LA ERA DEL MAÑANA, EN EL AYER (mi primer libro en ejecución)

Hola, a todos soy Ana, les quería mostrar un proyecto que tengo algunos meses realizando, me gustaría saber sus comentarios.

Capítulo I

El Inicio

Todo comenzó en el año 2022. La tecnología se apoderaba de la humanidad, la mayoría de las cosas se hacían mediante una App (Aplicación para dispositivos móviles). Desde pedir comida, hasta tomar un taxi. Todo se había convertido en una paradoja del año 2000. Lo que muchas personas pensaron que era imposible en los clásicos 90’ hoy en día se convierte en una rutina más.

La concepción de un bebé a través de un vientre de alquiler ya era tendencia en Twitter y rentar una casa en línea a cualquier desconocido a través de plataformas modernas de Internet había quitado popularidad a los hoteles del mundo. La vida se vivía de una belleza efímera, que hace unos 20 años atrás era casi un sueño, hoy se convertía en una realidad irreversible.

Las personas parecían ser felices, pero en el fondo no lo eran, sufrían de diferentes enfermedades psicológicas, que muy bien podía ser cualquier estrés en el pasado, ya hoy en día, la catalogaban como: “bipolaridad” “ansiedad” “síndrome de abstinencia” ya no era cualquier enfermedad común.

Tom pesó 2,700 Kg y midió 54 Cm con una salud optima y unas mejillas rojizas, a tan solo minutos de haber nacido, le esbozo una extraña pero hermosa sonrisa a su padre, quién aun no podía superar aquella terrible perdida. El padre de Tom era policía de la ciudad, su obsesión por el control y el orden lo tenían al borde de la locura, y con esa falta de cordura que habitaba en aquella ciudad, lo último que le faltaba a su vida era que su hijo creciera ahora sin una madre. Miles de opciones pasaron por su cabeza, desde la adopción o solo llevarlo a algún orfanato anticuado que seguramente un par de monjas estarán a merced de cuidar al pequeño prematuro. Pero algo muy extraño sucedió. . Una luz resplandeciente salía desde el corazón de Tom, aquello parecía la luz más brillante que el Sr. Miller había visto en toda su vida. Sus ojos quedaron perpetuos ante aquella majestuosidad, él pensaba que tal vez estaba soñando despierto, o que quizá el impacto de perder a su esposa lo estaba haciendo alucinar. Pero era real, tan real que no tuvo más opción que llevarlo consigo a su humilde hogar.

La infancia de un niño que nace sin su madre, no siempre es fácil. El Sr. Miller era un padre entregado, admirable ante los ojos de la sociedad y con muchas aspiraciones en la vida, sobre todo se mantiene en constante movimiento, todo con sacar adelante a su hijo. Como todo padre soltero, El Sr. Miller necesita distraer su mente, salir y conocer personas, pero ya con su edad, no le resulta atractivo ningún lugar nocturno, más bien, prefiere salir a caminar.

A eso de las 8:00 pm sale todos los días a dar una pequeña vuelta a la bahía de la ciudad, deja a Tom, con su nana, María, y se dispone a dar su acostumbrado paseo. Un día, cuando se disponía a regresar a su casa, se encontró con una vieja amiga de la universidad, se saludaron, intercambiaron el número de teléfono, y cada quién se dispuso a regresar a su rumbo. Cuando el Sr. Miller llegó a su casa, ya su hijo se encontraba dormido, así que se propuso a darse una ducha para acostarse a dormir. Fue entonces cuando decidió ir a la cama, el retrato de su esposa le dio una idea: escribirle a esa chica que se había topado esa noche, así que pensó persuasivamente ¡voy a hacerlo!

¡Hola! Mónica, espero que te encuentres bien, te habla Tom Miller, tu ex compañero de la universidad.

En breves minutos, recibe una respuesta:

¡Me alegra que me hayas escrito Tom! no sabes cómo estaba esperando tu mensaje.

El Sr. Miller quedó un poco conmocionado por esa respuesta, jamás pensó que ella estaba en la espera de su mensaje.

Decidió responderle: Espero que podamos reunirnos en algún café de la ciudad.

Ella responde: ¿Mañana te pare bien?

El Sr. Miller a continuación dice: Te busco a las 4:00 pm.

A la mañana siguiente, el Sr. Miller despertó muy contento, su rostro esbozaba una enorme sonrisa, y la nana del niño ya había llegado para trabajar. Él se disponía a salir, cuando María lo detuvo para decirle "Se le ve muy bien semblante esta mañana mi señor, espero que tenga buenas cosas por hacer" Tom sonrió y se fue.

Los Difíciles 5 años

El tiempo estaba pasando muy rápido y el pequeño Tom estaba creciendo de una manera desproporcionada, su padre seguía haciendo lo mismo todos los días, ni más ni menos nada había cambiado. Cuando cumplió 5 años, ocurrió algo muy curioso en la vida de Tom, fue allí, donde comenzó a ver la vida de otro modo. No quería quedarse en la guardería, mucho menos quería hacerle caso a sus profesores, se había convertido en un niño rebelde.

Su padre preocupado lo lleva a terapia, para poder diagnosticar algún mal interno, pero ninguna persona daba por sentada la causa, de su mal genio. Fue una tarde en su casa, cuando Tom por primera vez vio lo que era capaz de hacer, él estaba intentado destapar una botella de jugo de vidrio, cuando por error la partió. Pero a través de sus pensamientos pudo volver a reorganizar el desastre que había hecho en la cocina, solo bastó en asustarse de que su padre podía regañarle por lo cometido, para que en cuestión de segundos reorganizara todo aquel desorden con sus pensamientos.

Tom, estaba explorando sus posibilidades como concededor de sus propios deseos, sus propias necesidades. Situaciones tan básicas como que no podía alcanzar un producto de la alacena, lo hacían ver las oportunidades que tenia con su propia magia. Por supuesto, nada de esto lo hizo delante de ninguna persona, era su pequeño secreto.

Pero un día su magnifico poder mental se salió de control. Tom, se encontraba en la escuela, tratando de hacer un dibujo de su familia, pero como la perdida de su madre fue algo traumático para su vida, se le hacia muy difícil hacer un dibujo de ello. Su maestra por el contrarío trataba de apoyarlo y ayudarlo, pero el resultado no fue el esperado. Tom dibujó un cadáver, era una representación de su madre, pero ella lucía como una muerta viviente, era verde, con ojos salientes, algunas cicatrices, y poseía un aspecto bastante desagradable, la maestra quedó petrificada al ver aquel dibujo de un pequeño de apenas 5 años, inmediatamente tuvo que llamar al Sr. Miller para contarle, la verdad era algo muy poco particular.

El Sr. Miller al llegar a la escuela sabía que algo estaba mal, pero jamás se esperaba algo como eso los primeros años del colegio de su niño, supuso que la terapeuta no estaba haciendo bien su trabajo, así que se puso a investigar acerca de las causas de que el niño mantuviera una conducta así, pero la verdad, no encontró ninguna respuesta. Pasaron los meses, y el tema del dibujo de cadáver de la madre se había superado. Aunque el Sr. Miller aún seguía pensando en ello sin poder evitarlo, prefirió no comentarle nada más al niño. Por otra parte el pequeño Tom seguía explorando sus poderes, de tal manera que iban aumentando, cada día descubría que podía hacer diferentes cosas, el único problema era que no le estaba contando a nadie, parecía por el momento ser algo muy indefenso, pero la verdad era otra, este resultaba ser un gran poder en manos de una persona que aún no tenia la capacidad de manejarlo como se debía.

María por el contrario, como muy buena nana que era, estaba observando que algo no andaba muy bien con el niño, así que de vez en cuando se proponía a husmear a lo lejos mientras el hacia cualquier cosa. Pero lo que ella no sabía era que el niño podía sentir su presencia, y era muy precavido de no hacer nada fuera de lo común delante de ella. María era latina, y era una de esas señoras insistentes que, hasta que no daba con algo que tenia en mente no se detenía. Ella puso una pequeña cámara en la habitación de Tom, conectada con su Smartphone para poder vigilar en todo momento al niño, ella lo hacia básicamente para poder protegerlo, según su perspectiva, pero lo que vio a continuación la traumatizó por todo el resto de su vida.

El pequeño Tom había ido al patio a jugar, pero regresó a su casa muy deprisa, y con algo oculto en las manos, María lo vio entrar a lo lejos, pero no le hizo mayor importancia a lo el estaba haciendo, pero unos minutos después quiso mirar a través del Smartphone a ver en que andaba. En niño, había recuperado una lagartija del patio, la sujetó con unas cintas adhesivas en su pequeño escritorio, y tenía una pequeña navaja en sus manos, sujetándola para abrir a la indefensa criatura. María dio un salto enorme, y se dispuso a subir a la habitación del niño, con tal de evitar que este hiciera algo tan repugnante. Como era de esperarse cuando llegó a la habitación el niño, estaba tranquilo viendo televisión, no había ninguna lagartija y mucho menos una navaja entre sus manos. Al parecer pudo escuchar que maría iba llegando a su habitación y rápidamente pudo quitar todo.

María Toc-toc -Niño Tom ¿todo se encuentra bien?

Tom -Sí María ¿por qué?

María -No, solo pasaba por aquí y preguntarle si necesitaba algo.

Tom -No, gracias.

María estaba a pesar de todo, muy desconcertada por lo ocurrido, entonces decidió llamar al papá del niño para comentarle acerca de lo que había visto. El Sr. Miller se encontraba con Mónica, la ex compañera de la universidad con la que había tomado un café hace semanas, al parecer volvieron a tener una segunda cita.

¡Aló mi señor, necesito que vuelva a casa lo más pronto posible, el niño me preocupa!

Sr. Miller -Voy inmediatamente.

El Sr. Miller muy apenado tuvo que dejar a su amiga en plena cena y acudir a su casa velozmente. Su hijo a pesar de todo era muy importante para él, y siempre estaba de primero ante cualquier cosa. A penas llegó a casa notó que estaba dormido, así que se dispuso a hablar con María para ver que estaba sucediendo. María un poco temblorosa, le comentó todo lo que vio y le confesó que tuvo que poner una cámara en su cuarto sin su permiso, por la única razón de que algo le preocupaba, o que podía estar mal. El Sr. Miller, un poco disgustado y al mismo tiempo preocupado le tuvo que contar acerca del incidente en la escuela con el famoso dibujo del cadáver de la mamá. María no pudo contener las lágrimas y se fue inmediatamente al cuarto a entonar una oración.

Esta es parte del primer capitulo de mi libro fu-turista.

Espero les guste.

Próximos cápitulos:

Capitulo II Descubriendo diferentes personalidades

Capitulo III Nada es para siempre

Capitulo IV Los tiempos cambian

Capitulo final Volviendo al Inicio de todo

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