Se sometieron a diversidad de pruebas. Se presentaron, caminaron en pasarela y participaron en una sesión de fotos. Los cambios de ropa en estas actividades deben ser rápidos y ésta experiencia les ayudó a probar si estaban hechas para tales trabajos. No había necesidad de desvestirse por completo sino que dejaban por debajo de su ropa un top y un short para agilizar los cambios.

Sin embargo, para un desfile especial de gala, ambas debían cambiarse por completo por el estilo de sus vestidos. Y para ello, debían hacer uso de un compartimiento para cada una. Y así lo hicieron, Julia por su lado se desvistió para poder calzarse su vestido de gala pero cuando estaba por descolgarlo se dió cuenta que había otra chica en su habitación, justo frente al espejo.

Al verse ambas soltaron un grito que, cuál reflejo una de otra, callaron con sus manos, saltando los ojos del susto. Acto seguido se disculparon una con otra cubriéndose la vista para evitar mirarse mucho más. Catalina maldijo la distribución errónea de las salas mientras que Julia sentía una vergüenza increíble.

Luego de ubicar sus vestidos, se rieron del inconveniente, llegando a estar de acuerdo de que no había razón para sentir vergüenza.

-Si me permites decirlo - comentó Catalina - no tienes razón para avergonzarte, te ves muy bien. Eres esbelta, al contrario de mí, que tengo estas lonjas incómodas.- las señalaba mientras hablaba.- En este mundillo te criticarán por esto siempre.

Julia la miró unos segundos y se ruborizó de tal afirmación, pensando que jamás se había visto así ni había hablado de sí misma de esa manera, sino que se había criticado siempre.

-Nunca había pensado eso - dijo Julia por fin - al contrario siempre quise tener curvas como la mayoría de chicas, las cuales se han burlado de mí por ser muy flaca.

-No querida, no debes hacer caso de esos comentarios, pienso que te ves bien justo cómo eres. Y aclaro que no tengo gusto por las mujeres, sino que considero inútil criticar a otras por su aspecto. Más bien las halago aunque me miren raro, jajaja.

Y aunque tuvieron sólo unos minutos, tuvieron una conversación muy interesante sobre cuerpos, inseguridades y lo tonto que era compararse con otros. Aparte tuvieron la ayuda necesaria para arreglar y observar su vestidos desde fuera.

Al salir, Catalina se quejó con unos de los organizadores por el percance ocurrido.

-Siento mucho que haya ocurrido eso señorita, de verdad que sí.

-Ya no importa, al menos la que estaba dentro de la habitación era otra chica. Sin embargo me da mucho qué pensar sobre futuros eventos. - sentenció Catalina antes de irse a la pasarela, mientras Julia la seguía un poco incómoda, pero de algún modo satisfecha.

Se presentaron, desfilaron, se cansaron de sus zapatos altos y al final no quedaron seleccionadas aunque no les importó mucho. Quedaron de verse otro día y practicar para otro casting ya que sería genial apoyarse mutuamente.