El porvenir de las criptomonedas, el fin de las naciones

Una de las preguntas más frecuentes que recibo por parte de los asistentes a mis cursos y charlas sobre blockchain y las criptomonedas es:

¿Cuál es el futuro de Bitcoin y las criptomonedas teniendo en cuenta que esta tecnología es una amenaza para el poder económico vigente representado por los Estados y la banca?

Trataremos de responder esta gran interrogante desde la perspectiva de los paradigmas que describen cómo se organiza el poder en una sociedad. En el artículo Centralización vs. descentralización se explica con detalle acerca del modelo social y económico vigente, y cuál es el nuevo modelo que blockhain y Bitcoin proponen. Recomiendo su lectura antes de continuar con el presente.

Imagen: Entrepreneur.com

Lo que ha hecho el Internet a través de la liberación de la información, y lo que está haciendo Bitcoin y blockchain través de la liberación del dinero, es una revolución de poder que está emancipando a los individuos que vivimos bajo el yugo del estado-nación del siglo XX. La informática destruirá al estado-nación, creando nuevas formas de organización en el proceso.

Para entender estas nuevas formas de organización o paradigmas, primero debemos saber cuáles son las etapas de la vida económica por las que ha atravesado la sociedad. No voy a explicar en detalle cada una de ellas, ya que este no es el objetivo de este artículo, simplemente son de utilidad para ubicarnos en el contexto.

1. Sociedades cazadoras y recolectoras
2. Sociedades agrícolas
3. Sociedades industriales
4. Sociedades de la información

Actualmente, estamos atravesando por la difícil transición entre la sociedad industrial rumbo a la sociedad de la información.

“El futuro es desorden. Una puerta como esta se ha abierto cinco o seis veces desde que nos levantamos en nuestras extremidades posteriores. Es la mejor época para estar vivo, cuando casi todo lo que pensabas que sabías está equivocado”. – Tom Stoppard

Imagen: Caracteristicasdel.com

La historia se repite incesantemente

Una vez que el cambio tecnológico va separando las viejas fuerzas de las nuevas, los estándares morales cambian. A finales del siglo XV cuando la iglesia medieval era la institución predominante del feudalismo, los clérigos –tanto de bajo como de alto nivel– empezaron a ser despreciados por el pueblo, lo mismo sucede hoy con los políticos y la burocracia. Al final del siglo XV la vida de la gente estuvo saturada por la religión organizada, hoy, en el siglo XXI, está suturada por la política.

Los costos de mantener a la religión institucionalizada en el siglo XV alcanzaron un límite histórico, lo propio pasa hoy con los costos de mantener a los Estados y a los gobiernos.

En su momento, el desarrollo tecnológico creó incentivos para reducir el tamaño de las organizaciones religiosas –que gobernaban el mundo– con el fin de bajar los costos de su mantenimiento. Una revolución similar está destinada a reducir el tamaño del estado-nación hoy.

El colapso de la moralidad y el incremento de la corrupción en la política no son casuales. Obedecen a la decadencia del modelo del estado-nación. – The Sovereign Individual

Conforme se acelera el desmantelamiento de los sistemas grandes y descentralizados, la eficiencia tendrá prioridad por sobre los dictámenes de poder. Esto significa que provincias o ciudades, en lugar del estado-nación, se convertirán en nuevos reductos de soberanía. Asimismo, emergerá en el ciberespacio un nuevo reino de actividad comercial que ya no será rehén de la violencia física en manos de los Estados.

Los cambios que disminuyen el poder de las instituciones predominantes son inquietantes y peligrosos. Así como los monarcas, clérigos y terratenientes combatieron para preservar sus privilegios al inicio de la era moderna, los gobiernos emplearán la violencia para tratar de retroceder el reloj. La liberación de una gran parte de la economía global del poder político, obligará a los gobiernos a operar en términos de mercado –tratando a la población como clientes– en lugar de hacerlo como una banda de crimen organizado que coacciona, extorsiona y amenaza a sus víctimas.

El fin de las naciones

El proceso por el cual las naciones-estado se han desarrollado en los últimos 500 años, se revertirá por la lógica de la era de la información. Los centros locales –distribuidos– de poder se consolidarán mientras el Estado se fragmentará en porciones de soberanía superpuesta de la misma manera que las grandes corporaciones se descomponen en unidades más pequeñas para ser más eficientes.

Conforme la tecnología revoluciona las herramientas que usamos, también vuelve obsoletas las leyes, modifica la moral y altera nuestras percepciones.

No solo el poder está cambiando, también el trabajo se está transformando, esto significa que la forma en la que operan las empresas cambiará inevitablemente. En la era de la información un trabajo será una tarea que hacer, mas no una posición o un cargo que ocupar.

Este tema que es, a todas luces, fascinante, se presta para la especulación y la imaginación. He tratado de ser lo más breve posible, sin embargo, las ideas han seguido surgiendo, por lo que me he visto obligado a dividir el texto en dos partes. A continuación, te invito a seguir leyendo el desenlace de este relato que, con plena seguridad, continuará más allá de estos párrafos.

Por Juan Francisco Bolaños
@criptoEstratega

Este artículo está basado casi en su totalidad en uno de los capítulos del libro The Sovereign Individual escrito por James Dale Davidson y William Rees-Mogg, obra que, a pesar de haber visto la luz hace 20 años, describe con claridad los hechos y desafíos que nuestra sociedad –saliendo de su fase industrial– debe enfrentar en la transición hacia una sociedad de la información.

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