El Fénix - Relato fantástico

in #spanish6 years ago (edited)

A continuación quiero compartir con tod@s vosotr@s un relato que escribí hace algunos años a propósito de mi participación en un concurso literario. No gané y el relato quedó guardado en nu cajón digital. Hoy lo recupero tras hacer una última revisión en la que he vuelto a pulir las asperezas que el paso del tiempo me ha permitido ver.

Las bases lo único que pedían era que la historia girara en torno a las flores, así que me puse manos a la obra y el resultado es el que publico a continuación.

El género es el fantástico, un género al que muy pocas veces me he acercado con anterioridad. Espero que los disfrutéis.

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Fuente

El Fénix

La florería rebosaba de género recién arreglado. La frescura del aire y su penetrante aroma hacía del local un lugar muy especial en el que pasar un rato. Eloisa arrastraba a su madre por la tienda, correteando de los acapulcos a los jazmines, de los narcisos a los tulipanes, como una abeja en primavera.

—¿Qué tal éste? —preguntó de nuevo a su cansada acompañante— ¿Te gusta, mamá?

La señora Bouffard forzó una sonrisa. No todos los días una salía de casa para acompañar a la primogénita de la familia a elegir el ramo que llevaría en el altar. Tres semanas de preparativos, compras y largos paseos por los escaparates de la ciudad estaban a punto de acabar con ella. A pesar del agotamiento su hija no se merecía una queja o una mala cara. Y lo que era innegable es que el ramo de rosas y gerberas era precioso.

—Maravilloso —afirmó—. Estás deslumbrante con él.

—¿De verdad, no lo dices por decir? —preguntó buscando un espejo en el que poder verse reflejada junto al conjunto de flores.

—De verdad. Estoy convencida de que ese es tu ramo.

Por el rabillo del ojo, la joven prometida percibió un resplandor que atrapó su atención. Dejó el ramo en las manos de su madre como si de un juguete viejo se tratase, y se dirigió a un hermoso canasto de claveles y azucenas recién elaborado. Al llegar junto a él tuvo que agarrarse con fuerza del borde de la cesta de mimbre para no caer cuando las piernas le fallaron. Durante un instante quedó muda, profundamente impresionada por lo que estaba ocurriendo ante sus ojos. Al rato voceó como nunca antes lo había hecho:

—¡El Fénix!

La voz de Eloisa se ahogó en el silencio que provocaron sus palabras. Su madre se giró hacia ella, con los ojos abiertos como platos. La dueña de la florería hizo lo propio, y sus manos olvidaron la tarea que desempeñaban, dejando caer las tijeras al suelo. Todas las personas que había dentro de la tienda dejaron lo que estaban haciendo para buscar con la mirada el Fénix con el que siempre habían soñado. Eloisa se inclinó sobre las flores, bañadas de oro por el resplandor. Quería estar lo más cerca posible sin llegar a perturbar la volátil naturaleza del fenómeno.

—¡El Fénix, el Fénix! —comenzaron a gritar los clientes que se agolpaban en torno a la futura novia y a su madre.

Algunas flores cayeron al suelo, empujadas por los golpes de la gente al pasar casi corriendo junto a los estantes y vitrinas. Desde la calle se escuchaba el tumulto y los gritos de la histeria exaltada, como una ola arrastrando rocas en el acantilado. Algunos transeúntes se pararon frente al escaparate, colmado de colores, y escudriñaron entrometiendose en lo ajeno con impunidad. Aún se escuchaban exclamaciones aludiendo al prodigio. Como resultado, los paseantes entraban en la florería como hambrientos arrojándose sobre un banquete.

En pocos minutos la multitud bullía en torno a Eloisa, que trataba de proteger al Fénix, amedrentado bajo las hojas de las azucenas. La muchacha estaba subida a la mesa en la que se encontraba el canasto de flores, y en la postura en que los perros se tienen en pie protegía la fuente de rayos solares con su cuerpo encorvado. Su madre, trataba en vano de disolver la enfurecida masa de gente que hacía cada vez más fuerza por vislumbrar siquiera un solo destello del diminuto sol alado.

La calle era un torrente de gente que manaba con ímpetu de las calles adyacentes a la tienda. El aforo del local hacía tiempo que había sido superado. Pronto, los que trataban de presenciar lo inesperado no tuvieron más suelo libre para pisar. La florería se había transformado en un enredo de plantas muertas, cristales rotos, astillas de madera y un magma humano embravecido por los acontecimientos.

En la puerta, unos trepaban sobre los otros, caminando a duras penas sobre los cientos de personas que les habían precedido. Algunos se encaramaban a las lámparas, las columnas y los altos de las estanterías que aún seguían en pie. Otros, trataban de nadar sobre el oleaje, lanzando manos y pies de cualquier manera. Lo que fuera con tal de alcanzar al Fénix, que aún lucía bajo el cuerpo de Eloisa, abrasándolo.
Y súbitamente, justo antes de que la tienda estallara en mil pedazos como un acuario resquebrajado, el Fénix se evaporó, dejando tras de sí deshilachados vapores dorados que se disiparon en el aire para siempre.

Fin

Un relato original de @trenz

Otros relatos y artículos de interés:

Un alienígena vive en mi armario. Mi confesión

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¿Qué es la vida? ¿Cuál es el sentido de la vida?

Cocoon. El nacimiento de una criatura

Sort:  

Muy buen relato, @trenz. A esa multitud entusiasta, que puede destruir lo que ama, la humanidad la ha visto en acción muchas veces.
Saludos.

Toda la razón. La ha visto y la verá, así somos ;)

Excelente relato, fácil de leer. Un hermoso espectáculo que culmina en un evento trágico cuando la tiendo estalla en mil pedazos.

El ansia y la codicia del ser humano termina siempre tras las huellas del desastre.
Gracias por leer ;)

Magnífico, @trenz.

La inteligencia definitivamente se reserva al individuo, no a las masas. Pero, además este relato me trae dos ideas que me queman la cabeza —mi fénix personal.

La Eloisa del primer párrafo se muestra como una niña, “como una abeja en primavera”, pero la que protege al fénix tiene ímpetu de mujer. De aquí la primera idea; me recuerda a la historia de Eloisa de la Francia medieval, quien fue cándida para enamorarse, pero regia —aunque no lo suficiente— para defender su ideal de amor libre; ese ideal, un fénix cuya refulgencia ocasionó escándalo, locura, polémica religiosa, mentiras, castración, enfermedad y hasta el robo de un cadáver. Mil años después la gente sigue siendo igual de frenética.
El segundo pensamiento que me provoca este relato es con respecto a su autor. El escritor de este relato se mantiene fiel a la sátira; se le da muy bien la analogía entre situaciones aparentemente concretas (como el episodio del fénix en la floristería —para mí, realismo mágico—, o del alienígena en el closet de su relato anterior —más metafórico, en mi opinión) y situaciones abstractas, genéricas, de la cultura del comportamiento humano.

Un placer haberte leído ♥

Vaya, es todo un halago lo que me dices. Es un placer leer un análisis así de mi relato, me ha encantado, mil gracias!! Tienes toda la razón respecto a la sátira, pero es casi involuntario, me sale sola, jeje. No me doy cuenta y cuando termino de escribir ahí está, tan presente como invisible. Supongo que es uno de los caminos que utilizo inconscientemente para llamar la atención del lector o incluso tratar de convencerle de algo.
Gracias por estar ahí, lectoras como tú es lo que anima a uno a seguir escribiendo ;)

Magnífico, su corta extensión no impidió generar los detalles suficientes para atrapar la atención ni deformar el sentido del tema, gracias por compartirlo @trenz, saludos!!!

Gracias!!
Es un placer compartir aquí mis escritos, siempre aparecen lectores que los disfrutan así que objetivo cumplido.

Estupendo relato, @trenz, me cortó la respiración por momentos. Final inesperado. Gracias por compartir. Merecidos upvote y reesteem.

Muchas gracias por tus palabras y por tu apoyo. Los finales de mis escritos siempre pretenden ser sorprendentes, otra cosa es que lo consiga ;p

Vaya, la humanidad tan "humana y constructiva como siempre"

Jajaja, es lo que tienen los ídolos, que la peña pierde la cabeza por alcanzarlos.
Gracias por leer ;)

Muy buen relato y buena redacción, sigue así estaré al pendiente. Saludos, te invito a pasar a mi blog.

Gracias. En cuanto tenga un rato te echaré un vistazo.

Muy buen relato!!! Deberías escribir un libro o algo así... xD ahhh calla!!! Que ya lo tienes y ademas es cojonudo!!! Un saludo my friend!! ;)

Jajaja, gracias!!
Entonces, ¿te ha gustado? No te pega. Bueno la parte del final, sí ;p

Me gusta el estilo narrativo, al final la historia no esta mal, pero en este caso, para mi, es lo de menos. Te puntúo con 51,5 la primera columna y 60 3/4 la segunda columna... jajajajajaja

Qué cabrón, jajaja. He dejado escrito cabrón en la blockchain, qué ilusión!!
Un 51?? :p

jajajajajaja xD

El woo Hermano que relato tan épico. Siempre aportando contenido de calidad y sobre todo con tanta creatividad en la redacción cada verso atrapa eres un genio.

Gracias por tus palabras, pero te aseguro que no soy un genio en absoluto. De hecho nunca lo seré ;)
Saludos!

Que buen relato amigo, me atrapo.

Vaya, muchas gracias por leerlo. Me alegra que te haya gustado.
Un saludo ;)

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