Recuerdo que el quedar con una discapacidad musculo-esquelética luego de mi accidente de transito no logro deprimirme a gran escala, al contrario; alcance un gran desarrollo personal y al final termine dando gracias a Dios por una segunda oportunidad de vida que no tuvieron dos grandes afectos, aun doy gracias a Dios todos los días de mi vida por su misericordia. Sin embrago, la situación económica en franco declive de Venezuela si que me fue deprimiendo paulatinamente y sin darme cuenta .

Vengo de familia humilde y monoparental, donde mi mama dio todo cuanto pudo para que yo me hiciere profesional y mi sueño siempre fue retribuirle con una mejor calidad de vida tanto sacrificio; al mismo tiempo que me prometí que al tener un hijo, no pasaría las carencias físicas que yo pase y tendría todo aquello que yo nunca tuve. Entonces estudie, me prepare (incluso con mas de una carrera) logre posicionarme en un buen empleo por cumplir con el perfil y de repente, eso no valió de nada; llego el momento en que dos salarios profesionales no me alcanzaban para comer tres veces al día, ni cubrir el resto de necesidades básicas (entre 2016-2019, años de agudización de la crisis); mucho menos darle a mi mama y a María Milagros el nivel de vida que me propuse para ellas .

Cada día la impotencia y la ira contra un gobierno corrupto, incapaz y negligente me consumía poco a poco. A esa situación se le sumo la perdida física de mi difunto esposo; mi compañero, mi cómplice, mi apoyo literalmente en todo; mi bastón humano los años que no pude usar mis piernas para caminar. Perder a Oswaldo no fue solo el hecho de su muerte porque todos vamos a perecer en algun momento, sino las circunstancias que rodearon la misma; un hombre de 35 años, aparentemente sano, atlético, con el que estabas preparando la cena en la cocina entre risas y chistes hacia mi arepas barrigonas y de pronto swaaaz! te cae al piso ike por reventarse una aneurisma cerebral.

De llegar al hospital y morir sin volver a recobrar el conocimiento solo pasaron unas cuantas horas y tu te quedas con tanta incertidumbre dentro, con una tristeza abrumadora y tantos porque sin respuesta. Lo peor de todo es que la gente tiene la crueldad de decirte algo así como que: aja, no era familia tuya y a rey muerto, rey puesto; ud todavía esta joven y puede rehacer su vida bla, bla, bla y esta bien, es la cruda realidad si se quiere; pero oye; es la perdida de un ser humano, de alguien que te apoyo en buenas y malas, que compartiste tantas cosas y tener que callarte tu dolor porque nadie a tu alrededor te comprende y para no escuchar impertinencias como esas; es realmente devastador.