Arina y el Torneo de SteemMonsters Mortal | Capítulo 4 // Primera Historia

El chico rubio alto cerró las ventanas y apagó el ordenador.

— Ya está bien, tenemos que hablar — hablaba en tono serio.

— Primero dime quienes sois y qué habéis hecho con mi tío, el hombre que estaba fuera hablando por celular

— Fuera no había nadie.

— ¡No mientas, ¿qué habéis hecho con él?!

Una mujer delgada disfrazada de algo parecido a una bruja se levantó del sofá, su piel era pálida, o quizás llevaba mucho maquillaje, tenía pintado un tercer ojo, lentillas de ojos negros e iris rojos, orejas punteagudas, el pelo blanco, botas, un sombrero grande de pico y un vestido corto, todo negro con algún detalle dorado. No solo ella y el chico alto rubio llevaban disfraces, sino todos los que estaban allí. Se puso delante de Arina.

— Niñata desagradecida— Le dijo muy enfadada, hablaba de manera repelente. Agarró la ropa de Arina por los hombros — Te hemos salvado la vida varias veces, ¿así nos lo pagas?, confia en noso... — antes de que pudiera acabar la frase, algo atraviesa la ventana del comedor.

— ¡¡A cubierto!! — Aquello que lanzaron empezó a girar y echar mucho humo. Los extraños disfrazados sacaron armas de fuego. Arina aprovechó la confusión, agarró los brazos de la chica desagradable y le hizo una llave de defensa, dejándola tirada en el suelo.

El humo ya estaba por toda la habitación, apenas se podía respirar y mucho menos ver. Había mucho ruido de gente saliendo de la casa, disparos, gritos. Ella trató de esconderse en su habitación, todo se tornó entre blanco y grisáceo, no sabía por donde iba y acabó siendo empujada, chocó con una pared y por el duro golpe quedó semi inconsciente en el suelo.

— No te m...as, voy a sa...te de aquí.

— ¿Ti-tito? debo estar alucinando, ¿voy a morir aquí?

— Ari.., ¡oye, des....ta! — quedó inconsciente.

Alguien tomó a la jóven en sus brazos y salió corriendo de allí, se arriesgó a meterse en el fuego cruzado de la calle, pero afortunadamente consiguió llegar a un callejón algo estrecho y cercano. Miró hacía atrás por si acaso le seguían, solo alcanzó a ver a un par de disfrazados disparando contra gente que iba completamente tapada de negro y varios muertos.

Pocos minutos más tarde, quien sostenía a Arina llegó a una calle céntrica llena de gente, estaba muy cansado, así que se sentó en un banco, dejando a la chica a su lado.

Arina comenzó a despertarse. — Mmm... ¿Qué ha pasado? — se lleva una mano a la cabeza con una expresión de molestia.

La abraza muy fuerte. — ¡¡¡Arina!!!, ¡¿estás bien?!, ¡estaba muy preocupado por tí!

Esa voz la conozco, y este pelo... — ¡¡Nauj!! — sonrie de oreja a oreja y le devuelve el abrazo. En ese momento de felicidad es cuando ella se percata de algo.

— ¿Por qué estás tan mojado? — Se hace el silencio entre los dos por un instante, Nauj aparta la mirada. — ¡¡Oh Dios, estás sangrando, vamos a un médico, busquémos ayuda!! — Decía medio histérica.

Un señor con gabardina marrón, sombrero y gafas de sol oscuras se acerca por detrás del banco. — ¡Cielo santo!, qué les ha pasado, necesitan ayuda urgente

— ¡Eh, tú! — dice una voz de chica amenazante.

Arina voltea la cabeza por acto reflejo para ver de quien se trata, era la chica disfrazada de bruja, le apuntaba con dos pistolas magnum, no le dió tiempo a defenderse esta vez, cerró los ojos y la otra chica disparó frente a Arina.

La gente huyó despavorida, el pánico se hizo en la calle. — ¡Terroristas! — gritaban.

La chica que disparó agarró un arma ensangrentada con silenciador del piso y se la mostró a la perpleja Arina.

— ¿Te asustaste?, ya estamos en paz zorra.

Nauj, cae de lado en el hombro de Arina, su respiración es forzada, y está rojo. Ella alarmada le toca la frente. — Tienes fiebre, aguanta.

La mujer de las magnum mira a todos lados vigilando, suelta un suspiro, agarra a Nauj y dice — ¡Vamos debilucha, me ayudas a levantarle ¿o qué?! — a pesar de ser tan repelente, no parecía tan malvada. Arina la ayuda a transportar a Nauj. Se oyen sirenas de policía a lo lejos

El chico rubio acompañado de varios disfrazados aparece corriendo. — Qué bueno que los encontraste Alexa, ¡apúrense, por acá, presto! — les guía por una calle que acaba sin salida y un almacén abandonado en donde entran.

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Si les está gustando la historia, no se pierdan el próximo capítulo donde empieza lo bueno de verdad, será el penúltimo capítulo.

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El almacen abandonado estaba a oscuras, apenas entraban los rayos de sol por alguna ventana rota. — Archer, queremos irnos, no escondernos, sácanos de aquí. — Alexa se refería al chico alto rubio.

— A sus órdenes princesa — Le hizo una reverencia de broma.

— No es momento para juegos, pedazo de mierda

— Está bien — suspiró. Encendió la luz — Nos vamos.

Ante ellos había bastantes helicópteros para llevarlos a todos, incluyendo un par de helicópteros médicos.

Alexa le pide a otro compañero que agarre a Nauj. Se va despacito hacia la puerta. — Bueno chicos, voy a hacer pipí, nos vemos

Archer le agarra del brazo — El baño está por allá — señalaba en otra dirección mientras le guiñaba un ojo.

— Me voy, ¿no pensarás que me voy a subir en una chatarra de esas no?, no es que tenga miedo, es que... — Archer la mira con los brazos cruzados.

— ¡Ok, ok, iré, pero si te mancho el aparato luego no te quejes! — y la presión se esfumó con una cárcajada colectiva.

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Capítulos anteriores:
Capítulo 1
Capítulo 2
Capítulo 3

Imágenes editadas por mi con ayuda de la app de Canva e imágenes gratuitas.

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Posteado desde mi blog de emergencia con SteemPress : https://arkmy.000webhostapp.com/2019/02/arina-y-el-torneo-de-steemmonsters-mortal-capitulo-4-primera-historia

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