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Una imagen, un poema #97: Un hombro en navidad

La mujer se montó en el autobús
y se sentó en el último asiento,
eran las 12 de la noche
y las calles eran un desierto.

La mujer con sus corotos de trabajo
miró por la ventanilla.
Seguro todo el mundo en sus casas
bailaba, comía y bebía.

En cambio la pobre mujer
que tan sola se sentía,
ni un perro en casa
alegre la esperaría.

El autobús se llenó de gente
que al igual que ella trabajaba
y al lado de la mujer, un niño se sentó
y se recostó de su hombro como si nada.

Para no interrumpir el sueño del niño,
la mujer iba quieta y callada;
un niño que trabajaba como ella
que tal vez, como a ella, nadie lo esperaba.

Entonces, la mujer suspiró
y volvió los ojos a la ventana;
una estrella fugaz cruzó el cielo
y la mujer deseó con ganas:
ser siempre un soporte, un hombro,
ser apoyo en las buenas y en las malas.

HASTA UNA PRÓXIMA OPORTUNIDAD, AMIGOS