Steemit Engagement Challenge Season5 Week2 : Mis vivencias médicas

  Me complace en esta oportunidad unirme a la dinámica que organizó el equipo de Colombia-Original con el fin de, llevar a cabo el desarrollo de la segunda semana del Steemit Engagement Challenge en su quinta temporada. En esta oportunidad nos solicitan compartir nuestras vivencias médicas las cuales, a veces son positivas no obstante, en otras circunstancias puede que hayan sido negativas. Sin más preámbulo, comienzo con mi participación.

^{Imagen editada en Canva}

---

---

¿Tengo miedo de algún instrumento médico?

---

  Desde muy pequeña comencé a tener contacto frecuente con los médicos y no precisamente porque en mi familia existan muchos doctores sino que, mi desagrado hacia el dulce me llevó a experiencias prematuras e incómodas en el área de la salud y gracias a esto descubrí aunque, en ciertos momentos pienso que más allá de descubrir fue, una inducción obligada que tuve para tenerle terror a las jeringas ya que, cuando estaba pequeña siempre terminaba uno o dos días de la semana en una clínica porque, me desmayaba debido a que tenía la glucemia baja y allí me inyectaban lo que era necesario para nivelarla rápido.

---

  Cada vez que tenía un desmayo, me inyectaban cosas y en varias oportunidades ver mi mano o brazo con los puntos que dejaban las jeringas me generaba ansiedad y debido a los nervios que tenía al saber que me inyectarían, generaba que las venas se ocultaran por ello, la situación se hacía más incómoda porque los doctores o enfermeras hacían maniobras para que las venas se manifestaran y entre esas cosas, el dolor no se hacía esperar.

  Cuando lograron mantener estable mi glucemia dejé de ir con frecuencia a la clínica y, por un tiempo pensé que ya había superado este miedo sin embargo, en una oportunidad tuve que hacerme un examen de sangre y cuando vi la jeringa, sin emitir más palabras me levanté de la silla y me fui llena de miedo al igual que, las veces que me he vacunado ha sido muy incómodo y hasta vergonzoso porque sin querer, el drama se apodera de mi en esos momentos.

---

---

¿Le tengo miedo a algún especialista?

---

  Me genera mucho temor cuando alguien habla de un oncólogo porque, al hacer referencia al cáncer, la estadística deja en evidencia que esa persona va a morir debido a la agresividad que tiene este monstruo y, aunque sé que algunas personas han logrado ganar esta batalla, la cifra elevada de fallecidos por causa del cáncer inmediatamente surge en mi mente y es imposible contener el miedo por la enfermedad al igual que, pensar en tener que visitar un oncólogo porque existe alguna anomalía que posiblemente solo puede ser atendida por este especialista.

---

  En mi familia dos personas han fallecido por esta enfermedad, y a ambas las escuché muchísimas veces decir que ya no quería saber nada del oncólogo porque, ir con estos especialistas es más doloroso que las molestias generadas por el cáncer. Del mismo modo, vi cómo la enfermedad las fue consumiendo y, verdaderamente me parece una experiencia devastadora que consume al que la está padeciendo y, a quienes están cerca de la persona afectada.

  Ahora bien, sé que como tal los doctores especializados en la oncología no tienen la culpa pero, es imposible no sentir miedo hacia ellos y, diariamente pido a Dios para que finalmente se logre encontrar la cura de esta enfermedad y así la lista de víctimas deje de aumentar.

---

---

Experiencia médica que he vivido

---

  Desde hace un tiempo tengo ortodoncia porque, mi mordida no está bien y, un par de dientitos no tenían la posición adecuada. Ahora bien, antes de visitar al odontólogo lo pensé mucho porque mi miedo por las jeringas me hacía pensar que allí me iban a estar inyectando y aunque varias veces me dijeron que no, seguía con el miedo. Sin embargo, curiosamente cuando me atreví a ir, quedé totalmente encantada con el lugar, tanto así que, cuento los días para ir nuevamente.

  Hace 1 año, el ortodoncista me dijo que era necesario extraerme las cordales porque, necesitaban espacios y aunque ellas estaban pequeñas, en un futuro podían ser un problema a pesar de corregir mi mordida. Bueno, como Pepita preguntona que soy, le pregunté hasta el color del taladro que iban a utilizar en ese procedimiento pero cuando el doctor mencionó qué tipo de anestesia quería, mi tranquilidad se acabó y fue tan notorio mi cambio que, el doctor me preguntó si me sentía bien porque estaba pálida... Inmediatamente le conté mi miedo por las jeringas.

---

  Finalmente cuando llegó el día de la cirugía dental, me sentía bien a pesar de saber que iba a tener un encuentro con la jeringa pero, como me había preparado mentalmente para vencer mi temor, estaba llena de confianza y, en mi mente estaba que solo se trataba de una pequeña aguja y todo iba a estar bien, no obstante, cuando vi que el doctor sacó una jeringa inmensa, inmediatamente salté como un resorte y como estaban todas esas cosas que ellos utilizan atravesadas, las tumbé y me caí con ellas pero, no fue una caída cualquiera, se trató de un desmayo. Luego cuando me desperté el rostro del doctor y su asistente me generó ternura y miedo a la vez porque, pensaba que ellos también me iba a inyectar varias veces así como lo hacían en el pasado.

  Ese día, si me hicieron la cirugía dental sin embargo, para colocarme la anestesia fue un proceso largo ya que, cada momento que iban a inyectar interrumpía al doctor, le agarraba la mano y otras cosas más hasta que, lograron engañarme como si fuera una niña pequeña y así lograr anestesiarme.

---

---

¿Experimenté algún trauma médico en mi infancia?

---

  Cuando tenía 8 años me encantaba jugar con espuma de poliestireno y, se me hacía fácil acceder a ella porque mi tía tiene una agencia de festejo infantil; ella se encargaba de hacer chupeteros y otras cosas utilizando anime. Una tarde mi papá me dejó en su casa porque iba a salir con ella, mi primo y yo vimos unos animes, los agarramos para sacar las bolitas y jugar que estábamos en un lugar donde había nieve. Todo iba bien hasta que, una de esas bolitas entró en mi oído y cuando metí mi dedo lo que hice fue empujarla más; nos asustamos tanto que, inmediatamente le dijimos a la muchacha que se había quedado con nosotros cuidándonos.

---

  La muchacha llamó a mi papá y tía para contarles lo que había ocurrido y cuando finalmente llegaron, ya tenía un fuerte dolor de oído. Con el transcurso de los minutos me picaba el oído y la situación se hacía más incómoda. Inmediatamente me llevaron a la clínica y la doctora que me atendió dijo que era necesario hacerme un lavado para extraer lo que ella apodó como el cuerpo extraño, sin embargo, yo no la dejaba porque utilizaría una inyectadora muy grande y aunque no tenía jeringa, igual le tenía miedo.

---

  Luego de varios minutos finalmente me hicieron el lavado, la bolita de poliestireno salió pero, el dolor y piquiña continuaba ya que, tenía una infección porque mi primo y yo solamente no nos dedicamos a sacar las bolitas del anime, también las mojamos con thinner que tenía mi tía y para nosotros era agua. Debido a que la situación ya implicaba otra cosa, me trasladaron con otro especialista y a medida de que transcurrían los minutos, mi oreja se llenaba de ronchas y estaba roja.

  Esto ocurrió porque, el thinner generó una reacción alérgica en mi piel y en la zona interna del oído. Para poder salir libre de esta travesura infantil que hice, tuve que esperar 2 meses. Visité varias veces el médico que me estaba tratando, no podía llevar sol y, por todo ese tiempo tuve dolor de oído.

---

---

¿He sufrido algún accidente o enfermedad considerada grave?

---

  En mi infancia fui terrible y, siempre digo que aunque me pasaron algunas cosas, en realidad salí barata porque para las travesuras que hacía, lo que me ocurrió es poco. Cuando tenía 9 años me monté en un lavamanos porque se me ocurrió que quería bañarme ahí ya que, lo veía como un jacuzzi. Busqué una silla para subirme con mejor comodidad, tapé el huequito para que el agua no se fuera y eché shampoo, de esta manera tenía mi jacuzzi espumoso como lo vi en una película. Al ver que había logrado el resultado me sentía muy feliz de estar allí sin importar la incomodidad.

  Todo iba de maravilla hasta que en el momento menos pensado, el lavamanos se partió y la caída fue al mejor estilo libre; para mi mala suerte, un pedazo del lavamanos partido perforó mi nalga derecha y bueno, ya se podrá imaginar el grito de dolor que di e inmediatamente la sangre hizo de las suyas al escandalizar la escena

---

  Cuando mi papá escuchó el grito y vio la escena, inmediatamente me llevó a la clínica. Estando allí recuerdo que la doctora y enfermeras que estaban presente me decían que me calmara porque ya todo iba a estar bien, sin embargo, yo les decía que como no era su nalga, estaban tranquilas. En vista de que solo me llevaron cubriéndome con una toalla, las enfermeras no tuvieron que quitarme nada sin embargo, inmediatamente se dieron cuenta que el pedazo de lavamanos que me había perforado, estaba allí dentro y cuando lo sacaron, las insulté con todas mis fuerzas porque me dolió muchísimo.

  Este invento de jacuzzi me dejó con 35 puntos y con miedo a acercarme al lavamanos porque por varios meses sentía que si estaba cerca de uno, este se iba a caer y la otra nalga se me iba a abrir al igual que, todo el tiempo que tuve los puntos, tenía que sentarme de lado porque me dolía y después de quitarlos, por un tiempo tenía sensibilidad debido a ello, se me dificultaba sentarme correctamente.

---

Con esta experiencia sangrienta, doy por concluida mi participación en esta dinámica y antes de despedirme, extiendo la invitación del Steemit Engagement Challenge Season5 Week2 : Mis experiencias médicas a @anailuj1992 @nancy0 y @blessedlife . Espero se animen a participar😊😊

---

---

¡Muchas gracias por leer mi publicación!

---

^{Logro N°1}