Ojalá se pudiera. A pesar de ser una leyenda, un cuento ingeniosamente creado, lleva una magia interna que da esperanza. Yo soy Diabética tipo I (insulino dependiente) y espero algún día poder dejar de inyectarme. Sin embargo, soy de las que pienso que las peleas que se ganan son esas en las que luchamos, en las que no nos damos por vencidos, y que a pesar de las circunstancias enfrentamos día a día.
Millones de personas sufrimos esta condición, pero no hay que echarse a morir, hay que luchar, hay que tener fuerzas, hay que vivir.
Saludos y colores.