con estos estudios, según sus creencias no se debía ir la universidad y si querías hacerlo pues tenías que arreglartelas, crecí siempre con mucha rabia encima, a veces manifestaba eso, la mayoría de las veces solamente callaba.

_{Reunidos en casa de mis padres. Galería personal.}

Pasaron muchísimas cosas, me volví a ir de casa, me gradué de Administrador, trabajaba de día y trabajaba de noche cantando, mis hermanos comenzaron a tener hijos, siempre apoyándolos, y un día en una cola para poder comprar comida uno de mis hermanos me dice, “siempre tienes que estar pendiente, tienes que hacerlo, eres responsable de nosotros”. Ese día me di cuenta que yo no tenía hijos, que no tenía ese tipo de responsabilidad, 27 años y que cuando yo necesitaba, nadie estaba para mi.

El momento más difícil

Pues nació mi segunda sobrina, como tío orgulloso andaba para arriba y para abajo, con las medicinas que faltaban, llevar un ventilador, comida para la mamá y los que estaban con ella, era el único que tenía carro, así que me encantaba estar ahí para mis hermanos. No pesaba el mundo para nada, yo quería estar allí.

Tiempo después nació mi primera hija, mis hermanos no fueron, todo fué por WhatsApp.

Un día llego a visitar a mi hermano y veo a mi cuñada mal, mi hermano tranquilo y le digo, hay que ir al médico ella está a punto de parir me dice que no, que ya el médico le dijo que no, pues yo insisto y que si no pues que los vuelvo a traer a casa, aunque yo tenía que trabajar, no me importaba, mi familia me necesitaba. Nos vamos y efectivamente nace mi tercer sobrino, blanquito como la leche, en esa época por mi trabajo tenía muchos contactos, el bebé necesitaba fórmulas especiales y yo compraba las cajas, para que no le faltara.

_{De paseo con parte de mis sobrinos, mis hijas y mi mamá. Galería personal.}

Llegó el momento más difícil de mi vida hasta ahora, el nacimiento de mi segunda hija, nadie llamó para ayudar, más que la familia de mi esposa. Solo estuvo mi hermano menor conmigo, los otros conocieron a mis hijas meses después de nacidas porque yo mismo los lleve a conocerlas. Sin embargo siempre estaba pendiente de mis sobrinos, compraba los remedios cuando tenían fiebre, los llevaba al médico cuando estaban mal, los puntos en la frente de mi sobrina menor, sosteniendo su mano dando besos en su cabeza. Los dulces prohibidos en casa, los llevaba escondidos solo para verlos sonreír de oreja a oreja.

Una explosión de verdad

Sé que escribo bastante pero estos son temas que requieren un contexto, si llegaste hasta este punto de la lectura, te prometo que lo que has leído tiene un buen final.

_{Con mis hijas. Galeria personal.}

El día del cumpleaños número 6 de mi hija mayor Natalia, fue un antes y un después para mi, ningún integrante de mi familia le envió una nota de voz, un vídeo ni un mensaje, mi hija me preguntó varias veces si sus tíos le habían enviado saludos. Una nota es que en mi casa nunca se celebró cumpleaños, era un pecado, pero yo no lo veo como el día de adorar a alguien, lo veo como el día para celebrar la vida, dar las gracias porque está viva y con salud.

Llegó la noche y nadie de mi familia se acordó de enviarle un saludo a mi hija, cosa que yo hacía siempre con mis sobrinos. Así que ese día exploté, les dije de todo, aunque no me deban nada, enumere las cosas que había pasado por ellos, y que hacía por ellos, me salí del grupo familiar, ninguno me escribió, luego me entero que pues me tildaron de loco e impulsivo.

Casi dos años después sin hablar con mis hermanos, el hermano del cual tengo 9 meses y unos días de diferencia me llama, y me dice que él ha analizado mucho lo que pasó, y que pues a él no le importan los cumpleaños, que por eso no se acordó, y yo le digo que pues no es el cumpleaños, es todo, y que ese día hecho un mar de llanto mi mente recordó que yo siempre soy el hermano que llama, que avisa, que está pendiente, y que a veces me hace falta que las personas importantes en mi vida al menos pregunten

¿Como estás? ¿Y mis sobrinas?

Que no quería que mis hijas crecieran como nosotros, 20 tíos y nadie nos llamaba, mis papás no tenían esa comunicación con ellos y que no quería que nos convirtieramos en personas ausentes dentro de la vida de nuestros hijos. Me dijo que me entendía y fue su manera de pedir perdón. No hubo una petición formal, pero entre hermanos nos entendemos y conocemos, se volvió a abrir el canal de comunicación como si nada.

Yo entendí que debía perdonar, y que ese perdón no dependía de si ellos me pedían o no perdón o si lo merecían, el perdón se trataba de quitarme yo el peso de encima de tener rencor, que todas las veces enferma. Llenarse de odio no está bien y yo simplemente necesitaba liberarme de eso.

Eso no significa que se deje que las personas cometan los mismos errores contigo, significa que tu bienestar y tranquilidad mental están por encima de todo y definitivamente a mí me hace sentir bien preguntar por mis hermanos, mis sobrinos, saber que están bien, pedir por ellos en mis oraciones, que les vaya bien, que no sufran. Nadie, ni ellos mismos lograrán que cambie mi naturaleza y eso es lo realmente importante, estar bien con lo que uno está haciendo para ser feliz.

Juzgué a mi mamá muchas veces por no hacer nada, pero es que el miedo te paraliza. Mi papá sigue siendo una persona soberbia y orgullosa, pero también sin que me pida perdón aunque siga cometiendo errores, ya tiene ese perdón, o a mí mismo, porque necesitaba liberarme de esa carga pesada que me había impuesto. Entendí que él tuvo una crianza de otro tiempo, violenta, triste, humillante, de abandono, que ha luchado contra todos esos fantasmas para no hacernos vivir lo mismo, aunque sus destellos sin duda nos marcaron, incluso a los nervios de mi madre. Que aún sigue luchando para no ser ese hombre que debía ser después de esa vida, y que sin duda guío el camino para que nosotros fuéramos mejores hombres, mejores hermanos y mejores padres, huyendo de sus errores.

_{Reunido con mis hermanos menores. Diciembre 2023. Galería personal.}

Hace poco estaba pasando por un mal momento, y todos mis hermanos estuvieron y están para mi, tenía años sin abrazarlos y no se imaginan lo grandioso y reconfortante que es estar con las personas con las que tienes ese tipo de conexión. Amo a mis hermanos, y definitivamente sé que a su manera ellos también a mi.

Bendiciones a todos me despido dejándoles un pedazo de mi historia en estas líneas, y deseando que puedan perdonarse ustedes primero en este momento si tienen que dar un perdón. Felicidad a todos y que tengan una excelente noche. Invito a mis amigos @jenniferm @marialexguerra
@mona01 a dejarnos su razón y las situaciones donde han tenido que perdonar. Nos leemos y hasta una próxima entrada.