Las funciones de tu dinero - Nuevo Dinero para la Sostenibilidad - 3/8
En relación al dinero que usas en tu vida diaria, ¿sabes que funciones lleva a cabo?
El dinero que las personas usamos en nuestro día a día posee varias fallas; sin embargo, una de estas fallas es bastante visible cuando ocurren las crisis financieras.
Se supone que ese dinero debería servir como unidad contable, medio de intercambio y como reserva de valor. Con respecto a la primera función (unidad contable) usualmente no genera mayores problemas. A menos que la economía se encuentre en una situación de hiperinflación, podemos usar nuestro dinero actual como unidad contable para comparar precios entre productos y servicios.
Aun cuando creamos otro tipo de dinero, aun así, podemos usar nuestro dinero actual como unidad contable (de nuevo, a menos que la economía de tu país se encuentre en un periodo inflacionario). Esto significa que cierta cantidad del nuevo tipo de dinero equivale a cierta cantidad del dinero que usamos en nuestra vida diaria. ¿Por qué? Porque las personas están acostumbradas a esta unidad contable estándar.
El problema es la afirmación de que el dinero que utilizamos en nuestra vida cotidiana también sirve como medio de intercambio y reserva de valor.
Veamos cuál es el problema.
Durante las crisis financieras las personas que tienen dinero en efectivo gastan menos, en consecuencia, la función de medio de intercambio se reduce. Por otro lado, en lugar de gastarlo este dinero es utilizado para otros fines, como para ahorrarlo. De esa manera, ejerce la función de reserva de valor.
Debido a las deficiencias en el proceso actual de creación de dinero, incluso la función de reserva de valor es mal ejercida. Basta con mirar el caso de la inflación, que puede afectar a todas las personas especialmente a las y los pensionados, quienes ven como su dinero se devalúa, aún después de toda una vida de contribuir al sistema.
Esta situación puede resolverse en la medida en que las personas tengan a su disposición más de un tipo de dinero, de manera que no sufran las manipulaciones del banco central o las otras instituciones financieras.
Si los griegos hubiesen tenido un tipo de dinero que no estuviese bajo el control de los banqueros, habrían podido ciertamente sufrir menos en momentos en que su país está altamente endeudado.
Ahora, es tiempo de ver la relación entre dinero y sostenibilidad.
¿Cuál es la relación entre Dinero y Sostenibilidad?
¿Qué es sostenibilidad? La respuesta más simple a esa pregunta surge de la observación de las dos palabras que la componen. La palabra sostenibilidad surge de la unión de las palabras sostener y habilidad:
Sostener + Habilidad
Así, la sostenibilidad es la habilidad de sostener o sustentar algo. De esta reflexión surgen las siguientes dos preguntas:
¿Qué quieres sostener?
¿Qué habilidad es esa?
La respuesta a la primera pregunta depende de nuestra decisión. Podemos decidir con base en nuestros valores personales y valores compartidos en sociedad, lo que queremos que sea sostenido a lo largo del tiempo.
¿Queremos que los ríos se mantengan limpios a lo largo del tiempo? ¿Queremos que los suelos agrícolas se mantengan conservados, con biodiversidad y productivos? ¿Queremos que tanto las áreas rurales, así como las urbanas se mantengan libres de productos químicos nocivos? ¿Queremos sostener a las instituciones financieras que crean las burbujas económicas y las crisis financieras? ¿Queremos mantener a largo plazo el trabajo para las personas que desean trabajar?
Esos son ejemplos de posibles preguntas que podemos hacernos para identificar lo que sí queremos sostener a lo largo del tiempo y lo que no.
La respuesta a la segunda pregunta surge de los conocimientos más recientes oriundos de un área del conocimiento relacionada con el estudio de los sistemas socioecológicos complejos. Es fácil de entender si conoces dos conceptos muy importantes: eficiencia y resiliencia.
Para explicar estos conceptos usaremos una analogía con dos tipos de osos: el oso panda y el oso pardo. Comencemos por el concepto de eficiencia.
Eficiencia y Resiliencia
Para sobrevivir, un oso panda solamente necesita bambú para alimentarse, pues su cuerpo está adaptado para extraer todo lo que necesita de esa planta.
Foto de ososwiki.com
Por otro lado, un oso pardo jamás podría sobrevivir comiendo solamente bambú, pues necesita comer insectos, miel, algunos seres humanos (si tuviera oportunidad seguro que lo haría), peces, entre otras golosinas.
Foto de ososwiki.com
El oso panda es más eficiente que el oso pardo, porque puede suplir todas sus necesidades nutricionales a partir de un solo tipo de planta, el bambú.
Ya sabrás o has escuchado decir que los osos panda habitan algunas provincias de China y que están en riesgo de extinción porque aproximadamente 80% de los bambusales chinos fueron destruidos para ser transformados en áreas agrícolas y otras finalidades. Esto es un serio problema para los pandas, a punto de que hoy existen menos de 2.500 individuos viviendo en la naturaleza.
Por consiguiente, a menos que exista auxilio de parte del ser humano, el panda dejará de existir si los bambusales son destruidos.
Moraleja de la historia: aun cuando los osos panda posean una estructura interna altamente eficiente para extraer de los bambusales los nutrientes que necesitan para vivir, infelizmente, la dieta altamente dependiente de los bambúes los vuelve vulnerables a problemas como la deforestación.
El panda posee una estructura eficiente; sin embargo, es muy poco (por no decir nada) resiliente. Por consiguiente, es insostenible; esto es, su capacidad de resistir las adversidades y problemas por sí mismo y sin depender de ayuda externa, es prácticamente nula.
En este contexto, la idea que está más directamente asociada con resiliencia es la de la cantidad de alternativas que un sistema posee para continuar cumpliendo su función, en caso de que surja algún problema. En otras palabras, ¿cuáles son los planes B, C, D u otros, en caso de que ocurra algún problema con el plan A?
Un sistema que posee resiliencia tiene más condiciones para continuar existiendo a lo largo del tiempo, aunque pase por situaciones problemáticas. Eso ocurre porque posee otros medios que hacen que sus funciones se mantengan.
En el caso del oso panda y el oso pardo, este último es más resiliente porque si le faltara un tipo de alimento, podría buscar otro. Por otro lado, si falta bambú, el oso panda perece.
O sea, el oso pardo es más resiliente.
Osos y Economía
Para consolidar ese concepto vamos a hablar nuevamente sobre dinero. Una economía sin dinero es lo mismo que un panda sin bambú, deja de funcionar. Así como la estructura interna de un panda, la estructura interna de una economía puede ser muy eficiente, pero no resiliente.
Una de las funciones del dinero es servir como medio de intercambio de servicios y/o productos entre las personas que viven en un país y/o entre países. Es decir: yo trabajo, consigo dinero y lo utilizo para comprar comida, o tal vez para comprar objetos a un precio más bajo y venderlos a un precio mayor.
Cuando un país posee una estructura en la cual un único tipo de dinero cumple la función de medio de intercambio, a cualquier lugar que una persona vaya, puede fácilmente comprar o vender productos, así como hacer transferencias de una cuenta para otra rápidamente.
En otras palabras, con poco esfuerzo puede hacer varias operaciones con dinero (compra, venta, donaciones). Así, la estructura del sistema posee eficiencia, es eficiente.
¡Alerta!
Ya conocemos el caso del oso panda, que a pesar de ser eficiente se encuentra en riesgo de extinción; es insostenible frente a las adversidades que vengan a afectar su combustible (los bambusales).
De manera similar, un país que posee una estructura en la cual opera un único tipo de dinero que sirve de medio de intercambio de bienes y servicios entre las personas, también es insostenible a menos que algo venga a socorrerlo.
Los resultados de los estudios sobre sistemas ecológicos muestran que estos se sostienen a lo largo del tiempo porque poseen más resiliencia que eficiencia.
El siguiente gráfico muestra que, si el sistema posee exceso de alguno de estos dos elementos, eficiencia o resiliencia, es insostenible. El oso panda y el sistema financiero actual son altamente eficientes, por lo tanto, insostenibles. El oso panda depende del auxilio de los ambientalistas, así como el sistema financiero depende del auxilio de los bancos centrales
Fuente: Nuevo Dinero para la Sostenibilidad
En el caso del oso panda, su sistema biológico fue moldeado por la vida y él además es víctima de las acciones destructivas de los seres humanos. Considerando esto, tiene sentido apoyarlo para que continúe existiendo.
Por otro lado, el sistema financiero que crea el dinero actualmente, es un sistema creado por los seres humanos para beneficiar algunas instituciones financieras y al gobierno. Mientras que ya es obvio que este sistema posee fallas, parece no tener sentido apoyarlo para que continúe existiendo. Debemos insertar nuevos tipos de dinero para aumentar la resiliencia y, consecuentemente, la sostenibilidad de nuestros sistemas socioecológicos.
Sabemos que podemos sonar repetitivos, pero buscamos enfatizar a continuación las ideas expuestas anteriormente, pues son importantes para que podamos avanzar rumbo a la solución de los problemas socioecológicos que enfrentamos.
El sistema económico de la mayoría de los países está construido de manera que tenga solamente eficiencia.
Esto es, el abastecimiento de dinero para las personas es como el bambusal para el oso panda: proviene de una única fuente. Así, tu y yo y los billones de personas que habitamos el Planeta Tierra, vivimos en un sistema económico que no es resiliente.
El panda está conectado con el bambú por evolución natural, el oso pardo también está conectado a otras fuentes de alimentos por evolución natural. Nosotros estamos conectados al dinero proveniente de deuda por varias razones. Primero, porque la mayoría de nosotros somos ignorantes acerca de cómo el dinero es creado. Segundo, por un mecanismo que nos obliga a pagarle al gobierno los impuestos en la moneda que los bancos crean.
Felizmente, hay iniciativas de gobiernos locales que están modificando esta regla obsoleta de los impuestos. Incluso, ya hay personas que pueden pagar sus impuestos con otros tipos de dinero, como es el caso de la comunidad de Brixton en Inglaterra y sus Brixton Pounds.
Según explica el Profesor Randall W. Wray, en su libro “Understanding Modern Economy” (Entendiendo la Economía Moderna), el impuesto es un artificio que es utilizado por el gobierno para obligar a sus ciudadanos a aceptar el dinero creado por él en conjunto con los demás bancos. Las personas son obligadas a trabajar para aquellos que poseen el dinero que el gobierno pide para pagar los impuestos.
Es absurdo que seamos obligados a aceptar un tipo de dinero que es creado por endeudamiento y que provoca consecuencias negativas para la sociedad y el planeta. Hasta ahora, las personas aceptaban pasivamente este sistema, porque desconocían la manera en que el dinero que usan en su día a día es creado. Pero eso ya está cambiando, como veremos más adelante.
Así como el oso pardo tiene a su disposición diferentes tipos de alimentos (peces, miel, frutas, entre otros), nosotros también debemos tener a nuestra disposición diferentes tipos de dinero para atender nuestras necesidades.
¿Qué tal si escogemos aquellos gobernantes que nos ayuden a desarrollar un sistema económico en el que seamos libres de escoger con cuáles tipos de dinero queremos pagar nuestros impuestos?
Foto por Emily Morter. En Unpslash.
Esta es la tercera parte del libro Nuevo Dinero para la Sostenibilidad. Aquí puedes conocer más sobre Sustainability School y leer la introducción al libro.
En los próximos días y semanas publicaremos uno a uno los capítulos de Nuevo Dinero para la Sostenibilidad. Esperamos que puedas encontrar ideas interesantes e inspiración para crear nuevos sistemas más sostenibles.
Parte 1/8 "Tapar el sol con un dedo"
Parte 2/8 "Entonces, ¿qué es el dinero?"
Parte 3/8 "Las funciones de tu dinero"
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