El próximo 16 de Agosto se estrenará en Venezuela la esperada película del Director Quentin Tarantino Once Upon a Time in... Hollywood con Leonardo Di Caprio, Brad Pitt y Margot Robbie, entre otros. Así que mientras la espero, decidí ver las pocas películas suyas que aún no había visto. Después de haber disfrutado Reservoir dogs, Pulp Fiction, Django unchained y sobre todo Inglourious Basterds y Kill Bill, sólo me faltaba ver tres: Death proof, Jackie Brown y la película que reseño en esta oportunidad.

Póster Oficial

The Hateful Eight, algo así como Los odiosos ocho es la octava película de Quentin Tarantino y se trata de un western con mucha tensión y sangre (aunque no tanta como otras de sus cintas). La historia es más o menos así: Durante un crudo invierno en Wyoming, una diligencia avanza con dos pasajeros, un cazarrecompensas llamado John Ruth (Kurt Russell) y apodado "El colgador"; y su prisionera, la violenta y salvaje fugitiva Daisy Domergue (Jennifer Jason Leigh). Ruth lleva a Daisy a Red Rock, un pueblo en donde hay una prisión y un patíbulo en el que un verdugo colgará a la mujer por sus crímenes como miembro de la banda de los Domergue. ¿Por qué lo hace Ruth? hay una recompensa de diez mil dólares. A pesar de que se le busca viva o muerta, John tiene la costumbre de no asesinar a sus prisioneros, sino de hacerlos colgar y por eso la lleva esposada a Red Rock.

John Ruth y el Mayor Warren

Por el camino, huyendo de una ventisca que pronto los alcanzará, se encuentran con dos desconocidos (en dos puntos diferentes del camino): el mayor Marquis Warren (Samuel L. Jackson), un antiguo soldado de la Unión convertido en cazarrecompensas y Chris Mannix (Walton Goggins), un renegado sureño que afirma ser nada más y nada menos que el nuevo sheriff de Red Rock. Un dato no menor es que Warren es afroamericano y la historia está ambientada pocos años después de la Guerra de Secesión, así que un hombre de color, armado y con uniforme, es una imagen incómoda para algunos, sobre todo sabiendo que asesina a hombres blancos para cobrar recompensa (de hecho lleva tres cadáveres a Red Rock para ello).

Oswaldo Mobray, John Ruth y Daisy Domergue, en la parada

Ruth los recoge con suspicacia y los obliga a entregar las armas para dirigirse todos a Red Rock, pero la ventisca los alcanza y deben alojarse forzosamente en la Mercería de Minnie, una parada para diligencias que queda de camino. Al llegar allí, se encuentran con cuatro extraños: el mexicano Bob (Demian Bichir), Oswaldo Mobray (Tim Roth), quien dice ser el verdugo de Red Rock y se dirige allí para una ejecución, el vaquero Joe Gage (Michael Madsen) y el general confederado Sanford Smithers (Bruce Dern), quien ve con muy malos ojos a Warren. Minnie y Sweet Dave, los posaderos, no están. Bob, el mexicano, dice estar encargado de la posada mientras ellos no están. Con la tormenta arreciando afuera, lo más probable es que deban permanecer encerrados durante un par de días. ¿Siete hombres y una mujer, todos curtidos en enfrentamientos, la mayoría de ellos armados, encerrados durante dos días en la mercería? evidentemente, los ocho viajeros no llegarán a Red Rock, sobre todo porque varios de ellos no son quienes dicen ser.

Warren, Gage, Mobray, Bob y Mannix

Una de las cosas que destaca de la cinta es que, con excepción de algunas tomas de eventos previos, la mayoría de la trama se desarrolla en el interior de la diligencia y luego dentro de la mercería. Con un espacio reducido, la cinta debe apoyarse en el guión y en la actuación del reparto. Tarantino, acostumbrado a escribir, producir y dirigir sus películas, cambió el guión, e incluso casi descartó la realización del film, debido a que se filtró en internet y para esta nueva versión alteró algunas cosas, incluido el final. La trama presenta muchos momentos de tensión entre los personajes y giros inesperados en los acontecimientos. Aunque hay disparos y sangre, como en todo film de este sangriento director, las escenas sangrientas no son tan frecuentes ni tan grotescas como en otros de sus films; incluso es posible que a algunos fanáticos de Tarantino les decepcione el clímax de la película que anticipa un derramamiento de sangre que no es tan cruento.

Póster artístico

Venganza, odio, justicia, lealtad, todo se mezcla en el guión con elementos envueltos de cierto misterio, como una carta de Abraham Lincoln dirigida al Mayor Warren y con anécdotas reales de filmación, como el incidente de la guitarra: durante una escena, Daisy está tocando la guitarra y molesta a John Ruth con algunos versos de su tonada. Este, furioso, le arrebata la guitarra y la destroza contra una de las columnas de la mercería. El Museo Martin Guitar, una prestigiosa marca de guitarras acústicas, había prestado para el film una guitarra Martin antigua ¡de 1870! y de acuerdo a la producción, esta debía ser cambiada por una de utilería en la mencionada escena. Pero no fue así, por lo que Russell acabó destruyendo una reliquia de más de ciento cuarenta años de antigüedad. El seguro pagó la guitarra y el Museo decidió no volver a prestar sus instrumentos para ninguna otra película ¿pueden culparlos? pero lo que nos quedó fue la genuina reacción de Jennifer Jason Leigh quien, por un instante, se sale de su personaje y nos regala una joya que Tarantino decidió mantener en la cinta. En el siguiente clip se aprecia la reacción de Leigh y el abrupto corte de escena que hizo la producción para mantenerla en la película: