Hola amigos, es un gusto saludarlos, hoy estaré compartiendo con ustedes una nueva historia, espero les guste.

Érase una vez un niño llamado Miguel, quien tenía 9 años de edad y acababa de ser diagnosticado con Síndrome de Asperger. A pesar de que los médicos trataron de explicarle en términos simples lo que significaba su diagnóstico, Miguel estaba confundido y asustado. Él no conocía a nadie más con Asperger, y no sabía cómo esto iba a afectar su vida.

A medida que creció, Miguel descubrió que su forma de ver el mundo no era la misma que la mayoría de las personas. Él tuvo dificultades para interpretar las emociones y los comportamientos de los demás, y a menudo se sentía abrumado en situaciones sociales. No era fácil para él hacer amigos, y se sentía aislado y solo.

Sin embargo, Miguel se dio cuenta de que su diagnóstico también tenía ventajas. Él sabía que era muy bueno en ciertas áreas, como la memorización, la solución de problemas y la creatividad. También sabía que, aunque tuvo dificultades para hacer amigos, era muy leal y amable con aquellos que lo aceptaron tal como era.

Con el tiempo, Miguel descubrió que no estaba solo en su lucha contra el Asperger. Él comenzó a buscar en línea y encontró grupos de apoyo y comunidades en línea de personas con Síndrome de Asperger. Allí encontró historias motivadoras de las personas que también tenían Asperger, y se sorprendió al descubrir que algunas de las personas más exitosas en el mundo también tenían el síndrome.

Inspirado por estas historias, Miguel decidió que no dejaría que su diagnóstico defina su vida. Él trabajó duro en su educación, a pesar de las dificultades de concentración, descubrió que era muy talentoso en el diseño gráfico. Él construyó un portfolio impresionante y finalmente consiguió su primer trabajo en una agencia de publicidad.

Aunque aún tiene días difícil liderando el equipo de diseño de su empresa, Miguel se ha dado cuenta de que su Síndrome de Asperger es una parte de quien es, pero no lo define como persona. Él es un diseñador talentoso, un buen amigo y un hijo amoroso. Y a pesar de las dificultades que ha enfrentado, se ha convertido en un ejemplo a seguir para muchas otras personas con el síndrome de Asperger.

Al igual que Miguel, cualquiera puede tener la fuerza y la capacidad para superar cualquier obstáculo que se presente en la vida. Gracias a la valentía de las personas que hablaron de sus experiencias con Asperger, Miguel aprendió a no sentirse solo. Al descubrir sus puntos fuertes y seguir sus pasiones, demostró que el Síndrome de Asperger no le impidió tener éxito. Con trabajo duro, determinación y auto-aceptación, cualquier persona que tenga este síndrome puede lograr lo que se proponga y ser un ejemplo a seguir. ¡Sí se puede!

Querido lector que tal te pareció esta historia, déjamelo saber en los comentarios.

Gracias por detenerte un momento a leer y comentar mi publicación, saludos y bendiciones para todos.