Iván no está, se ha ido, pero aún está aquí en su habitación de siempre.

Las paredes huelen a él y a su risa contagiosa. Lo oigo caminar de lado para otro mientras piensa alguna idea para desarrollar otro cuadro en su realismo andar. Traspasa mi humanidad, con sus largos pasos, lo siento, créanme que lo advierto; habla para sí mismo en voz alta y mezcla colores en el aire. Cuanto lo extraño.

Han llevado algunas flores para la habitación. A Iván no le gustaban las flores quizás lo han hecho por mí.

Hoy estoy aquí con mis lágrimas, mirándolo todo. No puedo pensar, no puedo moverme. Es la primera vez, desde su partida, que entro a su habitación. El dolor es muy fuerte en mi corazón.

Siempre he escuchado que la vida sigue y que los que se fueron están mejor en otro plano. Es tan fácil decirlo y tan difícil entenderlo. Yo misma he dado consuelo a los deudos y ahora no hayo el mío.

¡Me hace tanta falta!

Nuevamente la brisa suave del invierno entra por la ventana y acaricia mi rostro. La luz es contraria a mis ropajes oscuros que expresan mi desánimo.

Sigo observando la soledad y lo descubro en cada rincón. Ahora que se fue veo mejor sus colores. También me descubro a mí misma, parece increíble pero es así.

Continúan las manos de los amigos posándose sobre mis hombros para darme fuerzas extras mientras sigo quieta tratando de comprender la ferocidad de estos días; la vida sigue y mi pecho se hincha en un respiro profundo dando indicios de que estoy aquí, mientras que Iván también lanza un destello, desde donde esté, para tumbar unos pétalos de las rosas blancas. Llevo el pañuelo hacia mi boca que impide ver mi sonrisa de gratitud por su mensaje silencioso: no le gustan las flores y yo debo continuar.

Espero que les haya gustado esta historia inspirada en esos momentos en que no hayamos consuelo ante la partida de ser querido.

Con esta publicación me uno al desafío de Arte y Escritura que propone @solperez. Si desean saber de qué se trata pueden leer Aquí y unirse para crear historias, hacer poemas, para elaborar una reflexión o hacer un ensayo, de unas de las tres obras de Iván Nikolayevich Kramskói quien es el invitado de esta semana, que están en la publicación de la convocatoria.

Invito a @darlly, @mundocreativ77 y @by-aranza

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