De lunes a lunes / Semana 12+1 / De que vuelan vuelan / Por @eudisdiaz
¡Salud y vida, mis amados!
Envío un saludo a nuestros administradores y moderadores y, en especial, a @charjaim quien De lunes a lunes nos ofrece nuevos temas de escritura creativa.
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Yo nunca he visitado a una bruja. Creo que no tengo certeza de la existencia de ninguna. Sin embargo, hace muchos años, una de mis hermanas me comentó que iría a visitar a una señora que sabe, que es el eufemismo con el que suele solaparse el ofensivo sustantivo con el que se les llama a estas personas.
Yo le dije que no fuera a regalar el dinero por ahí y que si ella ya no quería estar con su pareja – que era el problema que iba a consultar – que simplemente lo dejara porque nadie le va a decir de su relación las cosas que ya ella sabe.
Mi hermana argumentó que era que no quería perder la casa, los coroticos ni los años de su vida que pasó soportando a su esposo y que si había alguna solución no iba a desperdiciar la oportunidad de hacer uso de ella. Su insistencia era porque quería que yo la acompañara a casa de la bruja pues tenía miedo de ir sola.
De mala manera le dije que iría con ella y que lo haría para demostrarle allá mismo que habíamos ido a perder el tiempo y los reales. Acordamos que nos veríamos en casa de la señora a las nueve de la mañana y mi hermana se fue a su casa a dormir con Héctor.
Sin embargo, no pude acompañarla. A la mañana siguiente desperté con un terrible dolor de cabeza que me impidió salir de la cama. No tuve manera de avisarle a mi hermana pues ella no tenía teléfono residencial y no llamó a la casa desde un teléfono público (que en aquel entonces pululaban en las calles) para saber la causa de mi demora.
A mitad de la tarde, aún con mi migraña al máximo, oí llegar a Milagros. Saludó a mamá y le preguntó por mí. Ella le dijo que yo no había salido de la cama en todo el día. Mi hermana entró a mi cuarto. Abrí un ojo para verla. Parecía preocupada y feliz a la vez.
─Mi hermanita, esa señora sí que sabe de verdad. ─me dijo de inmediato y se sentó al borde de mi cama. ─¿Cuánto te quitó? ─No me cobró. Yo estaba muy preocupada porque Héctor apenas me dio para el pasaje y yo no sabía cuánto cobraba ella. Le iba a dar lo que tenía y me regresaría a pie para la casa. Pero después que me atendió y le pregunté cuanto era la consulta, me dijo: Si te vas a tener que ir caminando a tu casa, no me des nada. ─¿Le dijiste que tu tacaño marido solo te dio un pasaje de autobús? ─No, te juro que no le dije nada. ─Seguro que comentaste eso en la sala de espera… ─Yo estaba sola ahí. Salió una mujer a la que estaba atendiendo antes y luego entré y fui directo al grano. No dije nada del dinero. ─Ajá. Ya demostró que sabe. ¿Cómo vas a sacar a Héctor de tu casa?. ─pregunté entonces. ─Me dijo que saliera yo de esa casa… que vio en el tabaco que mi esposo tenía dos objetos filosos… Ella cree que Héctor me puede matar. ─Mira, cualquier abogado puede ayudarte más que esa vieja. ─troné de inmediato, furiosa por la ingenuidad de mi hermana. ─ Esa bruja está de parte de Héctor. ¿Cómo le vas a dejar la casa? ─Anoche discutimos y él estuvo afilando un par de cuchillos, mi hermanita, y yo veía algo siniestro en él. Cuando la señora Gloria me dijo eso de los objetos filosos yo arranqué a llorar porque eso tampoco se lo había contado a nadie porque pasó apenas anoche… ─Son puras coincidencias, Milagros, en todas las casas hay objetos filosos. Héctor es quien arregla el pescado y despresa el pollo porque tú no sabes hacerlo. Yo misma lo veo con los cuchillos en las manos. ─insistí ya al borde de la impaciencia. ─Anoche no estaba arreglando pescado… estábamos discutiendo y él se puso a amolar los cuchillos. ─ Milagros se puso de pie resignada a no hacerme creer en nada ni en nadie. ─Me voy a casa. Es capaz de estar ya ciego de celos pues he tardado mucho en la calle. ─Ten cuidado con ese loco. ─le aconsejé y me volví a acomodar en mi almohada. ─¡Ah!. ─dijo de repente, hurgó en su bolso y sacó unas hojitas─ La señora Gloria te mandó eso. ─¿Me mandaste a ver a mí también? ¿y esto para qué es? ─No… aunque me dejaste embarcada, ni te nombré, pero cuando ya iba de salida, me dijo: Toma, dale estas hojas de salvia a tu hermana que está con dolor de cabeza, que se las ponga con algún mentolcito. Y también para el resto del Team: El 15% de los beneficios de este post es para la cuenta comunitaria @venezolanos
Foto propia hecha con un teléfono Samsung J3 a mi ejemplar Nro 255 de la revista Muy Interesante
Saludos especiales para @charjaim
@marcybetancourt, @skinnygirl,
@solperez, @genomil,
@josertalaverag y @venezolanos
No se como lo hacen pero hay personas que saben ese tipo de cosas... De todo lo que leí me llamo mucho la atención esto:
Desde que tengo memoria mi abuela nos da y recomienda la salvia, cuando hay dolor de cabeza intenso o fiebre nos coloca en la frente hojas con mentol y también nos da el te para diferentes tipos de males.
¡Suerte en el concurso!
Wao amiga, la señora tenía un don, pues si tu hermana te habló con la verdad, todo eso no puede ser casualidad.
Me dejaste con ganas de saber mas que pasó con tu hermana y el esposo, espero que todo le haya salido bien.
Me encantó leer tu historia.
Saludos amiga, que tengas feliz día.
Muchas gracias por tu lectura y ese lindísimo comentario. Fue un gusto contar esta historia. La rescaté del olvido pues le tuve que pedir a mi hermanita Milagros que me confirmara algunos detalles pues temía que el tiempo y la memoria los distorsionaran.
Gracias, @genomil.
Saludos.
Esa señora sí que sabía, quedé curiosa, acertar esas pequeñas cosas tan puntualmente es para pensarlo.
También me gustaría saber pasó y si en algún momento te animaste a visitarla, je, je, je
Sí, en aquel momento en el que no existía internet ni la publicación de tantas cosas personales por las redes sociales era muy difícil que esos aciertos fueran datos robados o simples coincidencias. Yo tuve que reconocer que la señora sabía lo suyo.
La historia de amor de Héctor y Milagritos llegó a su final y, por otra parte, yo jamás he visitado a una brujita porque me da mucho miedo.
Un abrazote para ti, mi querida @charjaim.
Me contentó saber el resto de la historia. Lo mínimo son 250 palabras el máximo lo que la imaginación dicte, siempre es un gusto leer tus participaciones así que no pienses que hay un límite, escribes muy bien y deleitas a tus lectores.
Un abrazo
Gracias nuevamente, mi querida @charjaim. Estoy en deuda entonces con el resto de la historia jajajaja
Anjá. Te faltó decir: Si quieren saber qué pasó con Héctor y mi hermana; y si las hojitas de salvia con mentol me aliviaron la migraña, denme un voto y les cuento después, jajajajaja. Mana, el cuento está incompleto. Necesito saber más...
Jajajajaj Tengo que terminar el cuento, pero esta primera parte ya iba muy extensa, vale, tenía miedo de que @charjaim me baneara.
Jajajajaja. No, vale, tienes que seguir...
Wuuao!!! Sin palabras, de que vuelan vuelan jejeje
Si que es una historia muy interesante... nos quedaremos con las ganas de la 2da parte...
Continuará...
¡Te deseo mucho Éxito 😉!
Gracias por tus buenos deseos, @skinnygirl. Sí, esa historia no terminó ahí, pero ya iba muy larga para este encuentro de Delunesalunes.
Te envío un abrazote.