─ ¡Alana!, que bueno que estés aquí y puedas mirar la realidad desde otro ángulo

La vida me ha enseñado a alcanzar ramas que antes veía inalcanzables, y el primer intento siempre es el más difícil, pero créeme, no te arrepentirás de los intentos realizados porque podrás ver paisajes espléndidos, gente hermosa, podrás comprobar lo fuerte que eres, lo mucho que has crecido.

─ ¡Si no!, pregúntale a mi cuello jejeje

─ ¿ Y quien es ese ser incipiente?, me dijo una dinosauria casi sin dientes.

era una de las más viejas de la población, eso si, siempre lista para la ocasión. Muchos opinaban que era chamana y que a cualquiera podría sacarlo de su drama.

─ Te voy a comer para que veas lo que realmente es carecer
─ la juventud de ahora le encanta el drama, como si la vida fuera un crucigrama
Siempre buscan respuestas y se olvidan de vivir sin saber que en cualquier momento podemos dejar de existir.

¡Ay no !, ¿Cuánta razón?, tener que llegar a este sitio para entender la cuestión, seguro que en mi planeta la hubiesen catalogado como una anciana con amnesia y hasta un poco necia.

Que sabiduría tienen estos seres, en que momento empezaron con el "desaprendieres".
─ ¡Si, si! es que hace falta, de no ser así viviremos llenos de tantas faltas
faltas a uno mismo, a la vida y no encontraremos salida.

─ ¡Muy bien!, estoy decidida.
─ Cero drama, cero estrés, viviré como los tres

─ ¿Y que es lo peor que puede pasar?, no me diga que vendrá un meteorito y los va a arrasar.

─ ¿Ya vas a empezar de nuevo Alana?, bájale dos y deja el drama.
Recuerda lo que te dijo la vieja anciana, dejamos de vivir y no recordamos que en algún momento dejaremos de existir.

Bueno amigos(as), llegamos al final del cuento, espero que lo lean en cualquier momento.

No descarten la idea de llegar a otros mundos, cuando se abran las puertas del tren y puedan ver en lo profundo, que cada día puede ser diferente, sólo hace falta que lo tengas en mente.

Tampoco descartes la posibilidad de aprender cosas de los demás, ... de dinosaurios, de una anciana, recíbelos y échale ganas, sobre todo si se trata de existir, de vivir y por supuesto de sonreír..