En esta ocasión quiero compartir con ustedes otro de mis apreciados dispositivos electrónicos que de una u otra forma revolucionaron el mercado al momento de su aparición. Se trata esta vez de la primera cámara de video capaz de caber en la palma de la mano, pues la primera generación de videocámaras consistía de dos piezas separadas: una la videocámara en sí y la otra el dispositivo de grabación. Y en la segunda generación se logró combinar los dos aparatos anteriormente mencionados en una sola unidad pero aun así debía ser sostenida sobre el hombro.     

El modelo en la que se basa esta publicación es la sensacional Sony CCD-M8, acompañada del reproductor Sony EV-C8U de 1985, los cuales funcionan con el que, para ese entonces era el nuevo formato Video8. Con el pasar del primer año en el mercado Sony adaptaría el nombre que perduraría hasta el día de hoy como su marca de videocámaras.    

A continuación dejo unas fotografías propias: