Ella.

Ella era una persona bastante solitaria, aveces reía y aveces lloraba. De verdad tenia una gran facilidad para intrigar a cualquiera.

Ella vagaba muchísimas veces en su complicada mente, buscando a no perderse entre esas voces que tanto le susurraban.
Caminaba, de la mano con el demonio mas potente que tenia por dentro y a esa mismísima sombra oscura le sonreía como si nada, como si no fuera mala, como si no le fuera a hacer nada.
Se sentaba frente una laguna llena de recuerdos y se reflejaba en ella. No podía dejar de mirarse en ese lago, no quería dejar ir la posibilidad de recordar cosas que ya habían pasado.
Ella se sentía muy triste y desolada cada vez que se veía en esa laguna, le gustaba pero le hacia mal. Era su adorado tormento.